Lo Invisible LI#1

CAPÍTULO 19-.

Nos quedamos así un buen rato, tanto que empiezo a no sentir las piernas aunque no me molesta.

Oigo un ruido extraño, es como si algo se estuviese resquebrajando, me llama la atención porque el ruido suena muy fuerte y cerca pero yo no he visto a nadie, no creo que nadie sepa donde estoy.

Creo que voy a ver de dónde venía ese ruido, seguro que es Trevor, no hay nadie más que sepa que existe este sitio a parte de Trevor y yo y bueno, ahora Sandy también.

— Sandy, ahora vuelvo voy a ver qué es ese ruido ¿Vienes?.

— No, creo que me voy a quedar un rato más viendo las estrellas, no tardes mucho Peter y ten cuidado — Lo dice sonriendo y agradezco que se preocupe por mí, hacía tiempo que no había nadie que lo hiciese.

No estoy muy seguro de lo que estoy haciendo pero tengo que saber de dónde viene ese ruido, no he visto a nadie cuando hemos venido y por eso me extraña tanto.

Cruzo por los árboles intentando escuchar algo y de vez en cuando escucho una especie de sirenas de alarma, me voy acercando a donde procede ya que el sonido se va intensificando hasta que llego a una pared de piedra, pongo el oído cerca de la pared y puedo oír las sirenas, no es solo las sirenas, puedo oír pasos, son pasos humanos.

Palpo la pared pero no encuentro nada ¡Eureka!.

Encuentro una parte de la pared de piedra que no tiene relieve, está totalmente lisa ¿Como puede ser? No creo que la naturaleza haya hecho esto, doy unos golpes y me doy cuenta que no es roca, es metal, observo un poco mejor y me doy cuenta de que tiene una inscripción, para mi desgracia está en otro idioma que no conozco, tal vez sea alemán.

Paso mis dedos por toda la superficie y tiene forma rectangular, no es muy grande, más o menos de mi altura.

Acerco otra vez mi cara a la pared, esta vez oigo también algunos gritos, por los pasos diría que la gente está corriendo, alguien da unos golpes en la puerta y me sobresalto, vuelvo a pegar la oreja y oigo que grita unas palabras que no soy capaz de entender.

Las alarmas siguen sonando cada vez más rápido, alguien vuelve a grita algo que esta vez sí entiendo.

— ¡Pónganse a cubierto todos! — Se nota en su tono que está desesperado pero ¿Por qué?.

Lo primero que pienso es en quedarme para intentar adivinar lo que ocurre, se oye una explosión y mi instinto me pide que corra, en lo primero que pienso es en Sandy, ¡Está sola en el acantilado! Voy corriendo como puedo, noto como las ramas de los árboles me arañan la cara y voy tropezando con las raíces, noto como me empiezan a escocer los pequeños arañazos pero no me detengo.

Oigo una segunda explosión, esta es más grande que la segunda, veo como los árboles van desapareciendo y veo que Sandy está quieta con una mueca en la cara.

Una tercera explosión suena, esta retumba en mis oídos y observo un fogonazo de luz, siento un fuerte espasmo en la espalda y noto un fuerte dolor por toda la columna, este se va extendiendo por el cuerpo y me doy con la cara en el suelo, miro al cielo y veo rayos saliendo de donde he venido, veo mucho humo y la cara de Sandy, está encima de mí y me está diciendo algo aunque lo único que consigo oír es un desagradable pitido, siento como me baja sangre por la boca. Mi espalda vuelve a sufrir otro espasmo y lo único que puedo hacer es gritar, no consigo que el grito salga si no que se me queda pegado a la garganta.

Me empieza a quemar el pecho y no siento las piernas, intento mover la mano pero no puedo, me habré tenido que romper algún hueso, vuelvo a oír esa voz.