En busca de pistas

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Narra Jessy

Ya ha pasado una semana luego de aquella visita se mi "padre" si es que así se le puede considerar. Cada segundo que pasa es una tortura para mi, estoy exhausta, en todo este tiempo no he podido pegar un ojo, me dedicó a pensar en tantas cosas que mi mente esta hecha un caos.

Aun no digiero bien la idea de que mi madre esta muerta, y más por culpa de la familia Foster. Poco a poco perdí las esperanzas de formar parte de ellos y mas ahora. Solo quiero alejarme de todos por un tiempo, quiero ser yo misma.

Desde hace ya una semana que no se nada de Dylan y en parte de me siento bien por eso. No se como reaccionaría al verlo en estos momentos. Serían muchas emociones encontradas, debo admitir que aún siento algo por el. No se si es amor, es odio o simplemente es rencor pero sea lo que sea no lo quiero descubrir. Creó que es mejor dejar las cosas como están, sin ningún tipo de ataduras así se me hará mas fácil llevar acabó mi decisión.

Hoy he decidido lo que haré, no se que pasará al final de todo este desastre así que mejor es tiempo de prevenir. Iré a donde el "Sapo" necesitó volver a trabajar mi cuerpo, tengo que entrenar.

Aun es supper temprano son las 3:00 de la madrugada, ni siquiera ha salido el sol. Sin pensarlo mucho me levantó de la cama y me preparo. Me pongo mi ropa deportiva y guardó todo en mi mochila. El celular lo dejo encima de la mesa que esta frente a la salida. Es regla principal del "Sapo" jamás llevar el celular al lugar de entrenar.

Me hago un moño nada de bien y me voy corriendo hasta la calle de mala reputación. Aquí solo entran los peleadores y luchadores ilegales, apostadores, obviamente prostitutas y traficantes.

Como de costumbre el lugar esta hecho un asco, un total desastre me da un pequeño mareo al percibir el olor. Es una bomba,entre sudor, humo y orines de mierda. Esto dan ganas de llorar.

Toco la puerta metálica y abre una cerradura para ver quien se asoma

-¿Que quieres?- pregunta el hombre al otro lado de la puerta

- Vengó a ver a el Sapo- respondo seca y seria

-¿Quien la busca?- vuelva a preguntar el hombre detrás de la puerta

- Dile que es Crowell- le respondo con una mirada furiosa

Después de unos minutos me abren la puerta dejandome ver lo horrible que esta el local. De solo verlo se que lo que esta adentro no es nada bueno. Camino lento por los interminables pasillos, no recuerdo muy bien como llegar.

Hasta me llegó un olor más fuerte, es la mezcla mas mierda que jamás he olido. No es por el alcohol, ni por el humo es más por el maldito olor a orines.

- ¡Crowell!- grita el Sapo

Ha cambiado mucho estos años, esta más delgado el ejercicio le vino bien, cuerpo ancho y músculos tonificados. Sus ojos cada vez los veo más claros, su cabello esta más largo y su sonrisa es sacada de anunció. Aunque claro solo me lleva cuatro años puede que sea que esta en su mejor etapa.

- Sapo- le respondo seria

- Hey ¿Porque ese saludo? estamos entre amigos- dice mientras se acerca a mi

- Necesito tu ayuda- le vuelvo a decir seria

-¿Que necesitas enana?- volteo los ante su comentario

- Quiero entrenar- le respondo mirando sus ojos

- ¿Porque ahora?¿Porque después de tanto tiempo?- me pregunta tomando mis manos

- Alguien mato a mi madre- le contestó apretando su mano- la persona que fue ahora viene por mi

Sin decir algo más me abraza y yo sin pensarlo mucho le devuelvo el abrazo.

Extrañaba a este chico, fue mi único mejor amigo, el único que se mantuvo conmigo en las malas y en las más malas. Aunque era cuatro años mayor siempre se preocupo por mi. Estudiamos juntos porque se fracaso varias veces solo para mantener a su familia.

A mi madre al principio no le caía del todo bien por sus tatuajes, según ella él era un violador y maldito ladrón. Todo cambio cuando paso aquello con los Foster mi madre empezó a verlo de la misma manera en la que yo lo veía. Las apariencias engañan.

Aunque estudiábamos juntos nunca pudo defenderme una porque sería abuso, el era mucho más fuerte y dos porque la mayoría del tiempo lo hacían mientras estaba sola.

Pero gracias a este chico soporte miles de cosas, él era quien hacia las maldades a las putas aquellas incluyendo a Amber. Me escapa con el para tratar de calmarme cada vez que pasaba algo fuerte, estudiaba con él pero poco a poco las cosas cambiaron. Él empezó a entrenar en los ilegales y yo empecé a temer de que lo lastimaran.

El día en que decidí irme lo pase genial pero antes tenía que despedirme. Fue lo mas difícil que jamás he hecho, tenía miles de emociones mezcladas. Él era mi cruch, quería ser mas que su amiga pero nunca paso nada. Solo eramos amigos y así nos quedamos y así nos quedaremos.

-¿Desde cuando estas en problema?- me pregunta sin separarse mucho de mi

- No tienes ni la mínima idea- le respondo tranquila- imaginate tengo que trabajar para Dylan

-¿Que?- pregunta incrédulo

- Si así como lo oyes- le respondo con una mueca

- Entonces vamos a entrenar y me explicas- dice levantándose del sofá y llevándome por un pasillo

-Dale- le contestó caminado a su lado

Luego de caminar como por cinco minutos él llega con unas pesas.

- ¿Recuerdas como usarlas?- me pregunta mirándome con una sonrisa

- Si ni que fuera bruta- le respondo ríendome

-Vamos a correr primero para calentar y poder hablar- me dice cambiándose de ropa frente a mi, sin pena. Se quitó toda su ropa y se cambio. Yo sólo me quede tiesa, en shock.

Miro hacia la salida y espero que este listo para correr. En los primeros minutos ninguno dice nada hasta que llegamos a la parte mas alejada de todos.

- ¿Que vas hacer ahora?- me pregunta parándose frente a mi

- Tratar de no morir- le respondo seria

- No dejare que te pase algo malo- me dice con cariño

- No tienes porque protegerme, no es tu problema- le contestó bajando la cabeza

- No tengo pero quiero asegurarme que estés bien- me respondo levantándome la vista

Y otra vez un momento incómodo, hago lo que creo que es mejor, a correr se ha dicho.

Tu eres mi decisión (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora