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Sucrette
El Sr. Farrés habla y habla, pero yo ya no presto atención. Miro hacia la ventana y observo el cielo azul, junto a los pájaros que viajan sobre él.
Suena el timbre y me levanto, abandono el salón y me dirijo hacia  el otro. La clase de ciencias me espera.
Me siento junto a Rosalya, como nos habían puesto, pero no hablo, sólo observo al frente, esperando a la maestra. Llega y empieza una explicación que yo ignoro completamente.
— ¡Srta. Sucrette! — Salgo de mis pensamientos y veo como la Sra. Delanay me mira con enojo, (como siempre). — Si tanto aburrimiento tiene, pues se puede quedar hasta final de clases y limpiar, para ver si así se quita su aburrimiento, ¿no?
Se da la vuelta y sigue anotando algo en el pizarrón, mientras que yo suspiro.
Al final de clases, me dirijo de nuevo al salón de ciencias, y veo que está Nathaniel.
— Hola, Nath, ¿qué haces aquí? — Lo saludo cuando paso a su lado para recoger papeles tirados en el piso.
— Oh, hola, la Sra. Delanay me pidió que viniera por algo, pero no lo encuentro.
— ¿Y qué es lo que te pidió?
— Unos papeles, creo que los exámenes. — Parece sorprendido y luego arrepentido. — Creo que no debí haberte dicho eso.
— No te preocupes, no diré nada y no los usaré. — Lo tranquilizo y le sonrío. — Está bien. Confío en ti. — Mira el salón, que está muy sucio de diferentes cosas; como sustancias extrañas, papeles, lápices, recipientes sucios, entre otras cosas. — Si quieres te ayudo a limpiar, para ver si encuentro los papeles, ¿sí?
— Claro, sería de mucha ayuda, a menos que te moleste. — Contesto.
— Por mí está bien, no te preocupes. 
Comenzamos a limpiar, mientras hablamos de cosas triviales. A veces río de lo que dice y él de lo que yo digo. El tiempo pasa rápido junto a él, porque me la paso bien.
Nath va hacia el escritorio, para limpiar lo que hay sobre él.
Empieza recogiendo papeles, y arreglando para que se vea bien. Y entonces, veo que se empieza a reír.
— ¿Qué pasa? — Le pregunto intrigada.
— V-ven a ver... — Dice sin poder terminar de reír.
Camino hacia él y me inclino para ver lo que tiene en su mano y es una foto impresa, en la que sale la Sra. Delanay, parece una selfie, tomada por ella misma, haciendo boca de pato, pero se ve tan extraña y singular, que también empiezo a reír.

Nathaniel
Dejo de reír al sentir su cercanía; su calor y aroma.
No hace tanto que me gusta, pero casi nunca pasa tiempo conmigo y me agradó cuando la Sra. Delanay me pidió eso, porque supe que me encontraría con Sucrette.
Y entonces, empezamos a reír y todo estuvo padre, pero ahora, que siento mi corazón desbocado, sé que me gusta en verdad. 
Pero, siento y presiento, que yo a ella no.
Sonrío con melancolía y ella me observa.
— ¿Estás bien?— Me pregunta y yo asiento, apartando la mirada. Me alejo, pero ella me toma de la mano con demasiada fuerza y yo tropiezo, ambos caemos, ella encima mío.
La observo, observo sus ojos grandes, su expresión avergonzada, junto a su leve sonrojo.
— Lo siento... — Susurra, pero yo ya no puedo responder.
Siento que sólo estamos ella y yo. Juntos. En esta bonita burbuja.
Sin saber lo que estoy haciendo, levanto mi mano y le quito un mechón de cabello que había caído sobre su rostro. Al poner su cabello detrás de la oreja, puedo sentir su suave piel.
Ella se tensa, pero no me aleja.
Me mira con los ojos abiertos y sorprendidos.
No sé lo que estoy haciendo.
Tomo su nuca y la acerco a mí... Ella no me detiene...
Siento su aliento sobre el mío.
Sus labios rozan con los míos...

Sucrette
¿Por qué mi corazón está acelerado?
¿Por qué quiero que lo haga?
Veo como sus labios se acercan cada vez más a los míos y yo no lo detengo.
Solo veo su rostro, sonrojado, pero emocionado.
Y entonces, escucho a alguien correr y reacciono. Me alejo de él instintivamente.
Me levanto y retrocedo hasta topar con la pared.
Alexy...
Él se levanta y me mira también impactado, aparta la mirada, quiere decir algo...
Alexy...
Lo siento, lo escucho susurrar. No digo nada.
Alexy...
Le doy la espalda, dolida por dejarlo así. Salgo por la puerta y me alejo con paso apresurado.
Alexy...
Sólo pienso en él.
Alexy...

Alexy
Puedo verlos.
Puedo...
Sucrette está arriba de Nathaniel y parecen encerrados uno en el otro. Se observan con intensidad.
Nathaniel le quita cabello del rostro y veo el aumento en el sonrojo de Sucrette.
Se observan... Se acercan...
Sus rostros están a unos centímetros.
El dolor de mi pecho me gana y sé que debo alejarme.
Corro, corro lo más rápido que puedo, tratando de quitar el dolor que me atormenta.
Me duele...
Duele...
Sus labios...
Se besaron...
Duele.

Alexy... ¿Es gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora