High Hopes.

Capitulo 44

POV Camila

- ¿Te gustaría tener niños? - Ella empezó a toser fuertemente y yo froté su espalda, no pensé que le tomaría así mi pregunta. - ¿Quieres un vaso de agua? - Ella negó cuando dejó de toser.

- ¿Y esa pregunta?

- No lo sé, sólo se me ha pasado por la mente. Aunque igual deberíamos tener una idea de aquello, ¿No? - Ella no me respondió. - Es sólo que, nosotras ya hemos estudiado, tenemos trabajos buenos y pronto nos casaremos. La idea de construir una familia que quizás tengan niños no debería ser algo que te tome así.

- No soporto a los niños, digo me crié con millones de ellos a mi alrededor, sé de lo que hablo. - Yo reí levemente. - ¿Y tú quieres tener niños, Camila?

- Creo que si, no es algo que haya conversado con Lauren, pero es algo que me gustaría. A diferencia tuya si me gustan los niños y he tenido una buena experiencia con eso gracias a Sofi, además los niños siempre han amado a Lauren.

- Es diferente la relación con otros niños que los propios, Mila. - Dinah me miraba seriamente esta vez. - La idea de traer un ser al mundo me parece algo lejana, al menos a mí. Pero no sé, Normani. - Dinah se encogió de hombros. - Es una decisión que debemos tomar ambas, aunque no creo que Normani quiera un bebé.

- ¿Qué te hace pensar eso?

- Es bailarina, ella quieren bebés luego de su carrera, duh. - Evité reírme de aquello y sólo asentí. - Si niños quieres tener, hablar con Lauren es tu deber.

- ¿Por qué has hablado así?

- No lo sé, me pareció que sonaría como un mejor consejo con eso. - Yo sólo reí. - Pero hablaba en serio, ustedes ya están a un paso de aquello si lo quieren. En algún momento deberá salir aquello.

- Creo que tienes razón.

- Siempre la tengo. - Yo sólo asentí. - Por cierto, ¿Cómo va Jauregay con su rehabilitación?

- Shay me ha dicho que va excelente es probable que en un corto tiempo ya no necesite su bastón. Pero por el lado psicológico las cosas aún son algo sensibles aunque no lo parezcan. Ella aún sigue poniendo esas barreras que suele poner y se guarda demasiado las cosas, aunque las pesadillas han disminuido aún se sobresalta cuando escucha ruidos fuertes o como si se tratarán de disparos.

- Creo que es algo entendible, digo le dispararon en la cabeza. Lauren ha tenido mucha suerte, no todos pueden pasar por eso y contarlo. Lo bueno es que Luis se pudrirá en la cárcel y ella al menos se puede sentir un poco más segura con ello. Sólo hay que darle tiempo, poco a poco ella sanará su mente de aquellos recuerdos.

- A veces no sé qué hacer para ayudarle.

- Yo lo sé, - Miré a Dinah. - haciendo lo que haces ahora. Estar ahí para ella, recordarle que ella puede dar más, haciéndole sentir normal y esas cosas cursis.

- Es sólo que cuando yo perdí la memoria, ella...

- Eso fue diferente, Camila. - Dinah me interrumpió. - Tú en ese momento necesitabas ese tipo de apoyo, ahora Lauren te necesita, pero de otra manera. Te necesita para saber que ella si está viva y podrá seguir sobreviviendo, te necesita para complementar su felicidad y te necesita para esas veces que ella siente que se debe rendir, recordarse que tú también formas parte de sus decisiones.

- Vaya, Dinah.

- ¿Qué?, ¿Tú crees qué solo he enamorado a Normani con mi belleza?

POV Lauren

- Muchas gracias por todo, Bea. - Le agradecí a mi enfermera por servirnos una tasa de té a mi y a Keana. - Y cuéntame, ¿Cómo va todo?

- Bastante bien a decir verdad, como siempre estoy conquistando las pasarelas. - No pude evitar reír ante ello. - Un pajarillo británico me ha contado que te has comprometido con Camila.

- Oh, si. - Sonreí mirando el anillo que me había dado Camila. - Lamento no habértelo contado, pero...

- No debes disculparte, Lauren. No hay problema. - Keana me sonrió.

-  Bueno. Aún no tenemos fecha para la boda, pero avisaremos con tiempo, queremos que todos estén aquí. Ya sabes, nuestras familias, nuestros amigos, Alexa, Verónica y tú.

- ¿,Estoy invitada a la boda del siglo? - Asentí divertida. - Que honor.

- Lo sé, serás una de mis damas de honor.

- Hey, ¿Eso no le molesta a Camila?

- Uhm, aún no lo hablamos y es probable que sí, - Keana hizo una mueca. - pero también es mi boda y es así como siempre lo soñé. Yo en el altar con Camila y mis damas de honor, Alexa, Verónica, Lucy y tú. - Keana se quedó sorprendida ante la mención de nuestra vieja amiga.

- Lucy... - Un silencio creció entre ambas. - Ella estaría muy feliz con la noticia, creo que estaría junto a Dinah con ese álbum de bodas que crearon cuando estábamos en el instituto.

- Si. - Sonreí algo triste. - Y de seguro le hubiera importado una mierda mi decisión de esperar hasta que termine mi rehabilitación, ella hubiera programado la boda en primavera y hubiera movido cielo, mar y tierra para realizar la boda en el Central Park. - Ambas reímos con algo de melancolía.

- Si y Verónica te llamaría cada 10 minutos para recordarte que te odia porque has provocado que su novia esté más pendiente de ti que ella.

Miré el cuadro en donde tenía una foto con Alexa, Keana, Verónica y Lucy. Extrañaba esos momentos y era evidente que no era la única que seguía extrañando a Lucy como el primer día.

- Definitivamente cuando Camren se case, Dinah y yo tendremos ya todo planificado. - Lucy me hablaba mientras yo estaba pendiente de mi comida. - No puedes usar negro. - Le miré.

- Lucía Vives, apenas he vuelto con Camila y ya estás planeando mi boda.

- Claro que sí, amargada. Yo tengo muy en claro que ambas están destinadas a estar juntas como Vero y yo, es por eso que ya estoy planeando su boda para evitar que gasten dinero en eso y gasten más dinero en alcohol. - Yo sólo negué divertida.

- Está bien.

- Siento que ni tú crees que Camila es tu alma gemela.

- Yo no he dicho eso, es sólo que nadie sabe las vueltas que da la vida.

- Pues en eso tienes razón, quizás alguna vez terminen. Pero Lauren, no puedes olvidar que el mundo es redondo y se volverán a encontrar.

Keana lloraba en mis brazos y yo no pude retener más mis lágrimas, extrañábamos a Lucy y sabía que las lágrimas de Keana eran por todas esas que contuvo cuando me acompañó a Nueva York evitando el funeral de nuestra amiga, por fin aquello había salido de nuevo.

- Le extraño. - Murmuró.

- Es entendible. - Le miré y limpié sus lágrimas. - Gracias por haber estado ahí para mí.

- Eras mi amiga, sé que yo no tomé la mejor decisión en ese momento y seguí el plan de tu madre, pero en serio perdóname.

- Ya te he perdonado desde hace tiempo. - Keana de nuevo me abrazó, cuando la puerta del departamento se abrió yo miré a Camila que me miraba preocupada y confusa.

- Quizás es hora de que me vaya. - Dijo Keana al notar la presencia de mi prometida.

- No, quédate a cenar. - Le pedí.

- No quiero causar molestias.

- No lo haces. - Camila le miró y sorprendentemente le sonrió. - He comprado comida china, así que no te preocupes.

- ¿En serio? - Keana preguntó incrédula, yo también lo estaba.

- Sip.