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Podía oír sus pasos seguiendome detrás, no le dirigí otra palabra. Desde ahora mi actitud cambiaria con ella, no la trataria de la misma manera.

Subí las escaleras despacio con la intención de no hacer ruido, abrí la puerta de la habitación de Cameron y entre cerrandola detrás mio.

— Te demoraste — su voz me tomo desprevenida y solté un brinco.

Esta sonaba un poco somnolienta y ronca.

— Disculpa, yo no me di cuenta —hable con pena.

— Descuida...—siseo, mientras hundía su rostro en la almohada — ¿Por cierto que estabas haciendo con Darlen afuera? — la mente se me bloqueo, ¿Por que no lo había pensado antes?

Su habitación daba con el patio y seguro se escuchaba con claridad todos los sonidos provinientes de ahí, mierda.

Solo rogaba internamente por que no hubiese escuchado nada, de esa conversación. Si eso no era así estaba perdida.

— Nada-a —negué rápidamente — Ella no tenía sueño y no se, empezamos a hablar, se me paso el tiempo de las manos — agregue seguido con cierto nerviosismo.

—Bueno, ¿Que te parece si vamos a dormir? — su tono de voz cambió a uno muy cálido y suave, sonreí mientras mordía ligeramente mi labio inferior.

— Me parece una buena idea... — susurre, y me recosté a su lado, cubriendome con la frazada.

— Descansa cariño — aveces llegaba a creer que el amor que me tenia, era tan sincero que no lo merecía.

— Igual — solté, después de unos segundos.

Me costo un poco conciliar el sueño, las palabras de ella se repetían una y otra vez en mi cabeza, hoy día había sido un día con momentos buenos y malos.

Sabía que tenía un resignarme a la idea de amarlo, pero ya era muy tarde... Ya había logrado impregnarse en mi, teñirse en lo más profundo de mi corazón, con tanta rapidez y tanta fuerza, que hiciese lo hiciese no iba a poder borrarlo.

Así como un jodido tatuaje, uno de amor.

[...]

— ¿Que piensas hacer por tu cumpleaños?— pregunto Matthew entusiasmado, estábamos en la sala comiendo los tres, por suerte Darlen había salido y no sabía, ni me interesaba saber a que hora iba a regresaria.

— ¡Ya sabes... hacer una fiesta a lo grande! — respondió con cierto brillo en sus ojos, si que le agradaba mucho la idea.

— ¡No, ni lo pienses! — Aaron fue el primero en renegarse, me tomo por sorpresa su reacción, ¿Por qué estaba en contra?, yo no le veía nada de malo.

— ¡Vamos Aaron no seas agua fiestas! — exclamó Matthew cruzandose brazos.

— Déjalo, tal vez tenga sus razones... —comente riendo, mientras me encogía de hombros.

— En su anterior cumpleaños, la casa terminó hecha un desastre, Jane. ¿Y sabes quien lo arreglo todo ? — negué, mientras mordia mi emparedado.

— Yo —completó, resoplando.

— ¡No exageres Aaron! — hablo Cameron recriminandolo.

— No exageró — sólo Aaron en respuesta un poco molesto.

— ¿Por favor? , prometo no invitar a tanta gente, de verdad lo juro— Cameron hizo una graciosa mueca, en si sonaba sincero.

— Esta bien.. — Aaron termino aceptado con un poco de desconfianza — Pero solo con una condición...— y antes de que Cameron cantase victoria su rostro cambió.

— Anda dila — dijo.

— Si la casa termina hecha un caos, tu y Matthew tendrán que limpiarla solos. Yo no moveré ni un solo dedo — adviertio con total seriedad, Cameron y Matthew chocaron sus manos.

Me rei, parecian unos niños con la gran emoción de hacer su primera fiesta y estaba precisamente segura que está no era la primera.

— Acepto — soltó Cameron con un gran sonrisa triunfante y estrecho su mano con la Aaron.

— Hablando de visitas, tus padres vendrán hoy ¿no? —  hable, al recordar lo que me había dicho al respecto en la mañana, aún esta con los nervios a flor de piel.

Me daba un poco de miedo, lo que dirían y opinariam de mi.

— Si, para la cena... pero descuida solo se quedaran un día. Tienen cosas más importantes que hacer...— comentó con cierta decepción y desinterés, me dolia verlo así por causa de ellos y en parte me frustraba.

— Estoy un poco nerviosa — admiti.

— No debes estarlo, ya te dije como son ellos — puso su mano encima de la mía y acarició mis nudillos, tranquilizandome.

— Sus padres son buenas personas, aunque admito que su mamá es un poco, un poco... especial ¿si me entiendes? ¿No? — dijo Matthew, susurrado lo último en un tono bajo.

— ¡Hey! Te escuche — dijo Cameron en un tono serio.

— Perdón, se que no debía haber dicho eso pero es verdad... — recalcó Matthew, con un mirada de disculpa.

— Si, en eso concuerdo contigo — me sorprendió ver esa actitud.

[...]

La tarde paso rápida, más rápida de lo que espere... cuando llego la noche, el tiempo se recorto mucho. Entre hacer la cena y alistarme el tiempo prácticamente termino faltandome.

Tenia unos cuantos minutos para terminar de arreglarme, unos cuantos minutos antes de que sus padres llegasen.

Me puse el vestido que había comprado Darlen para mi, la verdad no si ni por que lo hizo. Admito que me sentía incómoda con el ya que este era un poco formal, no era mi estilo.

Pero según ella este era el vestido perfecto para esta ocasión, lo que importaba era agradarle a sus padres, agradarles... para que ellos no se interponiesen en el camino.

El vestido era de color crema, era ligeramente escotado sin exagerar. Era ceñido en la cintura lo cual hacía resaltra mi cuerpo y me llegaba unos cuantos dedos encima de la rodilla , me miré al espejo por última vez tratando de converserme que todo iba a salir bien.

Pero algo si sabia, la persona que estaba mirandose frente al espejo no era yo, no me sentí asi, estaba muy indecisa.

— No me convence Darlen, me lo voy a quitar — dije con cierta inseguridad, me miro como si hubiese dicho lo peor del mundo y se aplico un poco de lápiz labial color rojo.

— Es broma ¿no?, ni pienses en hacerlo. Te ves muy bien y punto, apar..— su voz fue interrumpida por el sonido del timbre, se me revolvió el estómago gracias a los nervios.

— Ya llegaron — susurró, trague en seco.

— Recuerdame por que te compre ese vestido... — siseo entre dientes, rode los ojos.

— Para darle buena impresion a sus padres — respondí monótona.

— ¡Así es! Y eso es justo lo que vas a hacer... Bajemos ya — completo, tome un gran suspiro y la vi abrir la puerta denjando que yo saliese primera.

Al caminar por la escaleras, respire ondo y trate de calmarme, mi vista se topo con Cameron al pie de estas, sus ojos se iluminaron al solo verme.

Lo cual me hizo sentirme más confiada y segura, pero todo se fue al tacho al sentir la penetrante mirada desaprobatoria de su madre.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora