24

166 24 1
                                        

- Estas equivocado, yo no te odio... nunca lo haría por más que lo intentase.

- Entonces respondeme un cosa..- susurro mirándome fijamente, trague saliva.

- ¿Que? - pregunte con cierto temor.

- ¿Que es lo que sientes por mi? - trague en seco al escucharlo - Por adelantado se que no sientes odio, ni amor, ni tampoco aprecio... ¿Entonces que es? - no tenía ni la menor idea de lo que era.

Pense por unos cuantos segundos los cuales me parecieron una maldita eternidad, pero a la mente no se me vino nada, estaba perdida.

- No vas a responder... ¿No?, entiendo.
De todas maneras fue una estupidez, ni quería saberlo - no se que me paso, ni mucho menos por que lo hice, pero lo bese.

Yo lo bese.

El contacto con sus labios me aturdio, me desenfoco del todo y lo peor fue que el no se opuso. Más bien intensificó aquello... se sentía bien y estaba odiandome internamente por pensar ello. Sus labios se acoplaron a los míos con calidez, dejando leves mordiscos.

Solté un suspiro ahogado, cuando me apego más a él.

Pero como era de esperarse no duró mucho, ya que todo se fue al tacho cuando oí la puerta abrirse frente a nosotros, al instante empuje a Adam lejos de mi. Mire con cierto temor y frustración la entrada y me tope con el.

Con aquellos vivaces ojos color avellana, lo primero que se me vino a la mente fue que yo estaba completamente jodida.

- ¿Cameron?, ¿Que haces aquí? - solté sin pensar, el nos miró a ambos y luego me respondió.

- Vine a buscarte... lo recuerdas ¿no? - soltó caminando hasta mi, suspire con alivio quitándome un gran peso de encima, al darme cuenta de que no nos había visto.

Lo había olvidado, hay olvidado que vendría por mi para llevar mis cosas.

- Hola, Adam ¿No es así? - esto se había tornado incómodo, Cameron lo saludo con un rápido apretón de manos... Adam le correspondio y le sonrío falsamemte, algo que solo yo podía notarlo.

Sentí el brazo de Cameron rodearme la cintura y pegarme agilmente a él de una forma algo posesiva, me removi incomoda entre su agarre era como si el quisiese marcar su territorio conmigo.

- ¿Te ayudo cariño? - ni siquiera escuche lo que me había dicho, estaba muy desconsentrada que no sabía de lo que estaba hablando.

- ¿Ah? - fue lo único que logré musitar.

- Que si... te ayudo con las maletas - aclaro y yo solo asenti, lo vi tomar ambas maletas y salir sin decir nada más.

- Supongo que nos veremos después... No tomes más ¿si? - dije, el se encogió de hombros y asintió sin tomarme importancia, le di un rápido abrazo y me di la vuelta para salir.

No podía procesar lo que había pasado.

- ¡Jane... espera! - voltee al instante que escuché su voz, me di la vuelta - Debemos hablar... me habías cuando puedas ¿Si? - su tono de voz era serio, me dejó nerviosa pero al final asenti y seguí caminando.

Vi a Cameron abrir la maletera del carro y poner ambas maletas, abrí la puerta del carro y espere a que el entrase.

- ¿Que fue lo que te dijo? - dijo el entrando al carro y cerrando la puerta tras de el, lo miré extrañada y con el ceño fruncido ¿Que era lo que había dicho?.

- ¿Cómo?.

- Que fue lo te dijo el...- aclaro, lo miré vacilante... No estaba hablando enserió ¿Oh si?.

- No es nada importante, no te preocupes - espete de lo más normal restandole importacia y bese rápidamente sus labios.

- Bueno - sabía que no estaba conforme con mi respuesta, pero no iba a hacer nada para cambiarlo... así que decidí ignorarlo.

No dijo nada en más de diez minutos, sabía que estaba molesto pero no sabía el por qué.

C A M E R O N

La escena se repetia una y otra vez mi cabeza, no me dejaba tranquilo.

El besándola y ella apartandolo bruscamente de golpe, ni se por que no reaccione en ese momento y no termine por propinarle un jodida puñetazo en todo el rostro.

Me sentia impotente, frustrado y enojado, el había besado a mi chica.

Ella se mantuvo callade durante el transcurso del camino, solo de vez en cuando me dirijia la mirada... estaba más concentrada mirando cualquier cosa por la ventana mientras que yo conducia.
No, yo no iba a decirle a ella que yo los había visto, no por que no quisiera si no por que quería que eso viniese de ella.

Inconscientemente pise más el acelerador haciendo que el motor del carro rugiese y fuese notablemente más rápido de lo habitual, en estos instantes no llevaba la cuenta de mis acciones, esta cegado por las abrumantes emociones que me invadían.

- ¡JODER CAMERON! - baje la velocidad de golpe al escucharla gritarme y fije mi vista el carretera terminado por frenar.

Prácticamente había estado a nada de atropellar a un motociclesta, golpeé con fuerza el volante gracias a mi frustración.

- ¿Que es lo que te pasa? - me pregunto, fije mis ojos en los suyos estos mostraban preocupación y esta era gracias a mi.

- No es nada cariño...- respondí tratando de tranquilizarla

- ¿Estas seguro? - reitero ella no muy convencida.

Me mantuve callado unos minutos, tratando de aclarar mi mente... mis pensamientos.

- Lo viste... ¿No es así? - mi cuerpo se tenso, trate de regular mi respiración, no le respondí.

- ¿Que se supone que vi? - pregunte con amargura refiriéndome a lo que ella me estaba dando a entender.

- No me hagas decirlo... -solo con la mirada gacha, apreté mis puños con enojo.

- ¿Te refieres a que vi a ese imbécil besarte? - pregunte seco, ella asintió apartando la mirada.

- Si - susurro en un tono muy bajo sin mirarme.

- Eso no importa... mientras que tu me respondas algo. ¿Lo besate tu o el te beso? - sus labios se entreabrieron, ella estaba nerviosa y eso a leguas podía notarlo.

- ¿Prometes no enfadarte? - su pregunta me tomo totalmente desprevenido.

- Depende con quien sea.

- Bueno, de hecho fu...- su voz fue interrumpida cuando mi ventana sonó gracias a un golpe, no tarde en voltear con enojo.

Mi vista se topo con un policía de carretera, no dude en bajar la ventana rápidamente dispuesto a escucharlo, solo espero que no me pongo una multa.

- Disculpe, pero no puede estacionarse aquí joven - espeto el señor, asenti ante sus palabras.

- Solo había parado por un momento, descuide ya nos retiramos - dije encendiendo el carro.

- Se lo pasare esta vez, pero la próxima vez que lo haga lamentablemente tendré que ponerle una multa.

- Gracias, no volverá a pasar - espete y arranque el carro, conduciendo a una velocidad moderada.

- Fue Adam - al escucharla instantáneamente apreté el volante, tanto que los nudillos de mis puños se hicieron blancos.

Sentía rabia, mucha rabia.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora