Alexy... ¿Es gay?

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Alexy
No me quiero sentir así.
Puedo sentir a veces, los celos que me consumen al ver a Zurik y a Kentin tan juntos.
Puedo ver que Zurik es muy linda y simpática, pero aún así, no puedo aceptar que esté con ella. Apesar que Sucrette me dijo que no había nada entre ellos, puedo notar la manera en la que se miran. A Kentin le gusta.
— Hola, Alex. — Sucrette salta sobre mi espalda y yo la atrapo, para cargarla de caballito. Ella casi no pesa, por lo que lo puedo hacer con facilidad. Ella ríe cuando empiezo a correr. Su risa es embriagadora, y en un segundo, olvido todo lo referente a Kentin y me enfoco en la sonrisa de Sucrette.
Hago como si se cayera, ella se lo cree y grita. Me río por su reacción y ella me pega con suavidad.
— Casi me da un infarto, Alexy. — Se queja, cuando la bajo.
— No es cierto, Su. Estás perfecta, por lo que veo.
— Bueno, sí, pero... Agh, olvídalo. — Me río por la manera en la que infla sus cachetes, enfadada. Es tan tierna.
— Eres hermosa, ¿sabías?
Ella se sonroja al instante y aparta la mirada para que no la vea.
— A-Alexy, no digas eso... — Se gira un poco y veo su sonrisa. La abrazo por detrás y ella se relaja en mis brazos. Puedo oler su perfume y me siento bien, como si estuviera en mi hogar. En un lugar seguro donde nada me puede pasar. La abrazo más contra mí, por si se fuera a ir. No quiero que me deje.
Alguien se aclara la garganta detrás de nosotros, puedo ver a Rosalya, que nos mira con una ceja levantada.
— ¿Y? ¿Por qué tan cariñosos? — Pregunta.
— ¿Y por qué no? — Le digo yo con una sonrisa.
Ella bufa por mi buen humor.
— Su, hace mucho que no hablas conmigo. — Se queja Rosa.
— Lo siento, Rosa. — Dice Su.
— Yo las dejo, chicas. — Les digo con mi sonrisa de siempre. Cuando Rosa se da la vuelta, Sucrette me manda un beso, y yo actúo como si lo atrapara y me desmayara. Sucrette se ríe por mi actuación y yo me voy feliz por haberla hecho sonreír.