'Cause I knew you were trouble when you walked in
So shame on me nowI knew you were trouble - Taylor Swift
L
eah se pega contra la pared sintiéndose débil, no puede mantenerse de pie. Desliza su espalda hasta quedar sentada contra la pared. Recoge sus piernas y se abraza a sí misma, ahogándose en sus lágrimas.
No pasa mucho tiempo cuando siente una mano en su espalda. Ella levanta la mirada y se topa con el rostro preocupado de Robert, ella intenta decir algo pero nada sale de su boca. —Está bien, Leah. Déjalo salir—. Le dice frente a ella de rodillas, ella se estira hacia él y entierra su rostro en su cuello.
Robert mantiene su agarre, intentando consolarla. Pasa su mano por su espalda, de arriba hacia abajo tranquilizándola.
Al llegar Marco a su casa tira las llaves en el mueble habitual, pero por un error de cálculo éstas se deslizan por el mismo y caen al otro lado del mueble. Marco maldice su mala suerte y sigue caminando.
Él ya no tiene control de su cuerpo, sus piernas se mueven involuntariamente y lo llevan a su cocina. Toma una copa y una botella. Vierte el líquido en la copa hasta llenarla, él se siente solo como un espectador de lo que está sucediendo.
Levanta la copa y la acerca a sus labios. ¿No ha sido esto lo que me ha hecho arruinar todo? Se dice a sí mismo. Aleja la copa y la observa manteniendo una lucha interna de beberla o no beberla. Definitivamente quiere ahogar sus penas, pero tal vez recurrir a lo que lo hizo arruinar su vida no es lo más inteligente que pueda hacer ahora.
Mantiene su vista fija en esa copa, tensa su mandíbula y vierte todo el líquido en el lavabo dejando también la copa allí. Reposa sus manos en el mueble y deja caer su cabeza entre sus hombros. Cierra sus ojos con fuerza intentando reprimir sus lágrimas pero falla totalmente.
Se voltea y deja caer su cuerpo fuertemente contra el suelo. Apoya sus codos sobre sus rodillas, con una mano colgando y la otra cubriendo su cara, intentando amortiguar sus sollozos.
Tras varios minutos en la misma posición dejando que todas sus lágrimas salieran esperando que así esa sensación de vacío por dentro se fuera, lo que nunca sucedió. La expresión de odio y traición en el rostro de Leah se repetía una y otra vez en su mente. No podía creer lo estúpido que había sido. Dejar que sus inseguridades envenenaran su mente y que desconfiara por un momento de Leah, arruinando su relación e intentar ahogar sus penas en el alcohol que no le trajo nada bueno, simplemente empeoró todo.
Sarah. Recordó. Hasta con ella había sido un idiota. Siempre siendo tan malditamente egoísta, ella no merecía ser el daño colateral de sus estupideces. Sarah. Se dice a sí mismo de nuevo, había olvidado que la había dejado aquí, sola.
Se levanta y decide buscarla, suponiendo que no se ha ido, lo cual no cree pero tiene que asegurarse. —Sarah—. La llama pero no contesta nadie. Camina por las habitaciones y logra ver una nota en la mesa de centro del salón.
Espero una explicación. Llámame cuando estés listo.
Marco la lee y la hace una bola de papel molesto consigo mismo por haber sido tan idiota. Bufa y se desploma en el sofá, exhausto. Este ha sido hasta el momento el peor día de su vida, y él ha sido el único culpable de ello.
***
Ya un poco más tranquila y en el sofá con un chocolate caliente que le preparó Robert, Leah observa su teléfono fijamente, meditando lo que está a punto de hacer. Robert la observa desde el otro lado de la habitación, con miedo de decir algo que pueda hacerla recaer, no quiere verla así de nuevo. Le rompe el corazón.
Leah le da otro trago a su chocolate y se da cuenta que está a punto de terminárselo. Muerde su labio, nerviosa, sabiendo que ha tomado la decisión. Levanta la mirada y observa a Robert, quien no le había quitado la mirada de encima. Ella le da una pequeña sonrisa y él se la devuelve con nerviosismo.
Ella regresa su mirada a su teléfono y traga su propia saliva. —Robert—, logra decir. Ella voltea hacia él de nuevo y ve que él está esperando para que ella continúe. — ¿Me prestas tú teléfono? —Se anima finalmente.
—Oh, claro—. Acepta confundido acercándose a ella y tendiéndole el teléfono. Ella le da una sonrisa y lo toma, le da el último trago a su bebida y finge sorpresa, deja la taza en la mesita como señal de que lo ha terminado.
Robert mira la taza vacía. — ¿Quiere más? —Le pregunta cortés. Ella lo observa y asiente con una sonrisa tímida. El asiente de vuelta tomando la taza y alejándose hacia la cocina.
Ella se apresura a marcar el número que se sabe de memoria y antes de presionar llamar da un último vistazo esperando que Robert ya haya desaparecido. La conversación fue más rápida de lo que pensaba y para su alivio se despidió justo en el momento en el que Robert apareció con dos tazas en sus manos.
—Aquí tienes—. Le dice con una sonrisa, ella estira sus manos y Robert le advierte para que no se quemé las manos. —Ten cuidado—.
Ella asiente y lo toma con mucho cuidado. Le devuelve la sonrisa y toma un sorbo. Luego acomoda bien la taza, tomándola de la oreja para poder desocupar su mano y devolverle el teléfono a Robert. —Gracias—. Le dice con sinceridad, él asiente y lo guarda en su bolsillo antes de sentarse a su lado.
Ella sonríe de nuevo y mantiene su mirada al frente, mientras se hacen compañía el uno al otro en silencio.
En este momento se siente con un poco de paz, sabe que esto ha sido su culpa. Ella sabía cómo era Marco y aun así decidió arriesgarse, tal vez no lo pensó bien en ese momento pero ahora todo estaba claro, sabía que debía alejarse de lo que la dañara y seguir adelante.
¿Pero cuánto tiempo le iba a durar ese pequeño arranque de fortaleza? ¿Realmente ha tomado la mejor decisión o se equivocará de nuevo? Se pregunta a sí misma. Ella supone que pronto lo sabrá.
N/A: ¡HOLA! 😀 He vuelto con um capítulo nuevo, aun no he desaparecido. Sé que es más corto que otros pero he decidido que: mejor corto con la inspiración que tengo que esperar y esperar a que pase el tiempo. Así que, esperaré publicar cada vez que tenga inspiración. 😂
¿Y a quién creen que ha llamado Leah? ¿Por qué tanto secreto?
¿Qué tal la perspectiva de Marco? ¿Alguien se siente mal por él o todos lo odian? 🙁
En fin, gracias por seguir leyendo y su apoyo. 😉 Se les quiere.
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Bound To You - Part One
FanfictionLeah Jacobitz, una chica rubia de Múnich que toma la oportunidad perfecta para huir de su pasado. Tras mudarse a Dortmund y conseguir un nuevo trabajo, comienza a experimentar una vida refrescantemente nueva que le permite dejar su pasado en Múnich...