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Llega a la habitación de Leah pero no se encuentra allí, pero escucha ruido en el baño. Entra al cuarto de baño y ella pasa una toalla sobre su rostro, Marco puede escuchar que da grandes suspiros. —Leah, necesitamos hablar.

Ella gira su cuerpo rápidamente y su rostro refleja susto. Ella coloca su mano en su pecho sintiendo la fuerza de sus latidos. —Dios, Marco. No te escuché llegar. Estoy empezando a creer que necesito hacerme un examen de oídos o colocarles unos cascabeles a todos, siempre me asustan.

Marco la observa con seriedad. Y llena a Leah de nerviosismo. — ¿Sucede algo? —Pregunta con cautela. Este día se vuelve cada vez más difícil. Solo desea que este día se acabe.

— ¿Qué hay entre tú y Robert? —Pregunta con mucha seriedad. Ocultando su temor con su molestia.

—No entiendo tú pregunta. ¿De qué estás hablando exactamente? —Pregunta confundida. Ella no tiene ni la más mínima sospecha.

—Estoy hablando de que los vi a ustedes juntos —habla empezando a molestarse.

— ¿Nos has visto? —Sigue hablando con confusión — ¿Cuándo? ¿Y a qué se deben estas acusaciones?

—Leah, hoy, hace un momento —comienza a alterarse, pero al darse cuenta intenta calmarse. Resopla y continúa —Yo los vi.

— ¿Nos estabas espiando? —Pregunta cruzada de brazos.

—No intentes dirigir esto hacia mí, Leah. —Le advierte—. Esto no es sobre mí. Es sobre ti. Sobre ustedes dos. —Aclara—. ¿Qué hay entre ustedes?

—No hay nada, Marco. —El revolea los ojos y Leah se acerca más para que la vea a los ojos y pueda entender—. No hay nada entre nosotros.

— ¿Quieres que crea eso? ¿Después de lo que vi? —Levanta una ceja no creyendo que ella lo considere tan incrédulo.

—Lo estás malinterpretando todo...

—Yo no estoy malinterpretando las cosas. ¿De qué otra forma esperas que interprete lo que vi? —Habla desesperado y alzando la voz.

—Pues de la forma que realmente es. —Ella también empieza a alzar la voz automáticamente para igualar la forma con la que le habla él—. Con la verdad, no todo lo que tú puedas estar imaginando.

—Ustedes dos estaban teniendo un momento demasiado íntimo, ¿crees que no he visto esa mirada en ti?

Ella bufa, niega con la cabeza y lo mira con confusión—. ¿Qué mirada? Marco, nosotros solo hablábamos de... —duda en qué palabras utilizar. ¿Debería decirle o no es algo que a ella le corresponda? Prefiere reservarse eso —algo muy personal para él.

Marco suelta una risa, no lo puede creer. Niega con la cabeza y se cruza de brazos. —Marco, solo estás malinterpretando todo. Y no entiendo por qué. Sé que sí se pudo ver mal pero... no hay nada entre nosotros dos. Solo somos amigos.

Marco suelta una carcajada. —Eso no es algo que los amigos hagan, Leah.

—Marco, yo sería incapaz de hacerte algo así.

—Supongamos que es cierto lo que me dices... —Leah se siente ofendida al escuchar tal frase—. Entonces dime, para que pueda entender mejor, ¿qué puede ser tan personal como para que hayan estado así?

Leah toma una bocanada de aire y la retiene. Se queda muda y desvía su mirada de él. Deja salir el aire cuando ya no puede contenerlo más y finalmente logra hablar. —No me corresponde a mí decirlo—.

— ¿A qué te refieres con eso?

—No es mi secreto... es algo que solo Rob puede decirte.

— ¡Qué conveniente! —Dice con sarcasmo.

Bound To You - Part OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora