❤60❤

103 14 3
                                    

Joy
¿Qué?
— ¿Qué? — Dicen Alexy y Sucrette al mismo tiempo.
Supongo que no esperaban que lo aceptara así de fácil.
— Ya, lo dije, ¿es lo que querían? Aunque, a pesar de la mentira, me gusto ver sus rostros de sorpresa.
— ¿Mentira? — Pregunta Sucrette.
— Sí, solo lo dije para que se callaran.
Sucrette se gira hacia mí y yo sé por qué.
Me mira preocupada y lo más probable es que esté llorando. Llevo mis manos a mis ojos y sí, siento las lágrimas caer.
— ¿Es en serio, Armin? ¿Qué pasó contigo? — Espeta Sucrette, enfadada. Muy enfadada. — ¡Tú no eres así! ¿Por qué no piensas en como se siente ella? ¿Por qué no te imaginas cómo se sentiría? ¿Qué pasaría si a ti te rechazaran? ¿Cómo te pondrías, eh? ¿Por qué eres otro idiota más?
Ella se da la vuelta con un suspiro hacia mí y camina con rapidez, me toma de la mano y me jala lejos de ellos.
— Vámonos, Joy, tú no mereces esto.
Me hace sonreír, a lo que ella me mira confundida.
— Estás más enojada tú que yo. — Comento.
— Lo siento. — Da una larga exhalación. — Es sólo que me desespera eso. Me lo tomé muy enserio. Perdón.
— No, al contrario, gracias. Actúas como una verdadera buena amiga.
Ella sonríe con tristeza.
— Gracias.
— ¿Joy? — Me paralizo al escuchar su voz. Sucrette también. Me giro y veo a Armin, con una mirada llena de arrepentimiento.
— Y-yo... ¡Si es cierto! Hay clases... Bye, bye. — Se aleja Sucrette con rapidez, dejándonos solos.
Suspiro, un poco nerviosa por la situación.
— ¿Escuchaste lo que dije? — Pregunta, en un hilo de voz.
— Sí. — Contesto solemnemente.
— Lo siento...
— No tienes por qué disculparte, son tus sentimientos, después de todo, y ya no los puedes cambiar. — Me encogo de hombros.
— Pero es que... Era mentira. Era mentira lo que dije. Mentí sobre la broma; no era una broma.
— Ah... ¿Y qué más es mentira ahora? ¿Lo que acabas de decir? ¿O lo próximo que vas a decir?
Suspira, un poco dolido.
— No, lo siento, es sólo que... Me quería zafar de Alexy y Sucrette. Pero no sabía que estabas ahí.
— ¿Y cómo lo supiste?
— Alexy me lo dijo, igual de enfadado que Sucrette. Lo siento. Pero, ni siquiera sé por qué me disculpo. Tú no sientes nada por mí, después de todo.
Sus palabras me enojan. ¿Cómo dice eso si ni siquiera sabe lo que siento?
— ¿Que no siento nada por ti? ¿Es en serio? Entonces, si no siento nada por ti, no me hubieran dolido tus palabras, no hubiera querido huir. No hubiera deseado que tu respuesta fuera un sí. Ajá. No siento nada, no te preocupes. — Al escuchar lo Que acabo de decir, me dan ganas de darme un puñetazo.
Él me mira sorprendido, con los ojos bien abiertos y un amago de sonrisa.
— Entonces... Sí sientes algo por mí... Al igual que yo.
Wow, ¿qué?
Me quedo ahí, mirándolo, con su ligero sonrojo y su sonrisita nerviosa, viéndose más tierno y lindo.
Nos quedamos durante unos minutos así, observándonos mutuamente. Probablemente es porque ninguno de los dos sabe que hacer ahora.
— Es el momento en que deberías usar los tips que te dan en los juegos de citas, ¿no crees? — Bromea Armin y solo con eso, se esfuma la tensión, pues ambos reímos.
— Sí, sería lo mejor, pero no recuerdo nada. — Digo yo.
— Entonces... Directamente pasemos a esta parte... — Cuando siento sus labios contra los míos, con una suavidad y sabor lindos, me muero. Nada dentro de mí funciona, estoy ahí, sintiéndome extrañamente feliz Por estar de esta manera con él. También él parece disfrutarlo, al igual que yo, así que no lo impido y dejo que mis brazos se ubiquen en su cuello para acercarlo más a mí. Nuestros cuerpos se juntan y siento el calor que emana.
Parece que nada más estamos él y yo, disfrutándonos el uno al otro.
Siendo mi primer beso, es mejor de lo que había pensado.
Nos separamos, por falta de oxígeno y nos mantenemos mirándonos, ahora de una manera diferente. Juntamos nuestras frentes y cierro los ojos, con una ligera sonrisa.
No quiero decir nada, pues sé que di lo hago, arruinaré ese lindo momento. Por el momento, sólo disfrutaré.

Alexy... ¿Es gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora