51

139 18 2
                                    

Mire afuera del auto, dos hombres prominentemente altos y corpulentos cerraban el paso a la entrada de aquel edificio.

Al instante le di una mirada rápida a Liam, dándole a entender que ya era hora, debíamos bajar. No quería, ni podía permanecer más en aquel carro, nos podían tomar como una amenaza.

"Vamos" murmure.

El tomo a Cameron de los brazos y lo obligo a bajar, el no se inmutó. De hecho se veía cansado y exhausto, ya ni le interesaba pelear.

Por otro lado Liam se veía inseguro, pero hacía el esfuerzo de ocultarlo.

"Déjalo, puede caminar solo" solté, el mostró desconfianza pero termino por soltarlo, sus ojos reflejaron incomprensión.

Le había dicho que lo soltara por que sabía que a estas alturas el no haría nada para querer escapar y aunque lo intentase no podría hacerlo.

"¿Tú quien eres chica?" uno de los fortachones de la entrada hablo inreponiendose en el camino mientras que me miraba de pies a cabeza con curiosidad.

Se me hacia familiar su rostro.

"Déjala pasar" soltó el otro sujeto, este asintió confundido y abrío de par en par aquella puerta.

"Síganme" asenti, caminando detrás suyo.

Yo me sabia a la perfección el camino y el recorrido de todos estos pasadizos pero aún así opte por seguirlo. Lo único que se escuchaba eran nuestros pasos secos al caminar, una tensión tangible se forma en el aire.

"El señor está ahí adentro" dijo, y abrio la puerta, tenía muchos nervios pero aun así me anime en ser la primera a entrar.

Lo vi ahí, su semblante se econcontraba serio e intenso. No se veía molesto, todo lo contrario. Parecía aliviado, como si en un primer instante no hubiese conciderado la idea de que viniese por mi propia cuenta, su mirada se desvío hacia mi costado y miro con cierta confusión y extrañesa a mi otro acompañante.

"¿Como estas Jane?" pregunto formando una sonrisa, me removi en mi interior ¿por que mierda estaba siendo amable?.

"Pues bien, todo va bien después de que me mandaste a matar" solté con brusquedad, el no se inmutó, solo soltó una sonora carcajada.

"Cariño, no seas resentida... Eso solo fue un impulso" dijo con voz apacible, sonaba como si hablase de verdad.

¡!Oh vamos¡!, ¿Un impulso de tal grado para querer matar a alguien?

Eso es estúpido.

"Bueno" musite, tratando de olvidar aquello.

"Veo que lo trajiste" dijo refiriendose a exactamente a Cameron.

"Si" susurré aún tratando de convencerme a mi misma.

"Bien, por que como acordamos aquí esta el dinero. Después te daré a tu hermana" guíe mis ojos hasta la mesa que se encontraba en el centro de aquel despacho, era un valija de color negro.

"¿Me lo vas a dar así como así?" pregunte, y me arrepienti al instante cuando vi cierta, suspicacia en sus ojos, algo no iba bien.

"Por supuesto... ¿por no habría de hacerlo?, hiciste un muy buen trabajo. Mereces ser recompensada" podía distinguir la ironía en sus palabras, no me lo terminaba de creer.

"¿Por que estas tan tensa?" dio lentos y calculadores pasos hacia mi, no netrocedí me quede quieta, más bien petrificada.

"Me estas mintiendo" dije con voz pastosa y débil.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora