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Sube rápidamente a su habitación, le da una pequeña revisada a su clóset y termina de examinar su habitación esperando no olvidar nada. Toma sus maletas con un poco de dificultad, le toma algo de tiempo acostumbrarse al peso y es más difícil al tener que bajar las escaleras con ellas. Probablemente empacó demasiado.

Una vez abajo, y con un gran cansancio, decide no perder ni un solo segundo así que regresa a su portátil para checar vuelos disponibles. Con suerte podrá encontrar alguno que salga esa misma tarde.

Revisa y encuentra varios completamente llenos, no le importa la destinación, solo quiere salir del país lo más pronto posible. No le importa tener que ir a un lugar inhóspito, a este punto ya no le importa en lo más mínimo.

—Sí. —Suelta aliviada. Encuentra uno que sale en solo un par de horas, tiene tiempo suficiente para ir al aeropuerto y registrar sus maletas.

Robert.

Él dijo que regresaría. No puede irse sin despedirse de él. No después de todo lo que él ha hecho por ella, él no regresará hasta dentro de una hora probablemente. No es tiempo suficiente.

Muerde su labio. Bufa y continúa su búsqueda por otro vuelo. Finalmente logra encontrar otro, uno que sale esa misma tarde.

—Supongo que podré esperar un par de horas más—. Murmura para sí. Inmediatamente lo compra. Cierra esa pestaña y comienza a buscar un hotel, espera que sea un poco más fácil que encontrar un vuelo.

¿Por cuántas noches debería reservar? Ni siquiera sabe si al llegar a ese lugar se quedará, podría ir a diferentes países. No tiene por qué pasar todo un año en un mismo lugar. Duda, pero busca reservas para una semana.

Al menos ese tiempo sí pasará allí, conocer la ciudad. Quién sabe, pueda que le termine gustando y se quede allí después de todo.

Encuentra diferentes opciones y las analiza detenidamente, revisa qué ofrece cada hotel. El servicio, la comida, piscina, hasta revisa si tienen gimnasio. Cualquier cosa que pueda mantener su mente ocupada. Se decide por uno y lo reserva.

Escucha la puerta abrirse y voltea rápidamente. Robert. Con una bolsa en sus manos, pero totalmente concentrado en algo a lo lejos. Ella sigue su mirada y se da cuenta porqué está tan tenso. Sus maletas.

Ella da un trago amargo y muerde su labio. Suspira. Esto será más difícil de lo que creyó. Echa un pequeño vistazo a su portátil para ver la hora. Es tarde. Por ser tan meticulosa con los hoteles no se percató de la hora, y desde su punto de vista, se fue volando.

—Supongo que te han dado las vacaciones—. Dice aún concentrado en las valijas, luego dirige su mirada hacia ella. Ella asiente y le da una mirada de disculpa. Él le da un pequeña sonrisa y se voltea para cerrar la puerta.

Leah se acerca cautelosamente y él le sonríe de nuevo. —Robert. Yo...

— ¿Vacaciones o sabático? —Ella desvía rápidamente su mirada, comprendiendo lo que eso significa le sonríe de nuevo. —Es lo que querías ¿no?

Ella lo mira nuevamente pero no aguanta mucho tiempo antes de regresar su vista fija al suelo. —Es más difícil de lo que creí—. Confiesa.

Él suelta una pequeña risa. —Probablemente. Pero esto es lo que necesitas... ¿no?

Ella lo observa y las lágrimas empiezan a deslizarse por sus mejillas. Él se acerca y limpia su rostro. —No lo sé.

—Leah, si no quieres...

—Sí quiero— lo corta inmediatamente. —Es solo que antes no fue tan difícil. Mi papá me odiaba, mi hermano estaba más interesado en Dirk que en mí, y Dirk había consumido todo de mí que casi no tenía amigos. Y los que tenía eran más casuales que verdaderos amigos....

Se le hace un nudo en la garganta. —Con ustedes es diferente. Irme solo así, ustedes no tienen nada que ver en esto. Probablemente esta no sea una buena decisión. Yo...

Él la observa detenidamente, sus labios tiemblan con indecisión. Cubre su boca para ocultarlo. Ella considera dejar a un lado lo que quiere, lo que necesita, por ellos. Verla así le duele mucho y aunque quisiera que se quedara sabe que esto puede ser lo mejor para ella.

Limpia nuevamente sus mejillas y levanta su mentón. Ella descubre su boca y deja caer su mano instintivamente. Vulnerabilidad. Eso es lo que ve. Sus labios se encuentran entre abiertos y se siente tentado, ella traga saliva y eso hace que él levante la vista hacia sus ojos, volviendo en sí.

Él la observa con suavidad. —No te preocupes por nosotros, estaremos bien mientras tú lo estés.

Ella lo observa intentando descifrar si habla en serio o solo lo dice para que no se sienta mal, pero en sus ojos solo puede ver sinceridad. Realmente lo piensa.

Ella intenta decir algo pero el nudo en su garganta se lo impide. Él baja su mirada de nuevo a sus labios haciendo que la sonrisa que le daba se desvanezca, deja caer su mano y ella observa que la empuña. Ella regresa su mirada hacia su rostro y nota que tiene la expresión como si alguien lo estuviera torturando. ELLA.

— ¿Cuándo sale tu vuelo? —Ella siente como si estuviera desviando el tema. —Ya reservaste ¿no?

Se aleja de ella. Siente una punzada en su corazón, sabe que lo está dañando. —Sí, sale esta noche.

— ¿Ya reservaste hotel? —Camina hacia su portátil. Ella corre para cerrarla y asiente rápidamente. Él se extraña por su comportamiento. — ¿Qué sucede, Leah?

—Ya sabes demasiado, Robert. No quiero meterte en más problemas.

— ¿A qué te refieres? —Frunce el ceño. — ¿Por qué no quieres que sepa a dónde vas?

—No quiero que ÉL lo sepa.

Robert se siente ofendido. — ¿Y crees que yo le diré?

Ella baja su mirada —No quiero que te metas en más problemas por mi culpa. No quiero que mientas por mí. 

N/A: Una vida después y actualizo. Lo siento tanto. Pero me sentí tan bloqueada que cada vez que intentaba escribir me bloqueaba más. Pero al fin, lo he logrado aunque sigue siendo corto pero preferí publicar así a no publicar nada. Espero empezar a agarrar ritmo de nuevo. Espero aún no hayan perdido la esperanza de que actualizara... O se hayan olvidado de la historia. Lo siento por eso. 

Bound To You - Part OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora