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Sucrette

Su rostro se distorsiona de dolor y me siento estúpida por estar haciendo esto. 

- Jade. - Me mira con los ojos apagados y me recuerda a mí con cada problema que tuve con Alexy, y me siento aún peor. - No me malentiendas, tú me gustas demasiado y sé que eres lo mejor y sería muy feliz a tu lado, pero... No por completo. Yo... Por siempre amaré a Alexy, y, aunque también lo odie por todo lo sucedido, debo aceptar de que no pierdo la esperanza de que lo nuestro se arregle. Pues, por como dijiste, tú no te rendirías por mí, y Alexy no lo ha hecho, supongo, por lo que... Yo tampoco lo haré. Lo siento, Jade. 

Jade se mantiene callado, demasiado callado que me siento incapaz de arreglar las cosas. 

- Está bien. - Termina por contestar, sonriendo de nuevo, con total alegría como si no hubiera pasado nada. - Pero recuerda Sucrette, te estaré esperando el tiempo que sea necesario. 

Toma sus cosas y se aleja con rapidez, como si deseara ya estar lejos de mí, y lo comprendo, completamente. 

Suspiro y me recargo en la pared, de repente totalmente cansada. 

No sé si aguantaré más dramas en mi vida. 



Ya en mi casa, planeo lo siguiente que voy a hacer, si, supuestamente no me rendiré con Alexy. 

Pienso que lo primero sería hablar con él, solo para intentar aclarar algunas cosas y de ahí, el siguiente paso, supongo yo, es renovar la confianza, que no será fácil, al contrario, es de lo más difícil, pero yo sé que lo lograremos, y si lo logramos, yo pienso que continuaremos con nuestra relación, pero ahora más unidos, pues hemos logrado superar demasiados obstáculos. 

Sonrío, pues me siento satisfecha con mi imaginación, y si, se hace como yo pienso, muy pronto, podré estar entre sus brazos de nuevo. 

A la mañana siguiente, me levanto con muchos ánimos, deseando con toda mi alma ya arreglarme con Alexy, o al menos, el primer paso de mi plan. 

Me visto, con algo decente, para verme bien frente a él. 

Salgo de casa despidiéndome bien de mis padres, y noto su felicidad al volver a verme feliz. 

Camino con paso alegre y en la entrada de la escuela, veo a Jade. 

A mi dulce Jade. 

Está regando las plantas y puedo ver ojeras que remarcan sus hermosos ojos, y entonces sé que es mi culpa y quiero arreglarlo, pero cuando me ve, se aleja, con la cabeza gacha, para no verme y la tristeza me consume de nuevo. 

No lo quería perder. 

Él era un buen amigo, y a pesar de mis sentimientos o de los suyos, podríamos haber seguido siendo grandes amigos si no fuera por mi culpa. 

Todo es por mi culpa. 

Entro a la escuela ahora con los ánimos por el suelo, y a nadie le sorprende, así había estado este mes, y antes trataban de alegrarme, ahora solo se mantenían a mi lado, sin importarles cómo estaba, sólo para tener su apoyo, y eso sí me gustaba.

Me encuentro con Zurik en el pasillo y me recibe con su habitual sonrisa divertida y eso me pone feliz a mí también, pues me recuerda de que veré hoy a Alexy y trataremos de solucionar las cosas. 

— ¡Hola! — La saludo y me saluda con la misma alegría. 

— ¿Cómo estás? — Me pregunta y sé que se refiere a lo del día anterior. 

— Sí, sí. No te preocupes. Estoy bien. 

Caminamos juntas por todo el pasillo en silencio, con sólo saber que teníamos la compañía de la otra. 

Pero entonces, diviso a Alexy y Armin hablando con animosidad y sé que es mi momento. 

Zurik no se da cuenta de que yo ya me quedé atrás y sigue caminando, pero no me interesa, es mi momento de hablar con él. 

Tomo una gran bocanada de aire y camino hacia él. 

En cada paso que doy, mi corazón se acelera y sé que estoy nerviosa, al igual que emocionada. 

En mi mente se repite una y otra vez el sentimiento de estar junto a él, de besarlo y de saber que cuando lo llame, él vendrá. 

Cuando estoy apunto de llamar su atención, escucho algo que me deja helada:

- Oh, Armin, tengo que decirte algo nuevo. - Dice Alexy, cambiando de tema, del que estaban hablando antes. 

- Sí, claro. Dime. 

- ¿Tú... Conoces a un chico que normalmente está afuera? 

- Eh... ¿no? Me refiero, muchos casi todo el tiempo están afuera. - Contesta con ironía Armin.

Alexy sonríe, divertido, pero niega. 

Se acerca al oído de Armin y le susurra algo, me parece que un nombre, porque Armin asiente, como si ahora comprendiera todo. 

- Sí, lo conozco. - Comenta Armin, todavía asintiendo. 

- Pues... Creo que me está empezando a gustar. 

El aliento se me escapa y tengo tomar mucho aire para no jadear del repentino dolor. 

- ¿E-en serio? - Armin parece que tampoco se lo cree. 

- Sí, sí. Es que él es tan lindo. Es muy amable y considerado. Además, llevo unos días hablando con él y es... perfecto

La manera en la que dice que es "perfecto" me mata, lo dice con tanto añoramiento y cariño que me hace pensar que él jamás me describió así. 

Doy un largo suspiro, trgando el nudo en mi garganta, levanto mi cabeza y me voy con paso lento. 



Alexy

Después de decirle a Armin que para mí, Jade parecía una de las mejores personas, bajo la mirada y digo:

- Pero jamás será como Sucrette. 

Armin suspira, aliviado mientas mira al cielo. 

- Dios, creí que te habías olvidado de ella y ya te iba a pegar. - Me dice. 

Río un poco, pero de nuevo me siento mal. 

- La extraño tanto, Armin. Siempre pienso en ella. Parece imposible dejar de pensar en ella. Y cuando conocí a Jade, y empezó a gustarme, creí que era mi momento de olvidarla, o al menos ya no sentirme tan solo, pero no funcionó. Mi mundo es Sucrette. 

- Pues mira, hermano. Sólo habla con ella. Explícale justo lo que me dijiste, que le a extraña y que todavía la amas, y si, en su caso ya no es así, que tú sólo querías que ella lo supiera. 

Asiento, pues me gustan sus palabras y sé que a Sucrette también. 

Nos despedimos y sé que es mi momento. 

Estoy seguro de que ahora las cosas se arreglarán. 

Alexy... ¿Es gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora