JANE
Aún creía sentir las manos de aquellos dos hombres cogiendo fuertemente mis muñecas... pero no era así, estaba consciente de su imponente presencia en aquella extraña habitación. Juraría que tenía aquella sensación, en la cual uno se da cuenta que alguien lo está observando, sin siquiera tener la necesidad de voltear.
Movía intranquilamente mis zapatillas por el piso con nerviosismo y esto provocaban que este rechinasen al contacto, todo esto acompañado de un intolerable chillido para nada agradable al oído.
Hace ya un buen rato me había rendido, yo había dejado de luchar... había aceptado que se me era imposible librarme de esto, ya hace varias horas había dejado de gritar tras haber pedido la cuenta le tiempo que ya llevaba aquí.
La garganta me había empezado a arder de una manera intolerable y sentía que se me entrecortaba la respiración a cada rato, la tela que cubría mis ojos me sumía en una profunda y tenebrosa oscuridad impidiéndome saber en el lugar que me encontraba.
Tome aíre repetidas veces tratando de concentrarme y tranquilizarme y si, de cierta manera eso me sirvió de algo.
— Ya está aquí — escuche la voz de un sujeto a mi costado dirigirse hacia el otro, prácticamente helándome la sangre solo por la simple razón de que no sabía a quién se estaba refiriendo y eso me aterraba.
Me aterraba el ligero presentimiento de que el autor de todo esto pudiese ser Scott.
Logre distinguir el sonido de la puerta abrirse y segundos después sentí las manos de uno de ellos en mi rostro, claramente aquel sujeto tenía la intención de quitarme aquella venda de los ojos... cuando logró quitármela por completo, no dude en mirarlo fijamente expresando mi enojo, mi mirada se conecto con la suya.
No se por qué, pero tenía esa extraña sensación de que yo lo había visto a el en alguna parte.
No pude evitar distinguir cierta culpa en el, aunque esta se desvaneció al instante, tras recibir una exhortación por parte del otro sujeto, lo pensé dos veces e intente por última vez tratar de zafarme, pero se me fue inútil, el otro chico aún me sujetaba fuertemente.
Me sentía frustrada y enojada, sumándole a eso mi impotencia por esta situación, yo estaba enojada conmigo misma y lo única reacción que mi cuerpo mostraba ante ello era llorar.
Tome un gran y profundo suspiro tratando de tranquilizarme, concentrándome en lo que en realidad importaba, aún no tenía clara la razón por la cual estos hombres me habían traído hasta aquí.
Deje de pensar en eso por un momento y trate de examinar el frío y oscuro lugar en el cual me encontraba, yo tenía que encontrar una salida en alguna parte.
Escuche un fuerte golpe el cual provino de la mesa que tenía en frente, el lugar estaba poco iluminado, no pude evitar tragar en seco al observar el sujeto que estaba sentado al otro extremo, no tarde en reconocerlo.
El estaba aquí.
Justo ahí, tan peligrosamente cerca de mi, tenía otra de sus cuantas sonrisas maléficas cargadas de soberbia y superioridad, el me había encontrado.
— Suéltenla chicos, no muerde — Scott les ordenó y ellos obedecieron al instante.
— Jane, querida Jane. ¿Te gusto la bienvenida?, ¡!Vaya hace mucho tiempo que no nos veíamos¡! — siseo con ironía, mirándome desafiante, apreté la mandíbula.
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DAÑARTE |C.D|™
Fanfiction"Y halle la perdición, halle la perdición... en alguien que desde el momento en el cual me conoció, se propuso dañarme" El, un chico adinerado y arrogante, un completo jugador, curiosamente cree haber encontrado el amor verdadero en una chica que...