Bajé las escaleras, encontrando a Klaus pintando, por lo que aparecí a su lado inmediatamente para darme cuenta de que dibujaba a Caroline.
-En serio te gusta, no?- le digo, por lo que el deja de dibujar para mirarme.
-Vamos, Des, dime que Caroline será mi perdición- yo fruncí el ceño y agarré el vaso con whisky de la mesa pequeña.
-Por qué te mentiría, hermanito?- el me miró confundido -Esa chica, será tu solución- me siento en el sillón a su lado -Pensar que pasé todos estos años tratando de que me escucharas y esta chica ya tiene tu corazón en sus manos- el se queda serio mirando su dibujo.
-De que me sirve amar si se que no me amaran de vuelta- dejo el vaso vacío en la mesa para darme vuelta y encararlo.
-Ella siente algo por ti, Klaus. No quiere aceptarlo porque tiene miedo de amar a un monstruo, lo que cree que eres. No sé como piensas cambiar su percepción de ti sentandote en el sillón y dibujandola- él se levanta, dobla el dibujo y lo deja sobre la mesa.
-Soy un monstruo, Desiray, su percepción no se aleja de la realidad- cuando se quiere ir lo tomo del brazo, obligandolo a mirarme.
-Siempre y cuando te creas un monstruo, serás un monstruo. Quieres hacerle creer a todos que no lamentas las vidas que has tomado, cuando yo misma te ayudé a armar el cajón donde dejas sus memorias. Te castigas como si fueras el único que ha matado. Creeme, en el círculo de Elena, hasta los que solo conocen su nombre hirieron a alguien- lo suelto y el mira al suelo mientras se dirige a su habitación. Me acerco a la mesa en la que deja todas sus ilustraciones, contemplando una en específico, de un paisaje hermoso, hasta donde una silueta de pie arruina el pasto, incluso el clima. Frunzo el ceño, entendiendo claramente lo que siente.
-Siempre has sido un poco psicóloga- me doy vuelta para ver a Rebekah y sonrió -Pero siempre fue una manera de ocultar lo metida que eres- camino hacia ella para abrazarla, a lo que me aprieta fuertemente.
-Acaso viniste a mi consultorio, Reb?- ella se separa y suspira, regalandome una sonrisa de labios cerrados.
-Podría, pero no quiero- la miro con una ceja alzada, por lo que ella ríe y rueda los ojos -Bueno, si quiero- ella se acuesta en el sillón, mientras yo corro los dibujos de Klaus y me siento en la mesa ratona.
-Escupilo- le digo y ella suspira otra vez, mirándome de soslayo.
-Creo que me gusta Stefan- yo la miro y ella mira el techo -Bien, me gusta Stefan- dice y yo río, a lo que ella me mira enojada.
-Cuando aprenderás, Rebekah, a que no te guste cada hombre que te habla- ella me mira enojada y se para rápidamente -Crees que nadie te entiende, yo lo hago- me levanto para servirme más whisky y veo que ella no se movió de su lugar -La única diferencia entre nosotras, es que tu eres lo suficientemente valiente como para venir y confesarlo- ella se gira, encarandome pero mirando al piso -Admitamoslo: te gusta un hombre, se lo dices, te rompe el corazón, te torturas y crees que nadie te amará nunca- digo moviendo mis manos dramáticamente -Lo superas y antes de que te des cuenta te gusta alguien más. Y así una y otra y otra vez, y lo sigues superando- tomo del vaso y la apunto con el dedo -Eres más fuerte de lo que crees o dicen, Reb, solo tienes que admitirlo- antes de que pueda decir algo más ella corre hacia mi y me abraza, por lo que se lo devuelvo y me suelta -Bueno, bueno, cierro el consultorio, me hartaron, no debería hacer esto gratis- digo y ella ríe. Agarro mi chaqueta de cuero y salgo para subir al auto y conducir hasta la casa Salvatore.
Al llegar y bajar encuentro a los hermanos discutiendo, Damon con un vaso de bourbon en la mano y Stefan de brazos cruzados, y ambos mirandome.
-Oh, por favor, no paren por mi, sigan con lo suyo- sonrío y ellos sonríen, por lo que me acerco a Stefan para saludarlo con un abrazo, para luego acercarme a Damon, quien rueda los ojos -No necesito un abrazo para saber que me amas, bestia de dos patas- el frunce la nariz, acción que yo imito, para darme vuelta y mirarlos a ambos -Ahora, diganme que no discutían por Elena, el tema ya me aburrió- ellos se miran y yo me siento en el sillón, tirando la cabeza para atrás y gruñendo.
-Stefan cree que Elena está unida a mi por un instinto señorial o alguna mierda como esa- yo acomodo la cabeza levantando una ceja, a lo que Damon me mira atónito -Dime que no le crees- yo hago una seña con las manos de que se calle.
-Tiene sentido, por qué crees eso Stef?- el rueda los ojos ante el apodo.
-Caroline te lo explicará- me doy vuelta para ver a mi segunda rubia favorita.
-Como está mi rubia favorita?- mentiras piadosas. Ella corre hacia mi y me abraza con fuerza y se separa mirandome con ojos preocupados, como siempre.
-Elena tiene un vínculo señorial con Damon- miro a Damon, quien me mira como si estuviera loca por creerle, la vuelvo a mirar a Caroline para que continúe mientras me siento en el sillón, a lo que ella se sitúa a un lado de Stefan -Ahora puede tomar sangre de las bolsas porque él se lo dijo, le gustó el vestido rojo como a Damon, todo lo que el dice, ella lo sigue- mira con odio a Damon y yo río -Seguro está con él por eso- yo levanto las manos.
-Espera, frena todo, están dejando que las conclusiones los lleven muy lejos- miro a Damon, quien estaba ocupado mirando al piso, y me mira -No te empieces a torturar, haceme el favor. Lo que ella siente, no tiene nada que ver con el vínculo, que solo afecta a lo que ella puede o no hacer. Si ella te ama, lo hace en serio, chicos- lo miro a Stefan -Podemos hablar en privado?- el mira hacia abajo y asiente, mientras camina hacia la habitación, indicandome que lo siga -Caroline, no mates a Damon- el me mira confundido, a lo que yo sonrío. Cuando llegamos a la habitación de Stefan, el camina hacia la cama y yo cierro la puerta.
-Ella no puede estar con Damon- yo suspiro y me siento a su lado.
-Sé que quieres encontrar una razón, un modo en el que ella pueda volver a amarte como lo hizo antes. También sé que estás culpandote porque haberte ido con Klaus hizo que se acercaran. Ninguna de las dos te hará bien- acaricio su espalda, como le hacia a Klaus cuando se permitía el contacto físico con otra gente -Escucha- le digo a lo que me mira y yo verifico que Damon no este afuera -Debería decirte alguna mierda del estilo "Dejala ir", pero por su bien no lo hagas- el me mira esperando que continue, puedo ver la esperanza en sus ojos, prácticamente le estoy dando una excusa para mantenerse a su lado -Los dos sabemos que Damon no puede ser estable solo, es incapaz de mantener la estabilidad de Elena y la suya. Solo- hago una pausa y respiro -Evita que ambos se pierdan en ellos mismos- le sonrío, el me sonríe y me paro de la cama -Ahora si, ya no soy más psicóloga de este raro grupo de gente- camino hacia la puerta -A menos que me paguen, solo efectivo- le sonrío una última vez y corro hacia afuera, subiendome a la camioneta para ir a mi casa.
Probablemente voy a tener que implementar más psicología, mierda.
