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— Entonces podemos jugar cartas o ver televisión ¿que te parece? — solté del todo inocente, el no tardo en reír.

— No sabes lo feliz que me hace estar contigo... — eso había sido profundo, su mirada era profunda... como si tratase de escudriñarme.

— Te amo — estaba perdida, ya lo había admitido y es más hasta lo había sentido... eso me había salido de mi boca de una forma tan natural, ni siquiera lo había pensado.

— Yo también Jane — dijo estapando su boca con la mía, después fue bajanado sus besos hasta mi cuello.

— Me haces cosquillas — murmure apartándome.

— ¿A sí? — pregunto con una sonrisa maliciosa.

— No lo hagas, o juro que terminare golpeadote donde te duela más — le advertí seria y el alzó las manos en forma de
rendición.

— Estaba pensado que podíamos ir todos al cabaña de mis padres, hasta podríamos pescar en el lago — soltó el captando único atención.

— ¿No les incomodara?.

— No, mi madre está de viaje y mi padre para metido en la empresa, por otro lado tiene varias otras casas, creo que ahora mismo esta últizando la otra que tenemos en la ciudad — hablo despreocúpado.

— Oh.

— ¿Y como fue así que te dio toda esta casa a ti? — pregunte sorprendida.

— De hecho esta casa era de mi hermana mayor, Sierra. Pero como se caso y se fue a vivir a Canadá con su esposo... esta casa quedó para mi y como claramente no quería vivir solo hice que Matt y Aaron se mudasen conmigo — respondio animado.

— ¿Desde cuando conoces a Matthew? — pregunte con interés.

— Desde pequeño... su padre era socio de la empresa de mi padre, así que no conocimos cuando éramos muy pequeños — admitio.

— Entonces llevan mucho tiempo siendo amigos — dije mirándolo con atención.

— En un principio no le caí bien por que su hermana siempre paraba conmigo y una vez la vio besarme, pero después que aclaramos las cosas fuimos prácticamente inseparables — no pude evitar ponerme un poco celosa, no quería que lo notase así que cambie de tema.

— ¿Y Aaron?.

— Creo que lo conocimos cuando estabamos en un parque deportivo, por accidente cuando estaba jugando basquet con Matthew le golpe con la pelota en la cabeza y ahí surgió todo — soltó haciendo un ademán de manos, reí.

— ¿Después de terminar el instituto, no quisiste estudiar una carrera? — pregunte desdentendida el tenia todo para hacerlo y aún así no lo hizo, como hubiese querido tener la misma suerte que el.

— Si, pero hubiese sido por las puras ya que mi padre quería que tomase el cargo de la empresa después de el... — dijo serio.

— Y tu no quieres eso... — susurre.

— No, no me veo sentado en una oficina chequeando papeles por el resto de mi vida.

— Oh.

De cierta manera lo notaba incómodo y afligido.

— A Matthew le paso lo mismo, solo que su padre no fue nada comprensible y prácticamente lo de deseheredo — dijo en un tono amargo.

Me sentí mal por el, habia pasado por tanto.

— Mejor cambiemos de tema, no me siento cómodo hablando de eso —  asentí.

— Mmh, ¿que tal si bajamos? — pregunte besando rápidamente sus labios y acariciando su brazo.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora