7

292 45 18
                                    

— Me gustas cuando estás así... — admitió sonriendo.

— Me gusta cuando mantienes la boca cerrada — dije imitando sus palabras en broma y me miro ofendido pero de su rostro no desaparecía esa peculiar sonrisa.

El silencio se apoderó de los dos y el ambiente se volvió un tanto incómodo, así que decidí cambiar de tema.

— ¿Está rica? — pregunté.

—¿Que cosa? — preguntó con desconcierto.

— La tostada que tomaste sin pedirme permiso — respondí obvia.

— Oh... si está deliciosa — dijo relamiéndose los labios, mientras que se la devoraba.

— ¿Pero sabes que sería más delicioso? — preguntó con doble sentido.

— No — negué empezándome a reír .

— Probar de nuevo tus labios — susurró acercándose hacia a mí, retuve el aire por unos momentos y exhalé de golpe.

No pude evitar casi caerme hacia atrás de mi asiento por la impresión, ya que fue lo único por lo cual opte en esos instantes, olvidándome por completo de que estaba sentada.

Sentí mi corazón latiendo fuertemente contra mi pecho una y otra vez, por que mierda tenía que actuar así.

— ¿Por que lo hiciste? — pregunté con inquietud bajando la mirada.

— ¿Querer besarte o engañarte? — inquirió en una pregunta con la cara seria.

— Ambas — respondí sería.

— Veras ... el dinero es un vicio peor que las drogas — susurro mirándome fijamente — Mientras más tienes más quieres lamentablemente — en lo último sonó un poco apenado, pero eso no justificaba lo que me había hecho.

— Adam teníamos lo suficiente , lo suficiente como para vivir bien y eso te consta...— espete con frustración al recordar nuestra vida.

— Vivir en un apartamento de cuarta y el que tu hermana no pudiese ir al colegio ¿Lo llamas tener lo suficiente?... estas equivocada, muy equivocada — soltó y en cierta forma me dolió por qué el tenía razón pero me negaba a creerlo.

— Por que a lo que tú le llamabas "suficiente" para no era lo necesario, si a ti te gustaba vivir en esa jodida mediocridad ese para mí era un problema — estampó su puño contra la madera lo cual me hizo chillar .

— El problema contigo era de que siempre deseabas más de lo que ya tenías, nunca te conformabas con nada  — chille molesta.

— Deberías agradecerme, gracias a mi tienes un trabajo... el cual si logras cumplir  tendrás una vida suficientemente buena como para no quejarte — dijo sin escrúpulos , "Claro ... si lograba cumplir".

— Si, por supuesto te debería agradecer el hecho de secuestrar a mi hermana  y dársela a Scott. Si, estoy muy agradecida por eso — dije sarcásticamente.

—!¡Sabes yo te quería, si lo hacía Jane¡! — subió su tono de voz con cierta frustración.

— Yo solo... yo solo intente quitarte esa maldita venda de los ojos — susurro.

— No... tú eres el que esta ciego , el que está tan malditamente cegado por el dinero, ¿Sabes que? Yo mejor me largo — no tarde en salir de ahí sin darle opción a responderme.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora