Alexy
Esta vez, sí le pediré que sea mi novia. Esta vez, todo va a mejorar.
Ya no nos podrán separar.
Camino hacia ella, que está recogiendo algo de su casillero.
Me escabullo silenciosamente y salto gritándole "¡Bu!". Ella salta y se pega a los casilleros.
— ¡Ay, Alexy! — Me regaña con el ceño fruncido, mientras que yo río sin parar. — Basta, no te burles de mí.
— No me burlo de ti, Su. — Acaricio su mejilla y ella se sonroja. — ¿Cómo podría burlarme de ti?
Sin importarme si hay alguien ahí o no, la beso.
Cuando nos separamos, ella me sonríe y me parece tierna.
— Vamos a clases, Alex. — Me susurra ella. Yo la sigo tomándola de la mano.
Todo parece ir muy bien entre nosotros.
Y eso, me alegra.Kentin
Camino por los pasillos, pues sé que van a comenzar las clases y debo llegar temprano, sin embargo, escucho voces en la sala de profesores. Y entre ellos, puedo escuchar la voz de Zurik. La cual no se ha salido de mi cabeza. Parece un tatuaje o yo que sé, simplemente, parece que me hipnotizó.
Ya que me da la curiosidad al saber que ella está ahí, me pego a la puerta para escuchar lo que dicen.
Mi corazón se acelera al pensar que hago algo que no debería hacer, pero simplemente con saber que Zurik, debo saber por lo que está aquí.
— Bueno, pues todo está listo Srta. Procederá a ir a su clase, la cual es en el Aula B. Espero que se la pase bien. Mucho gusto y hasta luego.
No me doy cuenta de que abrieron la puerta hasta que estoy perdiendo el equilibrio y cayendo al piso.
Demonios, si la directora me ve, me mata.
Pero me salvo, pues no es la directora, sino que Zurik, la cual me observa con la ceja levantada, inquisitiva. Sin embargo, la directora pregunta:
— Srta. ¿Hay alguien ahí? Se supone que todos deberían estar en clases ahora.
Escucho los pasos de la directora y sé que no tengo oportunidad, peeeeero, Zurik se da la vuelta y abraza a la directora, así impidiéndole ver.
— ¡Señorita! ¡¿Pero qué está haciendo?!
— Oh, lo siento. Es que soy cariñosa y me alegra saber que tendré una gran directora como usted.
— B-bueno... Gracias, pero le pido que vaya a su clase, ahora, por favor.
— ¡Claro!
Gracias a eso, me dió tiempo a ir a mi clase, recibir un sermón del Sr. Farrés por llegar tarde y sentarme en mi lugar.
Pocos segundos después, llegan la directora junto a Zurik. La directora habla sobre ella y la presenta, pero yo no la escucho, sólo observo el rostro de Zurik, quien me guiña un ojo.
Y entonces, el Sr. Farrés dice:
— Muy bien, puede sentarse en la última silla, al lado de Kentin.
¿Qué? A mi lado...
Eso me agrada, de alguna manera.
Ella camina hasta llegar a mi lado y sentarse. No dejo de observarla ni un segundo.
Ella presta atención a la clase unos minutos, antes de girarse hacia mí.
— Me debes una. — Comenta en un susurro.
— Sí. Te lo agradezco mucho. Pero, ¿por qué lo hiciste? — Le agradezco.
— Porque se notaba que la directora te regañaría.
— ¿Y cómo lo supiste?
— Pues... No sé. Simplemente lo noté. Tenía una cara de bonachona, así que lo más probable es que fuera gruñona. — ¿Lo supiste sólo por su rostro?
— Sip.
— Oh... — Ella se ríe por mi reacción y yo sonrío por lo hermosa que se ve riendo.
— Mira, podría decirte... Que tú eres el único que me agrada, probablemente porque no conozco a los demás. — Agrega.
— Oh, gracias. — Esas palabras me regocijan. Que yo sea el único el cual le agrade. — Nada más te puedo decir que ella podría ser la más lo desagradable. — Apunto hacia Ámber. — Sí, lo había notado. Por su ropa y cara de presunciosa.
— Y ella... Es... Probablemente, la que más te agrade. — Apunto a Sucrette, la cual está concentrada en la clase.
— Sí, la verdad se ve agradable. — Me observa durante un momento. — Uuuu, por tu mirada... Parece que hay algo, ¿no es así?
— ¿Q-qué? N-no.
— Sí, claro. — Comenta con sarcasmo, aunque sonríe. — Hasta te sonrojaste. Dime, ¿qué es lo que pasó?
Suspiro, decidiendo que le contaré.
— Es que... Ella siempre me gustó, desde que estábamos en Secundaria, pues era linda, amable, cariñosa, considerada, de todo. Y a mí siempre me trató bien. Entonces decidí seguirla, y eso hice. Vinimos los dos al mismo Instituto (O sea, este). Y aquí, siguió siendo igual, nada más que ella consiguió más amigos y yo problemas. Ámber y su grupo me empezaron a molestar y tomar dinero. Y mis padres... Más bien, mi padre, me mandó a una escuela militar, para... No sé, ser más macho... Tal vez.
— Oh, ¿y te gustó? — Pregunta, poniéndome atención.
— Pues... Sí, fue una nueva experiencia.
— ¿Qué pasó cuando regresaste? ¿Sucrette te quiso?
— Siempre me ha querido. — La defiendo. — Nunca le importó mi aspecto o algo superficial, ella es más... No sé cómo explicarlo...
— Sí que te gusta, ¿eh?
— N-no... — Replico, pero, debo aceptar, que siempre me ha parecido una gran persona.
— Es que... La manera en la que hablas de ella, parece como si la conocieras de toda la vida. Y... No lo sé. Tu expresión cambia al hablar de ella. Desearía que alguien me quisiera de esa manera. —. Susurra.
No sé que decir.
Tal vez si estoy enamorado de Sucrette.
Tal vez me estoy enamorando de Zurik.
Ni lo sé.
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Alexy... ¿Es gay?
FanfictionSucrette está en su último año en el Sweet Amoris y no se ha logrado declarar con nadie, pero además empieza a pensar en algunas cosas... Pervertidas con los chicos. No entiende lo que le sucede, así que decide hablarlo con alguien y, el único en el...