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-Iré a mi casa a ver si está allí o si piensa ir allí en algún momento-, habla Marco y Peter asiente –te dejaré mi número por si regresa-, Peter asiente de nuevo-. ¿Cuál es el problema de tu padre? –Pregunta Marco sin poder contener su molestia.

-Honestamente, no lo sé. Sé que mi relación con Leah no ha sido muy buena desde lo que sucedió con Dirk, pero antes de eso fuimos muy unidos y yo solía defenderla de mi padre. No siempre fue así, por supuesto, pero desde que lo noté intentaba defenderla y cuando le preguntaba a mi padre, él me ignoraba y decía que no era asunto mío –dice haciendo un levantamiento de hombros. Marco no está nada feliz por ello pero no culpa a Peter por eso.

-Lámame si necesitas algo –le dice levantándose y dirigiéndose a la salida. Peter solamente asiente y lo observa irse.

Marco regresa a su casa y no hay señales de que ella hubiera estado allí en algún momento. Decide llamar a todos los que la conocen pero ninguno sabe de ella, él les decía que no debían de preocuparse pero con cada llamada que hacía se preocupaba más y más.

-¿Hola? –Dice contestando a un número desconocido.

-¿Marco? –Dice una voz conocida.

-¿Sí?

-Soy Peter, ¿has sabido algo de Leah? Han pasado horas y no ha regresado –Marco puede percibir el tono preocupado en él.

-Aún no-, dice intentando dar un poco de esperanza.

-Creí que Leah había dejado de hacer esto.

-¿Qué cosa? –Pregunta Marco, confundido.

-Huir tras una discusión, al principio nos preocupábamos pero luego supimos que siempre iba a la azotea, pero ya no estamos en casa... -cuenta Peter.

-¡Ya sé dónde está! –Exclama, Marco, repentinamente.

-¿Lo sabes? –Pregunta confundido.

-Te digo luego, tengo que irme, creo saber dónde está –dice ahora no muy convencido antes de colgar.

Marco busca ciertas cosas antes de irse y las sube a su auto para luego ir en busca de Leah.

-Hola, ¿puedo ayudarle en algo? –Menciona una señora al verlo caminar un poco desubicado.

-Sí, estoy buscando a mi novia. No sé si la ha visto por aquí. Es rubia, como de su tamaño –ella lo observa sin mostrarse convencida con la descripción –sí lo sé no ayuda mucho.

-Yo la vi –dice alguien tras él. Él voltea y mira a un chico de unos dieciocho años aproximadamente.

-¿Cómo sabes que era ella? –Dice la señora.

-Está en los periódicos, Leah Jacobitz, la novia de Marco Reus –dice él chico.

-¿Sabes dónde está? –Pregunta, Marco, desesperado.

-Sí –dice asintiendo también con su cabeza –en Regenbogenhaus.

-Lo sabía –dice, Marco, comenzando a caminar –gracias, chico –dice al pasar a su lado.

-Oye, espera, espera –le dice, Marco se detiene y lo observa confundido -¿Me puedo tomar una foto contigo? –Marco ríe y asiente, luego se toma la foto con el chico. Al final de todo, se la merecía.

-Solo un último favor –les dice a ambos. Les pide el favor y luego camina en busca de Leah.

-Leah –dice aliviado.

-¿Marco? –Menciona Leah, extrañada al ver a Marco.

-¿Aquí está bien? –Pregunta el chico, Marco asiente y el chico deja los leños en el suelo y se despide.

Bound To You - Part OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora