Capítulo 41

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POV Camila

- Santo Dios, es hermoso. - Dinah observó maravillada el anillo que me había dado Lauren. - ¿De dónde ha sacado el dinero para darte este anillo?

- No lo sé, no le he preguntado eso, Dinah. - Rodee mis ojos. - Nunca pensé que ella me lo iba a pedir, osea no ahora...

- Pero ustedes en el pasado más de una vez lo habían hablado.

- Pero las circunstancias habían cambiado.

- Pero no los sentimientos, Mila. - Dinah me sonrió. - Ustedes siempre estuvieron hechas la una para la otra, se complementaban. Sólo piensa en Lauren cuando le conocimos, ella era una persona totalmente diferente. Al igual que tú.

- ¿Yo?

- Todos resaltamos el positivo cambio que tuvo Lauren una vez que te conoció. Pero nunca hablamos del cambio que tú tuviste. - Le miré confundida y ella soltó un suspiro. - Si bien salías con uno de los chicos más populares de la escuela, nunca fuiste una persona extrovertida hasta que apareció Lauren, te atreviste a hacer todo eso que temías. Como el hecho de decirles a tus padres que querías estudiar Literatura en Nueva York, terminar con Austin pues nunca le quisiste de esa forma realmente, supiste también como seguir sin ella y entender que ella era el amor de tu vida, pero tu vida no dependía de ella. Aprendiste muchas cosas con Lauren, lo cual es lo fundamental en una relación, todas esas cosas negativas al paso del tiempo se han vuelto enseñanzas en su vida y ustedes han crecido juntas a pesar de todo. - Me quedé sorprendida por escuchar aquello de parte de Dinah, ella no solía hablar de estas cosas.

- Vaya, nunca me había detenido a pensar eso. - Admití.

- Lo sé. - Dinah se encogió de hombros. - Soy más inteligente de lo que parezco, Chancho.

- Lo eres, Cheechee.

Por la tarde por fin podía volver a casa con Lauren, cuando entré le vi frente a uno de los cuadros que me había encargado de guardar para evitar que lo vendieran cuando necesitábamos dinero para los gastos médicos de la mayor. Sabía que Bea estaría preparando la cena, así que me acerqué lentamente y abracé su cintura para luego besar su mejilla sintiendo su sonrisa crecer.

- Es uno de mis favoritos. - Ella me miró.

- Uno de los míos también. Este cuadro lo hice cuando empezamos a salir una vez más. Me trae recuerdo de ese entonces, recuerdos positivos. - Murmuró.

- ¿Cómo ha estado todo hoy?

- De maravilla, dicen que estoy progresando mucho. - Sonreí.

- Si, lo estás haciendo de maravilla, Lern.

- Tu me ayudas bastante, Camz. - Le miré algo confundida, pero no pude preguntar mucho pues alguien estaba tocando la puerta.

- Después preguntaré de eso. - Lauren asintió con una sonrisa. Cuando abrí la puerta me quedé sorprendida antes de abrazar a la chica que estaba frente a mí. - ¡Sofía!

- Hola, Kaki. - Mi hermana me abrazó, no le veía desde las fiestas pasadas cuando mis padres me visitaron.

- Dios, ¿Qué haces aquí?

- Venimos de visita.

- ¿Venimos? - Las puerta del ascensor al final del pasillo se abrieron dejándome ver a mis padres junto a Lea y Dianna. - Mamá, papá. - Rápidamente fui a abrazarles.

Les extrañaba mucho, usualmente eran ellos quiénes venían a visitarme pues yo no quería separarme de Lauren mientras ella estuvo en el hospital en el estado de coma y ahora que ella se estaba recuperando quería estar a su lado hasta que ella mejorará. Mis padres no podían viajar mucho a New York junto a Sofía por sus trabajos y Sofía a veces venía a visitarme y hacerme compañía durante sus vacaciones, pero siempre encontraban la manera de sorprenderme con sus visitas inesperadas.

- Te extrañábamos. - Mi padre acarició mi cabello con ternura.

- Tenemos mucho de que hablar. - Mi madre tomó mi brazo. - Quiero ver a Lauren y quiero ver el anillo con mucho detalle, ella me prometió que sería uno hermoso. - La miré sorprendida, nosotras aún no le decíamos a muchos sobre nuestro compromiso o eso creía yo.

- ¿Qué anillo? - Preguntó Lea metiéndose en nuestra conversación mientras entrabamos al departamento, yo sonreí al ver como Lauren y Sofía mantenían un abrazo recordanme viejos tiempos. Esas dos siempre se han llevado de maravilla.

- Te extrañaba mucho, Lolo.

- Y yo a ti, pequeña.

- Hey, no ignores mi pregunta. - Lea se puso frente a mí.

- Cariño, no seas insistente. - Dianna intervino.

- Si, Lea. Hazle caso a tu mujer. - Le molesté antes de escaparme de mi prima para ir con Lauren junto a mis padres.

- Sinuhe, Alejandro. - Lauren les dió un abrazo.

- Es bueno verte bien, Lauren. - Mi padre le sonrió y pude notar como sus ojos estaban llorosos dejándome algo sorprendida, mi padre era un hombre que no solía demostrar sus emociones hasta el punto de querer llorar.

- Digo lo mismo. - Lauren le sonrió. - Me alegra mucho su visita, mis padres también vendrán para el cumpleaños de Camila. - Oh, por eso la visita. Se me había olvidado completamente que mi cumpleaños se acercaba.

- Estupendo. - Sinuhe sonrió. - Clara podrá ayudarme con la cena junto a Chris.

- Extrañaba la comida cubana, Camila nunca prepara nada. - Lauren me molestó.

- Hey, tú tampoco.

- No puedo. - Lauren bromeó logrando que rieran, Beatrice se asomó a ver que era todo el ruido.

- Ah, ella es Beatrice. La enfermera de Lauren. - Presenté a la enfermera.

- Un gusto. - Ella saludo.

- ¿En serio eres enfermera? - Sofía preguntó y Bea asintió. - ¿Puedo preguntarte algunas cosas?

- Claro. - Beatrice volvió a la cocina junto a Sofía.

- ¿Por qué la enfermera está cocinando? - Preguntó mi madre.

- Acabo de llegar a casa, mamá. - Me encogí de hombros.

- Lauren, - Dianna llamó a mi prometida. - vamos. Quiero ver como van tus avances. - Ella asintió y junto a Dianna desaparecieron en la habitación. Lea tomó mi mano notando el anillo.

- Dios, es hermoso. - Confesó, mis padres también se acercaron a verlo.

- Debió costarle una fortuna. - Dijo sorprendido mi padre.

- Es lo que me imaginaba de parte de Lauren. - Mi madre habló algo divertida.

POV Lauren

- Así que ya te decidiste. - Dianna habló mientras me hacía unos ejercicios en la pierna.

- Si, creo que ya era hora. - Dianna me sonrió.

- Me alegra mucho saber eso, Lauren. Has mejorado bastante rápido. Quizás en un mes ya podrás caminar sin la necesidad de un bastón o algo y luego con el tiempo no tendrás problemas.

- Gracias por estar siempre preocupada por mi, Dianna.

- Sólo quiero verte feliz, Lauren. Te lo mereces, y saber de tu compromiso me hace saber que por fin estás decidiendo ser feliz junto a una maravillosa mujer como lo es Camila. - Sonreí. - Vamos, antes que Lea y Camila empiecen algún discusión innecesaria.

- Yo no entiendo su relación de amor y odio.

- No hay que entenderlas, sólo quererlas. - Yo reí antes de abrazar a Dianna sorprendiendole.

- Muchas gracias, por todo.

- Por nada, Lauren.

High Hopes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora