Teen Wolf
Scott's P.O.V
-La amas, ¿verdad?- me preguntó seria, yo me quedé en silencio, sin saber que responder -Algunos dicen que el silencio explica más que mil palabras. Adios, Scott- se dió vuelta, lista para irse.
-¡No! Por el amor de dios, Elizabeth, deja de huir cada vez que tienes la oportunidad- contesté enojado, a lo que ella me miró alzando una ceja y de algún modo supe que cada vez que abría la boca cavaba mi propia tumba.
-¿Quieres que me quede y te largue el discurso de cómo me tendrías que haberme explicado esto antes?- preguntó, impasible, cruzandose de brazos.
-Quiero que dejes de actuar como si no te importara irte, como si fueras tan buena para las despedidas. Porque cada vez que te vas es como arrancarme un pedazo del corazón, ¿No te pasa lo mismo?- ella me miró sin mostrar ninguna expresión.
-¿Crees que no me jode que después de tantas oportunidades que te dí, sigas sin poder responderme la única pregunta que llevo haciendote desde hace un año?- preguntó, por lo que tragué saliva mientras ella se acercaba -Contestame esta pregunta y te escucharé: ¿amas a Allison?- nuevamente me quedé callado, sin saber que responder.
-Yo... no lo sé- dije dubitativo, encontrandome a mi mismo en el típico dilema del triángulo amoroso.
-No lo sabes- dijo riendo irónicamente mientras negaba con la cabeza -¿Por qué será que me lo imaginaba?
-¿Porque somos adolescentes y este tipo de problemas son comúnes?
-Porque eres tan bueno que no sabes como admitir que ya no me amas- contestó mirando a otro lado con una sonrisa, haciendo que la mirara con el ceño fruncido mientras me acercaba a grandes zancadas hacia ella.
-Si te amo. Te amo como nunca he amado. Solo estoy confundido- dije apretando suavemente sus brazos, ella me miró decepcionada y se soltó de mi agarre.
-Debo irme
-No, no debes, quieres. Deja de despedirte como si perderte por decimoquinta vez no fuera doloroso, maldición!- dije a lo que ella aún con la mano en el picaporte de la puerta giró a verme.
-Me tuve que hacer buena en despedirme, porque hacerlo contigo se hizo rutina- abrió la puerta y salió como si nada, como si no me dejara con el corazón roto, como si ella no se fuera con el mismo problema.