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Alexy

Soy idiota.

Soy estúpido. 

Soy imbécil. 

Soy tonto. 

En serio no puedo creer que dije eso. 

¿Por qué lo hice?

El enojo me ganó en ese momento, por las cosas que me dijo, pues me dolieron demasiado. 

Pero sé que ella se sentía aún peor. 

En serio, ¿qué pasó por mi cabeza en ese momento?

Mi intención jamás fue lastimarla. 

No a ella. 

Nunca. 

Y ahora, al saber que era así, literalmente, quiero desaparecer. 

Armin llega a mi lado y toma mi hombro con algo de fuerza, alentándome. 

- No debiste decir eso, Alex. - Me dice y yo asiento, repitiendo eso una y otra vez en mi mente. - Y sé, porque te conozco, que no querías lastimarla, eres muy buena personas, y también sé que la amas mucho como para hacerle eso. 

- Oh, Armin... - Me giro hacia él, y al ver mi rostro empapado en lágrimas, él se sorprende, pero me abraza. - Soy un idiota... ¿ahora cómo arreglaré esto? Si de por sí, antes tenía una lista larga de errores muy malos, ahora este lo empeora todo... Armin, ¡ayúdame... Por favor!



Armin

Mientras abrazo a mi hermano, y escucho su llanto mi corazón se resquebraja un poco.

Oh, Sucrette, si tan solo supieras cuánto te ama Alexy. 

- Sí, hermano, te ayudaré en todo lo que pueda. - Le contesto, soltándolo. 

Su llanto disminuye un poco, pero escucho sus sollozos, que lo debilitan cada vez más. 

Sus ojos están clavado en el asfalto y su cabello que antes lucía reluciente, y ahora algo descuidado, tapa su rostro ensombrecido.

Le digo algo para despedirme, y él no me contesta, manteniéndose cabizbajo.

Me doy vuelta y me acerco hacia Joy, que me está esperando en la entrada, para irnos juntos a nuestras respectivas casas. 

Tomo la mano de Joy y nos alejamos, pero me doy una última vuelta, para ver a Alexy en la misma posición. 



Alexy

Pienso en todo lo que ha pasado estos años en los que llegué a esta escuela, cuando los conocí a todos, y cuando la conocí a ella... A Sucrette. 

Era hermosa, pero en ese momento, su hermosura lo pensaba de otra forma y en ese momento, la encontré como una persona muy agradable y amable, una muy buena persona y la quise como a una hermana. 

Pero este último año, las cosas cambiaron. 

Ella había regresado cambiada, ahora era mucho más madura y preciosa. 

Me empezó a llamar la atención, pero de una manera diferente a como lo hacía antes,  pero no me daba cuenta. 

Pero ella se me insinuaba, sin querer, simplemente siendo ella. 

Y poco a poco, me enamoré. 

Nos besamos y de ahí, hicimos el amor. 

De ahí, nada salió bien. 

Alexy... ¿Es gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora