Capítulo 25

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POV Camila

Lauren estaba besándome de una forma muy apasionada y excitante en el sofá, sus besos empezaron a bajar lentamente a mi cuello mientras yo acariciaba su cabello y ella poco a poco iba desabotonando mi camisa. Cuando ella abrió la camisa ella sonrió levemente antes de volver a besarme y empezar a recorrer mi piel con sus manos, su tacto se sentía como fuego quemando mi piel y yo quería quemarme en ella.

- Lauren. - Solté un gemido cuando ella mordió mi cuello. - Lauren, las chicas deben estar por llegar. - Ella me miró con una sonrisa juguetona.

- No te preocupes, tengo tiempo suficiente. - Cuando iba a protestar ella lo evitó bajando sus besos a mi abdomen haciéndome estremecer.

- Dios. - Suspire tapando mis ojos.

- Esa es una palabra que usáramos mucho. - Mis mejillas se sonrojaron. Cuando desabotonó mi pantalón la puerta del departamento fue abierta y yo quité a Lauren haciéndole caer al suelo.

- Vaya, eso definitivamente no es algo que quería ver al llegar. - Me arreglé rápidamente para ir a abrazar a Ally.

- ¿Qué haces aquí? - Pregunté.

- He venido de visita, las extrañaba demasiado.

- Hey, Ally. - Lauren le abrazó fuertemente haciendo sonreír a la más baja. - Yo también te extrañaba, ¿Pero no podías llegar más tarde?

- ¿Interrumpiste el sexo de Camila y Lauren? - Preguntó Dinah entrando junto a Normani.

- Si.

- Ally. - Le reclamé, ella se había unido con Dinah para molestarme.

- Ally, ahora Camila estará insoportable. Hace meses no se acuesta con nadie. - Me sonroje sin mirar a Lauren, sabía que ella me estaba mirando pues sentía su mirada sobre mi.

- Me cansé de sus burlas. - Me di la vuelta y me encerré en mi habitación.

POV Lauren

- Vamos Shaun, dejame quedarme con el apartamento esta noche.

- ¿Tienes claro que este es MI departamento? - Yo asentí y él suspiró. - ¿Quieres hacer una fiesta?

- No.

- ¿No veo otro motivo para que tu... - Shaun se detuvo entendiendo. - ¿Quieres traer a Camila aquí?

- Pues sí.

- Esto no es un motel. - Él se cruzó de brazos.

- No me acostaré con ella. - Lauren desvío su mirada. - No aún, sólo quiero prepararle algo.

- ¿Puedo saber qué?

- Quiero pedirle que sea mi novia.

- ¿Qué? - Él me miró sorprendido. - Vaya.

- ¿Qué pasa?

- No lo sé, pensé que ya lo eran. - Le miré confundida. - Bueno, ella compró boletos a Miami en dos horas sólo por ti. - No me había detenido a pensar en eso. - Además, se besan, se toman de las manos, sus familias ya saben que han vuelto a estar juntas...

- Ya he entendiendo, - Le detuve antes de que siguiera. - de todas formas se lo pediré y quiero prepararle la cena y esas cosas.

- Está bien. - Shaun sonrió. - ¿Quieres que te ayude en algo?

- De hecho, si.

- Demonios pensé que me dirías que no. - Yo solo le sonreí.

Cuando terminé de adornar la mesa escuché como la puerta fue abierta, arreglé rápidamente mi vestido justo a tiempo para cuando Camila entró junto a Shaun al departamento, ella me miraba asombrada y no sabía si sus ojos brillaban por sus sentimientos o por la iluminación de las velas que iluminaban la habitación.

- Que romántica. - Camila dejó un suave beso sobre mis labios.

- Por favor, toma asiento. - Le guíe hasta la mesa y tomé su silla para que ella pudiera sentarse. - Shaun, trae la cena.

- Claro, jefa. - Mi amigo rodó los ojos antes de irse a la cocina.

- ¿Qué es todo esto?

- Ya lo verás. - Le guiñe un ojo. - Espero te guste la cena.

- ¿La has preparado tú? - Asentí. - Entonces me encantará. - No pude evitar sonreír por su comentario.

- Aquí tienen su plato cubano, me iré a una fiesta. Nos vemos, chicas. - Él besó nuestras mejillas luego de dejar nuestros platos sobre la mesa.

- ¡Arroz con pollo! - Camila dijo emocionada alegrandome por su reacción, sabía que lo iba a lograr.

- Sé que te encanta tu comida cubana.

- Gracias, Lauren. Extrañaba comer algo cubano. - Ella tomó mi mano sobre la mesa. - Pues empecemos. - Camila parecía feliz hoy por todo.

- ¿Cómo estuvo tu día?

- Estupendo, lo cierto es que ha sido un buen día. Sobretodo con este tan lindo detalle, Lo. - Seguimos hablando de cosas triviales porque lo cierto es que con Camila podía hablar de cualquier cosa y que eso sea el tema más interesante del mundo.

- ¿Recuerdas los anillos qué teníamos antes? - Ella asintió.

- Claro, yo los compré. - Ella sonrió. - ¿Qué pasa con eso? - Solté un suspiro antes de tomar la pequeña cajita que contenía ambos anillos. - ¿Cómo has conseguido mi anillo?

- Dinah.

- ¿Cómo diablos Dinah abrió mi cajón con cerradura? - Sonreí algo divertida, ella lo mantenía guardado con seguridad. - Espera, ahí está el tuyo también.

- Claro, yo también lo guarde. - Ella sonrió. - Pero ese no es el tema, bueno tiene relación. - Camila elevó una de sus cejas. - Recuerdo que en ese entonces tú prometiste amarme hasta que la vida y yo te dejarán, y lo hiciste. Yo ahora quiero prometerte algo antes de devolverte tu anillo. - La miré a los ojos directamente. - Prometo amarte y cuidar del amor que tienes hacía mí hasta que este se acabe. Aunque a veces dudo que lo haga. - Ella apoyó su cabeza en su mano mirándome con ternura. - Debí contarte lo de Keana en ese entonces, pero tenía tanta mierda en mi cabeza que no podía ni pensar.

- Hey, ya es cosa del pasado. - Yo negué.

- Lo es, pero no quiero olvidar. Voy a aprender de cada error que pude cometer y los que cometeré si eso me ayuda a estar bien contigo.

- Estás muy romántica hoy. - Yo sonreí.

- Es sólo que quiero pedirte ser mi novia. - Ella me miró sorprendida y extendí su anillo. - ¿Eso esta bien?

- Eso es excelente. - Ella se levantó para luego sentarse sobre mi regazo, tomé su mano con suavidad y puse el anillo en su dedo. - Mi novia. - Ella escondió su cabeza en mi cuello acariciando a este con su nariz.

- Y sólo tuya, Camz.

High Hopes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora