Capítulo 12

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POV Camila

El modelo me miraba fijamente mientras tomaba un poco de mi café, me sentía algo intimidada al estar con él a solas, pues era el amigo de Lauren y él sabía acerca de mis evidentes sentimientos hacia Lauren, al parecer ella era la única que no lo notaba.

- Entonces, ¿Te gusta Lauren?

- Técnicamente nunca me dejó de gustar. - Admití en un susurro. - Salí con una que otra persona, pero nunca pude establecer una relación pues nunca pude encontrar a alguien como a ella, o que me hiciera sentir como ella lo hizo la primera vez que la vi.

- ¿Tienes claro que ella tiene novia? - Asentí.

- Si, sé que está con Keana y la verdad es que no pienso en meterme con ella estando en una relación, a diferencia de Keana. - Él abrió sus ojos asombrados.

- ¿Lo sabes? - Asentí. - ¿Y aún así quieres estar con ella?

- La verdad me dolió bastante saberlo, y no quiero justificarle diciendo que estabamos en un momento difícil en nuestra relación y además había muerto Lucy, pero fue hace años y la verdad apreciaré bastante si ella me lo confiesa. - Él sólo asintió.

- Te seré sincero, conocí a Lauren por Keana pues nos conocíamos en la agencia de modelos. Ellas no estaban juntas en ese entonces, pero a mi parecer Keana siempre estuvo enamorada de ella. Lauren la quiere y se le nota, pero cuando Lauren se emborrachó en una fiesta empezó a hablarme de ti y supe que ella en realidad no sentía lo mismo por Keana, había pasado mucho tiempo desde su rompimiento pero a ella aún le dolía. - Él se cruzó de brazos. - No quiero meterme en la relación de mi amiga, pero no le diré nada pues ella puede tomar sus propias decisiones.

- Gracias, Shaun.

- Sólo quiero que Lauren salga de la burbuja en la que viva sin que dañe a Keana.

POV Lauren

Abrí mis ojos sintiendo como el sol molestaba a mis ojos, me cubrí el rostro rápidamente con el edredón negro que cubría nuestra cama, cuando me moví no sentí el cuerpo a mi lado de Keana. Abrí mis ojos estirandome y me senté en la cama, busqué con la mirada a Keana pero nada, que extraño. Me levanté con mis pies descalzos para buscar a mi novia y pude encontrarle en el sofá de la sala viendo televisión.

- Hola, cariño. - Cuando iba a besarle ella movió su cara haciendo que mis labios besaran su mejilla. - Mmh... ¿Sucede algo?

- Sucede que llegaste ebria a casa, Lauren. Y esta mañana cuando he ido al estudio me encontré a Shaun y me dijo que salieron a tomar un café, pero tú estabas ebria y él parecía estar sin una gota de alcohol en su cuerpo, ¿Qué pasó anoche, Lauren?

Desde que habíamos ido a la boda de Lea y Dianna, Keana había cambiado un poco, pero supongo que yo también lo había hecho. Yo nunca le mentía a ella, siempre habíamos sido honestas con la otra.

Los ojos de Keana me miraban esperando una respuesta, me senté a su lado e hice una mueca, demonios.

- Sólo quería pensar un poco en algunas cosas amor, después de que Shaun se fuera fui a tomar unas copas.

- ¿Qué necesitabas pensar, Lauren? - Sus ojos estaban claramente confundidos, pero estos rápidamente me miraron con dolor. - ¿Es que quieres terminar conmigo?

- No, no es eso. - Me apresuré a decir. - Sólo no sabía como decirte esto... - Me quedé en silencio algo nerviosa, sabía que esto no le gustaría a Keana.

- ¿Qué cosa, Lauren? - Suspiré.

- He estado saliendo con Camila.

- ¿Qué?

- No de esa forma, amor. Sólo somos amigas, nada más que eso.

- ¿Cómo es eso de que son amigas?

- Amor, Camila fue una persona importante para mi y ahora somos adultas que perfectamente pueden ser amigas. - Traté de tomar su mano, pero ella la alejó rápidamente.

- Sabes acerca de mis inseguridades respecto a Camila y aún así decidiste entablar una relación con ella.

- Tú te rodeas de gente que te come con la mirada y nunca te he reclamado nada. - Ella me miró asombrada.

- Es parte de mi trabajo.

- Bueno, Camila es parte de mi vida lo quieras o no. - Me levanté algo molesta.

- ¿Ahora eres tú la molesta?

- ¿Es que acaso no me puede molestar que no confíes lo suficiente en mí? - Dije molesta.

- Lauren, sólo digo que ni siquiera pensaste en mi al hacerte amiga de esa niña.

- Camila ya es una mujer como nosotras, te lo recuerdo. Y para tu información ella tiene una pareja bastante linda y agradable que no está celosa de nuestra amistad. - Me fui a la habitación sintiendo los pasos de ella siguiendome. Busqué algo de ropa en mi armario.

- ¿Qué quieres decir con eso, Jauregui? - Ella sólo me decía así cuando estaba enfadada.

- Lo que escuchaste, eso simplemente. - Me quité mi polera de pijama para ponerme una blanca.

- ¿Y a dónde piensas ir ahora?

- A un lugar en donde pueda estar en paz.

Media hora después estaba en mi estudio mirando mis lienzos y entre ellos saqué uno que siempre mantuve guardado, era un cuadro de Camila en donde le había dibujado con alas de mariposa. Sonreí al recordar aquel día.

- Me gusta tu tatuaje, Lern. - Ella depósito un suave beso en mi cuello en donde estaba mi nuevo tatuaje de la libélula.

- Ha quedado genial, a mi abuela le hubiera gustado. - Sonreí levemente y ella tomó mi cara entre sus manos haciendo que le mirara a los ojos.

- Tu abuela estaría muy orgullosa de la persona que eres hoy, Lauren. Y de la persona que serás, no lo dudes. - Mis ojos se cristalizaron. - Hey, esta bien, cariño.

- Gracias, por estar aquí a mi lado, Camz.

- Gracias a ti por dejarme estarlo, Lern. - Ella me abrazó y pude ver en ella alas, no alas como las de un ángel sino como las delicadas mariposas que volaban en el jardín de mi casa.

Aquella noche bajé al sótano y empecé a dibujar a Camila, sería un cuadro que sólo guardaría para mí.

La puerta de mi estudio se abrió y una morena entró mordiendo su labio, cuando conecté mi mirada con ella dejé el cuadro a un lado.

- Pensé que podrías estar aquí, Lauren. Lamento la pelea.

- No ha sido tu culpa, tranquila. - Me senté en el sofá y ella se sentó a mi lado dejando las bolsas que llevaba a un lado. - ¿Qué es eso?

- Sé que te gusta el sushi así que he pasado a comprar de camino acá, pensé que eso subiría tu ánimo. - Sonreí inmensamente.

- Muchas gracias, Camz. - Ella sonrió de una manera dulce.

- Por nada, Laur. Sabes que siempre podrás contar conmigo. - La abracé sorprendiendola y después de tanto tiempo, mi cuerpo se volvió a relajar entre sus brazos, la canción que había cantado junto al rubio apareció en mi mente.

Nada puede ser tan malo si te hace sentir bien.

High Hopes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora