La risa prosigue durante unos segundos más mientras yo miro con impotencia la escena, la rabia empieza a alimentar mi cuerpo de forma rápida.
Con fuertes resoplidos coloco las manos en las posiciones que tantas veces he hecho, la siento, la energía corre por mi cuerpo hacia mis palmas.
Miro al frente para localizar a mi blanco pero solo me encuentro con el cuerpo de Susan, desconcertado miro hacia todos lados, todo parece pasar en cámara lenta, el dolor atronador por mi cuerpo. No me encuentro en el suelo, mi cuerpo parece haber salido disparado por los aires.
La caída me deja sin aire, inspiro con fuerza intentando seguir vivo, se me cierran los ojos pero me obligo a mantenerlos abiertos.
El espectro se me queda en frente, rezo por que sea quién sea que esté viendo este espectáculo lo pare, estamos los dos indispuestos. Se ha acabado.
Espero pacientemente a que llegue el momento. Un sudor frío baja por mi cuello al darme cuenta que ese momento no llega.
El espectro lo sabe, el cuerpo inconsciente de Susan lo sabe, hasta las rocas lo saben, se acabó.
Observo al espectro, esperando a que venga. En vez de eso me da la espalda.
— ¡¿Qué haces?! — Mi desesperación me hace gritarle, mi odio por él me hace gritarle, mis ganas de acabar con el insufrible dolor que me recorre el cuerpo me hace gritarle.
No me hace caso, tiene un punto fijo al que va sin detenerse.
— ¡Susan! — Mi grito sale a duras penas de mi garganta al recordar su cuerpo al pie de la pared de piedras.
Se agacha sobre su cuerpo y sé lo que va a hacer, lo sé porque lo he sufrido. La va a matar.
— ¡Paradlo ya! ¡La va a matar! — Grito hacia dónde quiera que estén viendo esto.
No hay respuesta, se me pasa por la cabeza que no hay nadie mirando. No puede ser, esto todavía no ha terminado.
Una neblina blanca escapa de la boca de Susan, mi rabia vuelve alimentar a mi cuerpo y hago acoplo de todas las energías que tengo.
Me concentro en un objetivo creyendo poder juntar la energía suficiente para tumbarlo.
En el momento que cierro los ojos sé que algo no va bien, la energía fluye en mi interior de una forma distinta, en vez de fijarse en un solo punto recorre mi cuerpo de principio a fin, hace que mi cuerpo parezca flotar, cuando abro los ojos la escena ha cambiado.
Tengo delante a Susan, miro hacia atrás aterrado para descubrir lo que pensaba que acababa de suceder.
Mi cuerpo yace en el suelo a unos pocos de distancia dónde me encontraba hace unos segundos, tengo los ojos en blanco y el cuerpo parece sin vida, solo el movimiento del pecho me confirma que no estoy muerto.
Intento mover la mano del espectro, un grito escapa de mi boca, el espectro quiere controlarme.
En este momento no pienso, actúo. Voy directo hacia la pared de piedra, me asombro con la velocidad a la que voy. Un dolor me indica que no voy aguantar más, el impacto contra la pared de piedras me hace volver a la realidad.
Lo primero que me encuentro es el cuerpo del espectro en el suelo, respira con dificultad. Inmediatamente me miro las manos, ya estoy en mi cuerpo.
Intento incorporarme e ir hacia Susan, nada más apoyar la pierna izquierda un dolor agudo recorre mi espina dorsal lo que me obliga a ir cojeando hacia ella. Una vez a su lado compruebo que respira, solo está inconsciente me recuerdo.
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Lo Invisible LI#1
ФэнтезиPRIMER LIBRO DE LA SAGA LO INVISIBLE Peter Mitrholl, un chico de 18 años, creía llevar una vida normal, no buena pero si normal. ¿Qué pasará en el Campus Masistor para que su vida de un giro radical? ¿Crees en los espíritus? ¿Y en los espectros? Él...