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Luego se corta confesión a los chicos sobre su relación, sin darles muchos detalles, Leah y Marco siguieron tranquilamente con ella. No habían pensado que según el resto del mundo no estaban saliendo, a pesar de que sí salían a cenar nunca demostraban su cariño en público, no porque no querían que los demás lo supieran sino que ya era algo natural en ellos. Estaban tan acostumbrados a estar de un lado a otro como amigos que aún seguían comportándose así la mayoría del tiempo.

Mario al principio estaba incómodo con su relación pero luego de un tiempo se dio cuenta que eran el uno para el otro, ya había logrado superar su pasado con Leah. Pero Leah aún lo notaba extraño, tal vez no era por la relación con Marco pero sabía que algo andaba mal.

-Oye, Mario –dice Leah desde el sofá. Él voltea su mirada y espera a que continúe –ya no me dijiste porqué me dejaste plantada el día de la gala.

-Oh... -dice sorprendido, no esperaba tener que hablar sobre ello aún pero de todas formas estuvo pensando en hacerlo todo este tiempo así que ya iba siendo tiempo de hacerlo.

-No importa, puedes decírmelo cuando estés listo... -voltea su mirada al televisor-, solo era un recordatorio.

-No-, una corta palabra pero su tono de voz provocó que Leah volteara inmediatamente hacia él, junta sus cejas en confusión-. Solo esperemos a que Marco vuelva, ¿sí?

Leah asintió pero estaba muy confundida, parecía más serio de lo que creía, ¿es por esto que estaba tan raro?, se preguntaba. Marco estaba en la cocina preparando unos nachos y para Leah fue como si él ido a ordeñar a la vaca para poder transformar el queso, porque el tiempo se sintió tan eterno.

Marco aparece finalmente con una sonrisa mientras toma unos nachos en el camino, lo deja en la mesa y Leah regresa su mirada fija a Mario. Marco al verlos tan serios se endereza y deja de sonreír, sus labios se tuercen hacia abajo y sus ojos hacen movimientos rápidos de Leah a Mario y viceversa.

-¿Qué está sucediendo? –Pregunta confundido.

-Es algo muy importante lo que debo decirles... -comenta Mario muy seriamente. Leah y Marco se observan entre sí confundidos esperando que el otro sepa a qué se refiere Mario, pero ninguno parece saber algo.

-Está bien –dice Leah dudando. Leah desenrolla sus piernas y se sienta bien. Mario se encuentra muy nervioso.

-Quiero que se enteren por mí antes de que lo escuchen de alguien más... -hace una pausa, Marco y Leah siguen confundidos pero prefieren esperar a que Mario pueda explicarse –el año pasado tuve una reunión Guardiola –al momento en que ambos escucharon ese nombre, supieron de qué iba la conversación, a ninguno le agradaría esto –y también he hablado unas cuantas veces con él por teléfono... -Mario nota que la expresión de ambos ha cambiado de confundida a seria-.

-Ve al punto –habla Marco conteniendo su molestia.

-Me ha ofrecido fichar por el Bayern... -ni Marco ni Leah lo observaban, Leah parecía tan perdida en la habitación que Mario empezaba a dudar si siquiera le estaba prestando atención y Marco, bueno... él lucía como si estuviera conteniéndose para no gritarle.

-¿Y? ¿Qué has dicho?–, pregunta Marco, esta vez sin intentar ocultar su molestia.

-Que lo pensaría –Leah parece reaccionar y lo observa de una forma que no logra comprender. Marco juega la quijada y mantiene sus labios formando una fina línea recta.

-Si lo fueras a rechazar no nos lo hubieras dicho –afirma Marco.

-Claro que les diría –dice Mario inmediatamente –ustedes son mis mejores amigos.

-¿Lo vas a rechazar? –Pregunta Marco levantando una ceja.

-Bueno, no lo creo. Él me ha dicho cuáles son sus planes para mí y no lo sé...

-Lo ves, ya lo tienes resuelto. Ya me has dicho, ya cumpliste, ya me puedo ir –dice y sin más se levanta y se va. Ni siquiera se llevó sus nachos.

Mario lo observa alejarse y mantiene su mirada fija a la puerta por dónde Marco salió molesto, él sabía que obtendría este tipo de reacción y por eso había intentado evitar este tipo de confrontación pero luego descubrió que no importa lo que hiciera, Marco no iba a reaccionar de la mejor manera. Mario en cierta forma se sentía culpable, él creía que Marco tenía razón en enojarse.

-¿En serio te irás? –Pregunta Leah con un hilo de voz. Mario sale de su trance y observa a Leah, sus ojos están llorosos y aunque lo pregunte no siente ni un poco de esperanza. Mario asiente.

-Al final de la temporada –dice con voz temblorosa. Da un trago amargo y observa con más dolor a Leah. Ella se levanta y se abalanza rápidamente sobre Mario, él se aferra a ella con todas sus fuerzas. Leah solloza en sus brazos y Mario solo la aprieta más.

-Te voy a extrañar mucho –dice limpiando sus lágrimas.

-Todavía estoy aquí –le dice con dificultad, sabía que sería difícil pero verla llorar hace que él también quiera hacerlo. Toma su rostro y limpia sus lágrimas, le da una leve sonrisa pero ella solo niega con la cabeza.

-No me hace sentir mejor.

-Lo sé, sé que esto es difícil pero es una gran oportunidad. Es otro paso de mi carrera, lo he pensado mucho, créeme que lo he pensado miles de veces pero en serio creo que esto puede ser una gran experiencia para mí.

-Yo lo sé, Mario –dice viéndolo directamente a los ojos-, es solo que me harás mucha falta.

-Estaré a unas cuantas horas de aquí...

-No es lo mismo, Mario... -se aleja mucho de él –ya no estarás allí cada vez que te busque, estarás allá, muy lejos de mí. Sé que suena egoísta pero es que... Dios, te amo tanto.

-Leah –dice con voz quebrada, sus defensas han caído totalmente, una lágrima se desliza por su mejilla-. Yo también te amo, sé que es difícil y yo también te voy a extrañar mucho pero... Dios, no lo sé. Marco también está molesto y no lo sé, debí hablar antes con ustedes pero sabía que al hacerlo me arrepentiría de mi decisión, tal como lo hago ahora.

-Yo no estoy molesta-, dice sorprendida –claro, me duele pero no estoy molesta contigo. Sé que si has tomado esta decisión es porque ya has pensado en ello miles de veces y tienes una razón suficiente para elegirla. Yo te apoyo en lo que quieras hacer, pero eso no me hace extrañarte menos.

-Gracias –dice con una sonrisa, ella intenta devolverla pero solo le sale una sonrisa algo torcida.

-No es nada –se acerca y lo abraza nuevamente.

-Aún tenemos mucho tiempo para pasar juntos –dice con su cabeza enterrada en su cuello, provocándole cosquillas. Se separan y ella asiente.

-Hay que aprovecharlo –dice ya sonriente.

-Pero creo que será otro día –Leah lo mira con curiosidad-, en este momento creo que Marco no quiere verme... le daré su espacio y bueno, hablaremos luego-. Ella asiente.

-Te quiero mucho, sunshine –Mario ríe al escuchar su apodo.

-Y yo a ti, blondie –le da un beso en la frente y se va. En cuanto escucha la puerta cerrarse, su sonrisa se desvanece y se deja caer en el sofá, resopla y cierra sus ojos por un par de minutos mientras intenta contener sus lágrimas.

N/A: El vídeo es deprimente. 😭 En serio, ¿quién lo puede ver sin sentirse mal y deprimido? Lo bueno es que Marito ya está de vuelta 😅, lo malo es que Marquito no se termina de recuperar por completo 😭. Lo extraño tanto.


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Bound To You - Part OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora