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Era algo que te quitaba el aliento, te paraba y cerraba la mente en un par de segundos, algo que sabía muy bien como se llamaba; celos. Y lo peor era que sentía muchos de ellos, tenía celos... de aquel chico, odiaba recordar aquellos segundos en los cuales la había besado en frente mio, a vista y paciencia de mi.

El auto en el cual íbamos freno de golpe, un poco agitado mire el lugar donde nos encontrábamos, estábamos enfrente de un edificio o por lo menos este aparentaba ser un hotel. Habíamos llegado a las puertas de un hotel y no era para nada lujoso, ni muchos menos ostentoso.

Era todo lo contrario.

Mire el alrededor, las calles estaban casi vacías y en mal estado, habían casas dispersas y no eran para nada lujosas, todo estaba descuidado. Este lugar estaba ubicado casi a la afueras de las ciudad, en un barrio carácterisado por la gente que vivía ahí y presisamente no gente buena.

Supongo que habíamos venido hasta aquí para pasar desapercibidos, había sido muy ingenioso por parte de Jane, ella era muy astuta, era de esperarse.

Estaba más que seguro que mi padre habría informado mi desaparición y por consecuencia estarían buscándome por todos lados, hasta de esto se colgaría la prensa, ellos aprovecharían para hacer un escándalo total. Ya lo veo todo venir o mejor dicho... seguro ya esta pasando.

La pregunta esencial sería... ¿Ellos lograrían encontrarme?.

Por una parte quería que lo inciensen lo más pronto posible, pero otra no. Mi mente se ponía triste y la vez confusa, sabiendo que si lo hacían Jane terminaría a parar en la cárcel.

Y aún recordando todo lo que ella me había hecho, no quería que eso pasase.

La amaba, pero mi orgullo era más fuerte y no estaba dispuesto a decirselo, no estaba dispuesto a rebajarme a tal nivel.
Ella me había usado, me había manejado a su antojo, solo esperaría el momento adecuado para darle de su propia medicina, para devolverle todo lo que me había dado y hacerla sentir lo que yo había sentido, un puro y amargo dolor.

"Baja" su voz sin tapujos me desconcertó, le tire una mirada con recelo y opte por salir del auto.

No podia creer, que aquellos vivaces y alegres ojos se pudiesen volverse así, secos ... inexpresivos y tan pero tan hirientes.

Bajo del carro, vi al tal Liam hablar con un hombre de una media edad dentro de la entrada del "hotel", este nos tiro una mirada y asintió, seguido Liam le dio una cantidad de dinero, este saco una llave de debajo del mostrador y se la entrego sin más, volviendo a darnos otra mirada furtiva y sospechosa.

Me limite por seguir a Liam, en todo el transcurso pude sentír los pasos de Jane ir tras de mi. Entramos a una habitación, que tenía por número veinte, al abrir la puerta mire fugazmente el interior, no era para nada acogedor y era relativamente chica, tenia dos camas y un par de mesas de noche a los costados.

Cabe resaltar que eramos tres, y solo habían dos camas ¡!Genial¡!, tendría que dormir en el piso.

Me quede estático en la entrada, sentí que alguien me jalo bruscamente del brazo, voltee y me tope con los ojos de Jane. Camine adentro por inercia, ya que su contacto me había aturdido.

Ella rápidamente camino hasta el y hizo que se sentase al borde de aquella cama, que para mi en ningún aspecto se veía cómoda, estaba más que claro que quería ver su herida, pero aún así odiaba sentirme celoso.

Apreté los puños, no me gustaba verlo cerca de ella y no darme el valor de defender lo que era mio, ¿Lo seguía siendo... ¿no?, nosotros nunca habíamos terminado.

Aparte la mirada de ellos y camine a donde creía que se encontraba el baño, cuando vi la puerta de este, entre y cerré la puerta tras de mi. No quería verla a ella, no quería verlos a los dos así de juntos... en conclusión no queria ver a nadie.

Mire el espejo de enfrente viéndome en el por unos segundos, traía unas ojeras terribles y me veía demacrado de todas manera me sentía igual, negué con la cabeza y abrí el caño enjuagando mis manos, ¡!Diablos¡! el agua estava helada. Trate de ignorar aquello y tome un poco de agua, con ella moje mi rostro y cabello, necesitaba despejarme.

El agua fría parecía ser un aliciente momentáneo.

Uno toques leves en la puerta me desconcertaron, por unos minutos hice caso omiso a estos y no atendi.
Cuando estos toques volvieron a insistir aún más fuertes acompañados de la voz de Jane exigiéndome que la abriese una y otra vez, abrí la puerta.

"¿Que hacías ahí metido?" pregunto fastidiada.

"No es de ti incumbencia" solté áspero.

"Date la vuelta" me ordenó, la mire sin entender, ¿por qué rayos quería que hiciese eso?.

"¿Que?" pregunte.

"¡!Que te des la vuelta¡!" sin comprender del todo lo hice, sentí sus manos tocarme todo el torso y el abdomen hasta bajar por mis piernas tanteando. ¿Que era lo que estaba buscando?.

"¿Que buscas?" pregunte separandome de su contacto ya que estaba logrando aturdirme.

"Algo, pero ya me di cuenta que no lo tienes" soltó, no parecía ni molesta, ni nada y eso era lo que me extrañaba más.

"Estas paranoica" susurre más para mi mismo, pero ella de alguna manera logró escucharlo.

" Es suficiente, créeme que tenerte cerca es suficientemente molesto como para que vengas y hables" dijo sin emociones, totalmente fría y seria.

Nunca antes me había tratado así.

"No lo dices enserió... " dije en un tono bajo tratando de convencerme.

"¿Que te hacen pensar que no lo hago?" pregunto de vuelta.

"Es... por la forma en la cual me miras." dije, acercándome a ella, retrocedió por consecuencia, le ponía nerviosa mi cercanía.

Y sabía que eso no era "nada", muy en el fondo sabía que significaba algo.

"¿De que forma te estoy mirando?" pregunto tratando de sonar firme, pero parecía que en cualquier momento caería.

"Con dolor, no estas enojada... Estas dolida" concluí, sin apartar mis ojos de los suyos.

"Tienes razón... " dijo admitiendo lo que había dicho, la mire incrédulo ¿había escuchado bien? o la mente me estaba pasando una mala jugada.

"Pero créeme que no es por ti" agrego y en ese instante mis pies tocaron suelo bruscamente.

Aquella chispa de esperanza desaparecio, prácticamente se extinguió.

"Entonces por quien ¿es?, ¿es por el?" pregunte con cierto enfado, sentí el calor subiendome a la cabeza, ya no me sentía para nada triste.

"No" nego, pude tranquilizarme un poco.

"¿Entonces?" pregunte.

"No es algo que te deba importar" susurró, con la cabeza gacha.

"Tienes razón" concluí, dándome porvencido.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora