CAPÍTULO 5-.

216 38 53
                                        

— Muy majo Dave — Digo sonriendo.

— ¿Y tú eras el tímido? — Me mira con una mueca bastante graciosa.

— No es muy fácil ser tímido teniéndote de amigo — Intento poner un tono de regaño.

— Entonces no te preocupes, tu etapa tímida queda descartada — Lo dice orgulloso y la verdad es que tiene que estarlo, con Trevor siento una seguridad que no he tenido con nadie.

— Bueno vamos a cambiarnos — Dice adelantándome.

Vamos hasta nuestra habitación, un escalofrío recorre mi cuerpo al recordar lo ocurrido el día anterior.

<<Yo puedo>> Pienso para mí. Cojo aire y me enderezo.

Entro en la habitación y Trevor está en el baño cambiándose, me dejo caer en la cama y observo el techo.

Antes de darme tiempo a pensar nada el ruido de una puerta me comunica que Trevor ha terminado. Dirijo mi mirada hacia él, lleva un bañador rosa oscuro y una camiseta azul marino.

Cojo un bañador cualquiera y me meto en el baño.

Una vez tengo puesto el bañador salgo del baño, Trevor se está quitando las deportivas y se está poniendo las chanclas. Lo imito y me coloco yo también las chanclas, me quedo mirando la pared, durante un segundo he jurado ver el rostro de un lobo, pero al instante ha desaparecido.

Miro hacia Trevor, está moviendo los labios.

— Vamos a llegar tarde ¡Date Prisa! — Pone los ojos en blanco.

— Vale me pongo las chanclas y voy.

Trevor sale de la puerta y me pongo las chanclas lo más rápido que puedo, antes de salir miro a la pared y el rostro ha vuelto a parecer.

Me acerco y lo toco. Una corriente eléctrica pasa por mi cuerpo y oigo mi nombre en susurros, asustado dejo las deportivas en el suelo, cojo una toalla y vuelvo a mirar una última vez, ya no está.

Decido no hacerle más caso y voy corriendo a reunirme con Dave y Trevor.

— ¡Por fin llegas! ¿Dónde estabas? — Pregunta Dave observando mi vestimenta.

— Pregúntaselo a Trevor que ha estado como veinte minutos en el baño — Intento que toda la culpa vaya a parar a Trevor.

— Haber llegado antes — Dice de manera indiferente.

— Siento no ser tan rápido como tú — Al final acabó sonriendo, no quiero sonar muy borde con la persona que compartiré la mayoría de mi tiempo.

— Bueno ¿Nos vamos? — Pregunta Dave bajando ya las escaleras.

Vamos detrás de él, esta vez algo más despacio. Dave y yo nos pasamos la mayoría del paseo hablando de Pasadena y mientras Trevor está con el móvil.

Nunca me había fijado, entre todos los edificios hay uno que sobresale, me doy cuenta de que es el mismo que vi desde el autobús, el aulario, un edificio acabado en una larga aguja.

Vamos por una calle de asfalto que nos lleva a un poste lleno de señalizaciones. Cogemos el camino de la izquierda derechos a la piscina.

Pasamos por varios parques, hay gente dibujando o descansando, a lo lejos vemos a Sandy.

— Hola chicos ¿Vais a la piscina? — Lo deduce por las toallas y los bañadores.

— Si ¿Te vienes? — La invito con el consentimiento de mis compañeros — Por cierto este es Dave — Me aparto para que se puedan ver.

Lo Invisible LI#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora