Ya han pasado dos semanas, dos semanas muy incómodas. Sigo trabajando para Dylan de secretaria obviamente, solo le hablo lo normal y asuntos del trabajo. No he vuelto a pisar su casa desde entonces y no pienso hacerlo, ha tratado de pedir disculpas todo este tiempo pero no las aceptó, siempre llego justo a tiempo y me voy a la misma vez que Vaioleth, los días que debo trabajar hasta tarde ella se queda conmigo. Ha sido una grandiosa amiga, desayunamos y almorzamos casi todos los días juntas. No me quejo de nada a excepción de Dylan pero que puedo hacer. Mi madre decidió quedarse tres semanas mas con Ana, al parecer quiere recuperar el tiempo que paso aquí triste y la entiendo. Se que cuando se sienta mejor vendrá a casa por ahora estoy sola en casa.
Me termino de vestir, hoy es miércoles y todos los empleados se reúnen para comer, me toco llevar el postre. Aunque Dylan insiste en que el quiere ponerlo todo, Vaioleth convenció a todos de que no era justo, así que desde la semana pasada a cada uno le toca llevar algo. A mi me tocó el postre, me levante mas temprano de lo usual para preparar flan de queso y budín de vainilla para todos. Hice cuatro budines y tres flanes no es mucho pero me dijeron como para 20 personas. Creo que eso da y sobra. Dejare los postres y los vendré a buscar mas tarde, quiero que estén bien sabrosos.
Quiero ir cómoda así que me pongo un traje color verde menta de una tela súper cómoda, me llega mas o menos un poco mas arriba de la rodilla unos tacones marrones y accesorios del mismo color. El cabello me lo dejo suelto, ya que esta ondulado y se ve genial. Solo esperó que se quede así, odio cuando por la mañana mi cabello se ve genial y no pasa media hora y parezco espanta pájaros. Salgo de mi casa directo a la cafetería, Vaioleth debe estar esperándome.
Llegó rápido, mas rápido de lo que creía y tal como había dicho Vaioleth me estaba esperando, en el mismo lugar de siempre.
- ¡Hola!- saludo entrando a la cafetería
- Chica estas que arde- dice mirándome- con esa ropa hasta Zeus cae a tus pies
Sonrió al escuchar su comentario tan absurdo, no soy la gran cosa pero si debo admitir que esta ropa me queda bien. Desde que paso aquello entre Dylan y yo he tratado de vestirme normal, nada de llamar la atención, ni que sea seductivo pero pensándolo bien creo que es mejor torturarlo. Hacer que sufra por lo que hizo y que mejor forma que verme bien perra.
- Gracias... Supongo- le contesto feliz- ¿ya pediste?
- Si, lo mismo de siempre ¿cierto?- pregunta, yo solo asiento y me siento frente a ella.
- ¿Como están las cosas con Dylan?- pregunta Vaioleth mirándome fijamente
- ¿De que hablas?- pregunto confundida
- Se que paso algo entre ustedes, lo noto a los lejos, no puedes mirarlo a los ojos- dice poniendo sus manos en la mesa- no se lo que sea pero no creo que sea bueno
- No se de que hablas, Dylan es mi jefe y solo mi jefe, no lo veo ni lo quiero como algo mas- le contestó ya cansada de esta conversación
- Vale, no te enojes solo quería ayudarte- me dice algo avergonzada
- Lo siento Vaioleth, pero no quiero saber nada de ese hombre a menos que sea de trabajo- le contestó mas calmada
- Entiendo- me contesta y se va a buscar nuestras ordenes, yo como de costumbre pido un sándwich de pavo y queso doble, un capuchino con canela y galletas de macadamia
- Gracias- le digo cuando pone la comida enfrente de mi
- No hay de que- me responde y seguimos comiendo y hablando de temas mas relajados.
Luego de terminar, nos vamos al trabajo en mi auto, ya que el de ella esta descompuesto. Su novio la trae aquí y yo la llevo al trabajo, aunque no esta lejos, es casi imposible caminar al trabajo con tantas personas es lo menos que puedo hacer por ella.
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Tu eres mi decisión (Completa)
Fiksi Remaja¿Que pasaría si no puedes hacer nada y debes trabajar para un idiota? Mejor dicho trabajar para él idiota que te hizo la vida de cuadros cuando estudiabas en la superior. Soy Jessy Rogers tengo 19 años, toda mi vida en especial mis años en la super...