Capítulo 38

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POV Lauren

- Nunca pensé que querrías hacer algo así. - Beatrice le molestó.

- Bea, no me molestes. Si no te necesitara ya estarías despedida. - Ella rio.

- Esta bien. ¿Entramos a esta? - Negué.

- No, vamos a Tiffany.

- Pero ahí...

- Sé muy el valor que tienen las joyas en ese lugar. - Le miré. - Pero aún conservo mis ahorros en mi cuenta bancaria. - Me encogí de hombros.

- Está bien. - Beatrice sonrió. - Camila es muy afortunada.

- Lo sé, está conmigo. - La enfermera rió fuertemente.

- Me alegra que hasta tu estado de animo a mejorado.

- Ya no puedo seguir siendo tan frágil, pronto podré salir de la silla de ruedas y todo será mejor. - Sonreí.

- Me alegra saber que ya te has puesto optimista con el tema, eres genial, Lauren.

- Lo sé.

POV Camila

Hoy había salido temprano del trabajo, así que había decidido soprender a Lauren en su terapia, usualmente no podía acompañarle y cuando podía, ella prefería que me quedara en casa o algo. Beatrice era quien siempre la acompañaba y le ayudaba con sus ejercicios, pero hoy quería que fuera diferente.

Cuando entré a la sección de rehabilitación vi como algunos pacientes caminaban lentamente con sus doctores acompañándoles, la idea de que Lauren estuviera en ese lugar en un tiempo más me fascinaba, yo sólo quería que ella se recuperase pronto. Sabía que ella se había vuelto más optimista con su recuperación en el último tiempo, la idea de ella volviendo a su vida normal me encantaba, sabía que aún se frustraba por no poder conseguir lo que ella quería.  Entré al gran gimnasio en donde ella tenía su terapia junto a otras pacientes.

En el momento que entré me quedé estática en la entrada, ella se mantenía en píe. Ella se había levantado de la silla, mis ojos se habían llenado de lágrimas en cosa de segundas, ella apenas se sostenía con ayuda de las barras, pero el simple hecho de verle así me había emocionado, ella pronto iba a volver a caminar.

- ¿Camila? - Cuando miré a la chica que se acercaba con unas botellas en sus manos me quedé sorprendida.

- ¿Qué haces aquí, Cara?

- Oh, es que... Debía verlo con mis propios ojos. Le puse un alto al rodaje de la película y tomé un vuelo acá, he llegado por la mañana y con ayuda de Dinah he podido saber sus horarios. - Yo sólo le miré seriamente. - Camila, no me mires así. Yo no le amo como tú, pero yo también lo pase mal con todo este asunto y cada uno pudo llevar las cosas de diferente manera.

- Tú te fuiste simplemente, eso hiciste. Te fuiste por 5 años y nunca más volviste.

- Lo sé, Camila.

- Todos vinieron al menos una vez, incluso Keana. - Ella me miró fijamente y pude ver su arrepentimiento.

- Lo siento.

- No te diré que te vayas, por Lauren. Pero al menos yo, sigo enfadada contigo. - Nos acercamos a la chica de ojos esmeralda.

- Camz. - Lauren habló apenas notó mi presencia mirándome sorprendida. - ¿Qué haces aquí?

- He salido temprano del trabajo y pensé que podría venir a acompañarte.

- Eso esta muy bien, - Shay Mitchell, la terapeuta de Lauren, sonrió. - mientras no distraigas a mi paciente estaremos bien. - Asentí.

- He traído la botella de agua.

- Muchas gracias, Cara. - Shay la tomó y junto a Beatrice ayudaron a Lauren para sentarse una vez más para que pudiera descansar. - ¿Cómo te sientes, Lauren?

- Cansada. - Shay llevó sus manos a las piernas de Lauren y empezó a masajearlas, pude ver la mirada que Lauren me dio, pero yo sólo sonreí.

Luego de que Lauren descansara, trabajaron en ejercicios para sus piernas y yo tomé atención de estos, me gustaría ayudarle en esto también. Cuando volvimos a casa, preparé la cena para las cuatro, aunque sabía que como siempre Beatrice se la llevaría a su casa.

- ¿Y eres aún más famosa que antes?

- Se podría decir que si. - Cara respondió con una pequeña sonrisa a la pregunta de Lauren.

- ¿Y Kendall?

- Uhm, bueno las cosas no siguieron funcionando. - Cara bajó la mirada a su comida.

- Hace mucho no la veo, aunque siempre me envía cosas y me llama casi todos los días. - Lauren rodó sus ojos divertida. - Lo siento si te incómoda.

- No, en absoluto. Fue hace mucho.

Ellas habían terminado meses después de que Lauren cayera en coma, las razones fueron bastante claras. Cara se había ido a Inglaterra con su hermano menor, en un principio todos le entendimos, pero pasó el tiempo y no aceptaba las llamadas de ninguno, ni siquiera Kendall sabía de ella. Una vez, Cara tenía una pasarela en Nueva York y fue Kendall quien le dio una bofetada en medio de todo el mundo dejando en claro que su "relación" había llegado a su fin. Kendall adoraba a Lauren, pero ella también se sentía dañada por el abandono de la súper modelo.

- Bueno es hora de irme, espero que descansen. Prometo volver lo más pronto posible. - Cara abrazó a Lauren y besó mi mejilla antes de marcharse.

- ¿Por qué estás enojada con Cara? - Mire a Lauren.

- Yo no...

- No intentes negarlo. - Lauren me dio una pequeña sonrisa. - Te conozco perfectamente, Camila Cabello.

- No hay de que preocuparse, solo algunas discusiones del pasado que ya resolveremos. - Lauren se acercó a mí y me dejó un suave beso. - Puedes ir a la cama, ha sido un día agotador.

- Tú deberías hacer lo mismo.

- Y lo haré, pero primero debo limpiar todo.

- Camila. - Ella tomó mi mano antes de que me levantara. - Te amo.

- Y yo a ti, Lauren.

- Gracias por ir hoy.

- Por nada, cariño.

- Pero por favor, no quiero que lo hagas más. - La miré confundida. - Quiero que descanses más, además me gustaría mostrarte mis resultados, no mi evolución.

- Okay. - Sólo sonreí.

- No te lo tomes a mal, pero quiero mostrarte que volveré a caminar una vez que este segura que volveré a tener mi vida normal.

- Lo entiendo, mi amor. - Besé su frente. - Esperaré con ansias ese día.

High Hopes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora