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-Estoy exhausto –dice Marco dejándose caer sobre la cama. Leah se ríe y se sienta a su lado, Marco pasa su mano sobre su espalda y la soba suavemente.

-Exageras. A penas fueron como tres canciones –le dice burlándose.

-Estoy seguro que fueron las más intensas –deja caer sus brazos, quedando estirado como estrella. Ella se ríe nuevamente.

-Tengo que aceptar que nadie bailó mejor que tú en la del cocodrilo –Marco ríe.

-Aun no puedo creer que Ilkay haya ganado –dice negando con su cabeza. Leah se ríe. –Pero a la próxima le ganaré –ella sonríe y se recuesta a su lado mientras lo abraza.

-No creo que me dejen elegir de nuevo.

-Estoy seguro que alguien más lo hará por ti –Leah lo mira con una sonrisa sin creerle pero él ya no tiene los ojos abiertos. Leah ríe de nuevo y cierra sus ojos también.

-Leah –le habla Marco con suavidad mientras hace círculos en su brazo con su pulgar. Ella solo hace un sonido para que sepa que lo está escuchando-. ¿Te puedo preguntar algo? –Ella se reacomoda un poco preocupada. Generalmente solo pregunta las cosas y ya, pero si empieza de esa forma puede que no sea muy agradable.

-Está bien –dice confundida.

-¿Por qué nunca usas mi playera en los partidos?

-¿A qué te refieres?

-La playera del Borussia Dortmund, con mi número y nombre en la espalda...

-Oh... -dice entendiendo a lo que se refiere pero no dice nada más, pasan unos minutos y ella sigue sin contestarle a Marco.

-¿Y bien...? –Le dice esperando una respuesta.

-No lo sé –contesta suavemente, evitando su mirada.

-¿Cómo no lo sabes? –Pregunta entre molesto y confundido.

-Nunca lo he pensado... ¿hace cuánto piensas en ello?

-Solo tenía curiosidad –dice Marco un poco más tranquilo.

-Oh... está bien –contesta un poco incomoda. Permanecen en silencio por unos minutos hasta que Marco decide hablar aun con la duda rondando en su cabeza.

-¿Aún quieres seguir apoyando al Múnich?

-¿Qué? –dice levantándose de repente.

-¿No quieres que tu padre o tu hermano te vean usando una camisa del Dortmund?

-Marco...

-¿Te avergüenzas de nosotros o algo así?

-Marco, para –le hace señas con sus manos para que se detenga-. No es nada de eso. No apoyo al Múnich, no me importa que piense mi padre o mi hermano y jamás me avergonzaría de ustedes.

-¿Entonces no lo entiendo? –niega con la cabeza.

-Yo, solo no lo sé. Si lo hiciera te diría. En serio nunca había pensado en ello, pero si tanto te importa...

-No te estoy presionando, solo tenía curiosidad.

Ambos se observan incómodos sin hablarse.

-Solo... Si alguna vez decides usarla hazlo porque realmente quieres usarla y no porque te lo pregunté.

Ella asiente y muerde su labio. Marco la observa y la acerca a él.

-Ya no pensemos en eso, ¿sí? –la abraza y le da un beso en el cuello. Ella solo deja que él la jale y asiente-. No te preocupes, liebe. Todo está bien.

Bound To You - Part OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora