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- ¿Y como te llamas hermosa? - pregunto Cameron dirigiéndose hacia mi.

- Jane - respondí de lo más normal.

- Mi nombre es Cameron, apuesto y no lo olvidarás nunca - soltó con una sonrisa socarrona.

¡Esta si que iba a ser una larga noche!

[...]

La noche se había pasado tan rápido que ni me había dado cuenta que con solo un par de tragos más, bastarían para que perdiese la cuenta de mis acciones y terminase haciendo tontería y media, en aquel bar.
Recuerdo que Matthew se ofreció a llevarme a mi casa por qué según el, no estaba en estado de poder conducir y mucho menos de irme sola por ahí habiendo muchos depravados por las calles... también recuerdo el hecho de que Cameron estaba en el mismo estado que yo, pero sentado en la parte delantera del auto junto a Matthew.

No sé qué fue lo que pasó, ni tampoco recuerdo mucho el momento en el que me quede dormida,despertando aquí...

En una cama que no era mía, en un cuarto que no era mío, que una casa que no era mía.

Me talle los ojos y me removí entre las sábanas, no tarde mucho tiempo en darme cuenta de que la ropa que llevaba puesta no era la de noche anterior.

!¡Esto tenía que ser una maldita broma!¡

En lugar de esto, tenía una camisa celeste a cuadros que me llegaba un poco más bajo de la cintura casi a la altura de mi trasero, esto no era para nada bueno, rápidamente busque mi vestido con desesperación por todas partes en la habitación, pero no lo encontré.

Me levante con cierto enojo y abrí la puerta de está sin hacer ruido tenía que ir al baño y en la habitación en la que estaba no había uno, vaya suerte la mía. Corrí lo más rápido que pude bajando las escaleras y busque por todos lados un maldito baño, el cual logre encontrar al final de un pasillo.

Cundo estaba apunto entrar, la puerta de enfrente se abrió dejándome ver a un chico que no reconocía de ninguna parte, el cual solo llevaba puesto un pantalón negro flojo, dejando todo su torso al descubierto con ligeras pecas dispersadas en el, se veía muy bien... más bien de lo que debería verse.

Inconscientemente me mordí el labio, el me miro con cierta curiosidad, yo no lo pensé dos veces, mi única escapatoria fue encerrarme en el baño, segundos después no se hicieron tardar unos leves toques en la puerta.

- ¿Hola? - escuche la voz de aquel chico, al otro lado mientras que tocaba.

- Hola - respondí tímidamente de la misma manera, sin abrir, yo no quería y el tampoco debía verme así, para mí era un completo extraño y no iba dejar de ninguna manera que me viese de tal manera, no eso no.

- ¿Quien eres? - preguntó con cautela, no obtuvo una respuesta de mi parte ya que no sabía qué decirle.

- ¿Eres Lucy? - inquirio un nombre que no era mío, ¿Quien era lucy?

- No, me llamó Jane - respondí de inmediato, mirándolo con inquietud mientras que abría ligeramente la puerta.

Sonreí con inocencia, mientras sentía mis mejilla ardiendo.

- Puedes salir, no voy a verte - afirmó tapándose los ojos, lo cual me causó gracia - Es más... puedo traerte un pantalón mío si quieres - me ofreció amablemente, yo lo miré confundida pero termine asintiendo, ya que no me quedaba de otra.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora