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- No seas tonto - dije riendo, Mara nos miraba a los dos con una cara curiosa.

- ¿Ustedes son novios? - pregunto ella entusiasmada mientras que nos miraba a ambos.

- No - nego el y eso de cierta modo me dolió, Mara hizo una mueca triste -Todavía... - no puede evitar esbozar una ligera sonrisa antes sus palabras.

- Ustedes se ven muy lindos juntos, deberían serlo... - dijo Mara cruzándose de brazos en una forma muy infantil, mientras fruncia los labios - ¿Que esperas? ¡Anda pídeloselo! -nunca en mi vida me hubiese imaginado esta escena, de verdad ¿el lo haría?.

¿Aquí? ¿En este momento? ¿En este lugar? ¿En este preciso instante?

Cameron pareció pensarlo por unos segundos, al final formulo un genuina y reluciente sonrisa en su rostro, se veía tan lindo.

- De hecho yo había pensado en llevarte a una cena ya sabes... hacerlo lo más romántico posible para que fuese inolvidable pero... ¡Vamos!, no es el lugar
de hecho son las personas... se que solo somos tu yo - soltó un suspiro, mi corazón latía desbocado - ¿Por qué no ahora? ya no quiero esperar más.

- No voy a alargarlo, ya se que debería dejar de hablar pero estoy nervioso y bueno creo que mejor me callo y lodigo ya, ¿Entonces... Jane quieres ser mi novia? - nunca en mi vida me había sentído tan peor tan nerviosa.

Esto había sido lo más lindo que me habían dicho en toda mi vida.

- Si - respondí, el no trardo en correr a abrázarme.

Me envolvió entre sus brazos.

- ¿Chicos?, los eh buscado por todo en el bendito hospital... ¿Que hacen aquí? - ambos volteamos al reconocer esa peculiar voz.

Aaron.

- Leyendo cuentos - susurre y le guiñe un ojo a Mara amigablemente.

- ¿Vienen? Una de las enfermeras casi me vota, ya se acabo la hora de visita hace como cinco minutos - soltó.

- Vamos... - hablo Cameron mientras cogía mi mano, yo nege.

- Esperame un segundo afuera ¿si? - dije haciendo un puchero y el asintió saliendo.

- No te vayas - un poco de pena me invadio al tener que dejar a Mara.

- Si fuese por mi me quedaría, pero te prometo venir uno de seis días y leerte todos cuentos que quieras ¿Esta bien? - pregunte mientras la cubría con su manta y arreglaba su cabello.

- ¡SI! - ella estaba feliz y me hacía estarlo también, le di un beso en la mejilla y no tarde en salir de ahí, topandome con Cameron y Aaron en la puerta.

- No podremos despedirnos de Matthew por que le dieron un cedante hace como una hora, el dijo que le dolia la cabeza, está dormido ahora creo... así que lo mejor seria que regresaramos a casa - comento Aaron mientras caminábamos.

Cameron y yo estuvimos de acuerdo, al salir del hospital subimos a carro de Matthew, Cameron lo había traido por que yo me había llevado el suyo, el fue el que condujo.
Fui en el asiento trasero sola por que quería dormir un poco y estando adelante sabría que no podría.

No se en que momento me quede dormida.

[...]

Me desperté al sentir unos brazos acogedores y fuertes cargarme.

No proteste ni nada por el estilo, cabía resaltar que tenia mucho sueño, tampoco miré a quien me estaba cargando solo enrolle mis brazos en su cuello para agarrarme, podía distinguir aquella esquísita colonia en cualquier lugar.

Era Cameron.

Abrí ligeramente los ojos teniendo una perfecta vista de su rostro, subía conmigo en brazos con total facilidad por las escaleras, empujó con el pie la puerta de su habitación para abrirla y despues me recostó en la cama. Me quito las zapatillas y las medias que llevaba puestas.

Prácticamente me trataba como si fuese un bebé, me removi entre las sábanas bostezando y cerré mi ojos pero los abrí al sentir un peso encima y una respiracion en mi nuca, esta seria una larga noche.

A D A M

Tome un sorbo de aquel trago.

- ¿Como van las cosas de ese chico y Jane? - me pregunto Scott mientras que me miraba atentó, eran como la dos de la mañana, había sido pura coincidencia que nos encontraremos en aquel bar y para mi mala suerte el me vio.

Como era de esperarse no tardo en acercarse a mi solo con la intención de querer informarse con el "trabajo" que nos había dado a mi y a Jane.

- Pues le va muy bien - respondi después de unos segundos con desinteres.

- Sabía que podía enganchar a ese patético niño rico, cuando me lo traiga podré sacarle un buen de millones a su padre - dijo el con avaricia.

- ¿Y que pasa si el padre no acepta? - pregunte con inquietud, al recordar lo que había hablado con Jane.

- Pues, le mandare varios trozos del cuerpo de su hijo en cajas envueltas como regalo, aunque no creo que sea necesario. Ese hombre respira dinero, no creo que se le haga difícil soltar esa cantidad a menos que su orgullo sea más fuerte que el amor a su estúpido hijo - río amargamente.

- Pero en fin si el se contacta con la policía y empiezan una larga y exhaustiva investigación, no correré ningún riesgo lo más probable es que la que vaya a la cárcel y page por todo sea sea Jane, una lástima pero todo se tiene que pagar con creces en la vida - me tense al escucharlo, es no podía pasar ni tenía que pasar.

Trague en seco.

- ¿Pero es no va a pasar? ¿No? - solté disimulado que no estaba preocupado.

- Quien sabe..., si pasa ¡Mejor! no tendré que darle el dinero que tenía que pagarle, más gananciales para mi y para ti.

- Si -dije no muy convencido.

Scott me miro basilante.

- ¿No me digas que sientes algo por ella? - pregunto estallando a carcajadas, rogue internamente por tener más paciencia y no propinarle un puñetazo.

- No, claro que no - negué con desprecio.

- No me vas a negar que ella es muy bonita, muy inteligente, sutil, vivaz y sobre todo dedicidida, en un tiempo le ofreci estar a mi lado y tener todo lo que quisiese... pero ella no acepto por su hermana, dijo que esa no era la vida que ella quería y muchas mierdas más, cuando la amenace huyó de mi, me robo y después ya sabes como continua la historia...- dijo, mientras le daba otra calada a su cigarrillo.

- Cuando me mandaste a vigilarla y acercarme a ella pensé que te seguía gustando, todo iba bien ¡Vamos! ella era muy guapa y no era ningún martirio acostarme con ella, pero a la larga me fui artando de fingir se su novio y hacer todas esas cursilerias baratas, fingir ser amoroso y esa mierda - confesé y tome un trago.

- Me agrada que pienses igual que yo.

- Bueno ya creo que ya tengo que irme, te dejo - solté después de unos segundos, el asintió, fingí una sonrisa.

Tome mi chaqueta, me despedí de él y salí del bar a toda prisa.

Me subí a mi moto y pise el pedal arrancando a alta velocidad, cuando llegue a casa me fui directo a mi habitación, aquella habitación la cual en algún momento había compartido con Jane.

Recuerdo la primera vez que le hable, fue después de haber asistido un par de semanas a la misma cafetería en la cual ella trabajaba, antes de hacerlo solo me dedicaba a ordenar lo de siempre y observarla mientras que fingía estar leyendo un libro, ese día me dije que ya era tiempo y así fue, le hable.

"Hey linda ¿puedes traerme un café?"

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora