CAPÍTULO 35-.

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Caminamos por una gran calle con lo que parece ser grandes teatros y cines, apenas se sostienen en pie. Los carteles publicitarios de los que serían famosas obras de teatro y películas quedan en el suelo, erosionados por lo que deben de haber sido varios años sin ninguna presencia humana.

— ¡Vamos a entrar! — Oigo gritar a Taison en donde quiera que esté.

Lo busco por todos lados y lo encuentro mirando lo que parece ser un edificio, abovedado en el techo y con un letrero del cual solo queda una "A" en dorado.

Nadie ha dicho nada pero la verdad es que me llama la atención, luego iremos a los rascacielos.

Susan parece conforme con la decisión de Taison por lo que nos apresuramos a entrar. Nada más entrar un pasillo de polvorientas alfombras rojas se abre paso delante de nosotros, al final una estructura redondeada de lo que sería las taquillas se encuentra en un estado pésimo, los cristales están totalmente rotos y el polvo que predomina por todas partes no deja tregua alguna a mis pulmones.

Pienso en todas las historias y horrores que han debido ver y pasar las desconchadas paredes que aún conservan parte de su pintura clara y sus remates dorados, algunos anuncios de películas de las cuales no conozco luchan por quedar sujetas a las paredes.

Los tres andamos muy despacio, nadie excepto yo parece darse cuenta de un ruido que proviene del final, lo que tienen que ser las salas de este cine o teatro.

Al parecer este debía de ser de los teatros o cines predominantes en la ciudad, es el más grande y parece que era para gente de clase alta, todo estaba decorado de una manera elegante pero sin estar muy recargada.

Avanzo en dirección a dónde creía haber escuchado el sonido, al parecer hay solo una sala, es cuando intuí que se trataba de un teatro.

Una pesada puerta se encuentra al final del pasillo, de color negro y brillante ante la poca luz que entra por la puerta principal.

Un suspiro de alivio escapa de mis labios al descubrir que la puerta no está cerrada, tengo que hacer uso de mis fuerzas para poder mover esa pesada puerta. Las manos de Susan me ayudan a terminar de abrirlas, se lo agradezco con una sonrisa mientras accedemos todos al interior de la sala.

Oscuridad, solo hay oscuridad y la sala está fría y húmeda, a saber cuánto tiempo ha estado sin ver la luz. No sé en dónde estoy ni si es peligroso ¿Qué pasa si lo que ha producido ese sonido nos atacase? Carentes de visión somos un blanco fácil. — ¡Lo tengo! — Me sobresalta la voz de Taison seguida de unas luces tan fuertes que me veo obligado a cerrar los ojos.

Voy acostumbrándome a la luz para terminar viendo una espectacular sala de teatro, los asientos dispuestos de forma redondeada apuntan a un gran escenario con focos.

En el techo una gran lámpara de araña que me recuerda a la que vi en el edificio principal de Mersus, está iluminada por la luz de los potentes focos que suministran iluminación a todo el establecimiento.

El techo abovedado con recargados diseños dorados y pinturas le dan al lugar una imagen de grandeza, aún así el olor a moho es evidente en el lugar, por bastante tiempo la humedad se ha estado adentrando en la sala haciendo estragos en las paredes y en la gran bóveda.

Una vez he paseado por aquella increíble sala mi atención va directa a la tela que divide el escenario de los que suponía eran los camerinos, la tela es de un terciopelo rojo que parece ser bastante pesado.

En efecto la tela de terciopelo es bastante gruesa y pesa mucho, cuando damos con la parte de atrás observamos un boquete en la pared.

No puedo explicar la sensación que me produce, no sé por qué pero estoy seguro de que ese boquete había sido hecho hace relativamente poco, el boquete es bastante grande, cualquier persona de tamaño normal se podría salir fácilmente por él.

Lo Invisible LI#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora