Bound To You - Part One

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 "I didn't mean to hurt you
I'm sorry that I made you cry
Oh my I didn't want to hurt you
I'm just a jealous guy"

John Lennon - Jealous Guy

-Gracias –le dice Leah, Robert la observa confundido y ríe.

-¿Por qué? ¿Por darte una paliza? –Se burla presumiendo.

-No seas tonto –le dice empujándolo un poco –me refiero a que te agradezco por haber venido hasta acá e intentar levantarme el ánimo mientras que deberías estar celebrando con los demás.

-No es nada, Leah –le dice retirándole un mechón de su cabello.

-Para mí es mucho –le dice con una sonrisa ladeada. Robert le sonríe un poco avergonzado –eres un buen amigo Robert. No sé qué haría sin ti.

-Serías un alma perdida –le contesta en broma. Ella ríe y se abalanza sobre él provocando que ambos caigan sobre la cama.

-Oye, no te haría mal bajar un par de kilos –habla Robert entre quejidos.

-¿Eso te parece? –Le dice intentando hacer más peso sobre él. Él suelta un quejido y ella ríe más, Robert no lo puede evitar y ríe también.

Leah permanece con sus brazos cruzados sobre el pecho de Robert mientras lo observa reír.

-Creo que estoy muy cansada –le dice con sus ojos a punto de cerrarse-, no sé cómo le haces para aún estar despierto luego de un partido tan exigente como este... -reacomoda su cabeza, dejando su oreja pegada al pecho de Robert.

-No lo sé, adrenalina, tal vez –ríe-, tal vez sí hicieras más ejercicio como nosotros aguantarías más, y de paso bajarías esos kilos extra que tienes –Robert cierra sus ojos esperando un pequeño golpe de Leah pero los abre al darse cuenta que no iba a llegar, ella se ha quedado dormida sobre él.

Robert cierra sus ojos por un momento dejándose llevar por el cansancio. Él estaba totalmente exhausto, pero no quería decirle nada a Leah, quería lucir fuerte frente ella.

Pasa un rato decidiendo si quedarse o mejor marcharse a su habitación pero sabe que lo mejor es que regrese por dónde vino por lo que cuidadosamente deja rodar a Leah devuelta a su cama logrando levantarse.

Antes de irse la observa por unos segundos, pasa su mano por su rostro y sonríe al verla tan tranquila. Se acerca para depositar un tierno beso y por un momento se detiene a centímetros de su rostro. Siempre ha considerado que es una mujer hermosa pero más que eso es una mujer inteligente, cariñosa, divertida y todo lo que cualquier hombre pudiera pedir, pero no es para cualquier hombre, ella ya ha decidido con quién estar. Levanta su mirada y dirige sus labios hacia su frente, depositando el beso allí.

-Descansa, Leah –dice antes de retirarse.

Se aleja con cuidado de no hacer ningún ruido. Al abrir la puerta se encuentra con Marco a punto de tocar la puerta.

-¿Qué hacías allí? –Pregunta molesto.

-¿En serio, Marco? Acabas de pelear por ello, ¿quieres seguir?

-¿Y a ti que te importa? –Pregunta a la defensiva.

-Leah, es mi amiga. No quiero que salga herida porque tienes problemas de auto estima.

-¿Problemas de auto estima? ¿Hablas en serio? –dice con una risa fingida.

-¿En serio crees que ella es capaz de engañarte? ¿Crees que es posible que ella si quiera lo considere? Tú solo tienes miedo que en algún momento Leah crea que no eres suficiente para ella –Marco rechina los dientes-. La verdad duele Marco, solo olvídate de eso y discúlpate con ella. Es lo único que necesita escuchar.