Shadowhunters
Practicar con el cuchillo serafín de mi tío era oficialmente mi pasatiempo favorito.
En especial cuando mataba demonios con el.
Mis primos Izy y Alec eran lo más importante en mi vida, y Jace, que sería mi primo adoptivo, tambien. Aunque con este ultimo la relación fuera algo... menos familiar.
Sentí unos brazos rodear mi cintura y automaticamente me aleje y coloqué el cuchillo sobre el pecho de la persona, sorprendiendome al ver a un rubio ofendido.
-Nunca más intentare ser romántico- se quejó el y yo reí.
-No creas que te pediré perdón, Wayland- a lo mejor que los dos tuvieramos el ego tan grande afectaba un poco la relación.
-Yo tampoco lo hare, Lightwood- dijo cruzandose de brazos. Me encogí de hombros y seguí practicando, sin mirarle, hasta que nuevamente sentí sus brazos rodeando mi cintura.
-Yo tampoco lo hare, Lightwood- dije citandolo burlonamente, provocando que ambos rieramos. Me dí vuelta para quedar frente a el -Yo tampoco me hubiera resistido, Wayland- dije con una sonrisa socarrona en la que el plantó un beso.
-Lo se, soy irresistible- se burló el y yo reí, siendo yo ahora la que plantaba un beso sobre su sonrisa.
-En serio, dejen de tener esas escenas en frente mío- dijo Alec tapandose los ojos mientras entraba -Es raro ver a tu hermano y tu prima besandose, por más que no sean de la misma sangre- se quejó e Izzy rió.
-Yo sigo esperando que sean novios oficiales- dijo la oji-azul. Alec, Jace y yo nos miramos complices e Izzy se cruzó de brazos -Ya sabía que algo me escondían- bufó mi prima, por lo que yo deposité un beso casto en los labios de mi rubio e invite a Alec a que combatieramos con los cuchillos serafín.
Dios, que sería de mi vida sin ellos.