Teen Wolf
-En serio te gusta, verdad?- preguntó la rubia, dirigiendo su vista hacia el hijo del sheriff, que miraba atontado a Lydia Martin. O al menos eso creía Lauren.
-Eh si...- contestó Stiles, todavía haciendo creer a la chica que conoció hace unas semanas que el estaba enamorado de la pelirroja.
-Tengo un plan. Ven- Lauren tomo el brazo del Stiles y lo colocó sobre sus hombros, mientras caminaba con una sonrisa por los pasillos. Lydia, por alguna extraña razón, detestaba a Lauren, por lo que a lo mejor verla con Stiles la ponía celosa y le daba un indicio para saber si Stydia era real.
Si, ella había inventado el nombre.
Mientras tanto, Stiles estaba euforico. Internamente. La chica que le gustaba desde que la vió por primera vez peleando con su hermano adoptivo, su mejor amigo, estaba dejando que el la abrazara. El joven Stilinski quiso concentrarse en el momento, disfrutarlo, gozar esa sensación que le llenaba cuando estaba cerca de ella.
Pero Lauren solo se fijaba en si había algo que pudiera encender la chispa Stydia que ella necesitaba, esa pequeña muestra de que los iba a poder juntar.
Lo que ella no sabía era que su persona estaba en medio de Lydia y Stiles.
El castaño no prestó atención a la mirada de medio instituto, o al hecho de que Lydia miraba con el ceño fruncido a la rubia a su lado, simplemente se concentró en seguir disfrutando un momento.
Sonaba un poco acosador, el lo sabía.
-Lydia estaba completamente celosa- informó Lauren con una sonrisa maliciosa, Stiles reaccionó pero no sacó su brazo -Es obvio que le gustas- dijo ella y el frunció el ceño.
-O que le caes mal- la rubia lo miró con una ceja enarcada, poniendo en duda su enamoramiento hacia Lydia, por lo que Stiles aflojó sus facciones y puso cara de enamorado.
Si, esa que ponía cuando miraba a Lauren.
-El punto es que estaba celosa- remarcó ella, mientras ambos caminaban hacia una de las mesas que había en el patio delantero del instituto.
-¿Quieres decir que quizá tenga una oportunidad con ella?- fingió Stiles, no de manera sarcastica, en realidad le estaba saliendo bien. Pero la rubia no era fácil de engañar, ella no vió el brillo en los ojos del joven, ese caracteristico destello que tenía cuando la miraba a ella.
El mundo pareció detenerse para Lauren, que con una mueca que decía que ahora entendía todo se quedó admirando fijamente los ojos de Stiles. Preguntas, muchas preguntas llenaban la cabeza de Lauren. Ah, y tambien la voz del de ojos avellana.
-¿Te gusto?- preguntó de golpe, si respondía esa pregunta varias más que rondaban por su cabeza a lo mejor hallaban un desenlace. Aún así, el no quitaba su brazo y Lauren no intentaba sacarlo. De alguna manera se sentía como Stiles.
Solo que un poco menos fuerte.
Bueno, un mucho menos fuerte.
-¿Que?- preguntó el chico desconcertado, intentando entender si realmente la joven le había preguntado eso.
-¿Te atraigo?¿Sientes algo por mi?- preguntó la chica mirandolo fijamente a los ojos. El chico se quedó callado, y quito el brazo lentamente de los hombros de la chica -¿O ambas?- Stiles quedó en silencio, realmente no quería arruinar su amistad, por muy corta que esta fuera -¿O ninguna?- con la ultima pregunta, el castaño levantó la mirada que había tenido baja durante todo este tiempo.
-Definitivamente es algo- un brillo de esperanza brotó en Lauren, que intento calmar de manera inmediata al no poder entender porque este salía a la luz. La rubia tomó nuevamente el brazo de Stiles para colocarlo donde estaba antes de que fuera retirado por su dueño. Al haberlo hecho, acurrucó su cabeza en el pecho de el, escuchando los rápidos y sonoros latidos de su corazón.
El de ojos avellana, confundido, iba a soltar un monosílabo que expresaba su poco entendimiento de la situación, pero Lauren se percató de esto y puso un dedo sobre los finos labios del chico.
-Solo, no digas nada, dejame disfrutar el momento- bajó lentamente su mano y cerró los ojos, gozando el poder sentirse completa luego de haberse mudado a Beacon Hills.
A la mierda Stydia. Lydia puede conseguir cualquier chico que quiera.