Dos

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Me desperté por el sonido de la televisión frente a mi cama, abrí los ojos de a poco y busqué mi celular en la mesa de noche, lo desconecte de su cargador y la pantalla se encendió automáticamente, éste marcaba que eran las 12:19 pm así que era una buena hora para levantarse. Amaba dormir hasta tarde y más sabiendo que nadie entraría a mi habitación a las diez de la mañana exigiendo que me levante para desayunar, hacer mi habitación, ir a comprar esto, ayudar aquí... Dios, de tan sólo acordarme lo que es vivir con mi amada mamita, me apiado de mis hermanos.

En cambio ahora estaba sola, sin nadie entrando y saliendo de mi habitación para sacarme ropa, esa era mi hermana Melissa, y nadie vendrá a tirarme agua con el roseador para que me levante, mi hermano y mellizo de Melissa, Joaquín.

Hablando de mi familia, eramos seis viviendo en casa hasta hace unos seis meses. Max, mi hermano mayor, voló del nido a finales de Agosto, se mudo a un departamento en el centro de Los Ángeles, hace poco terminó sus estudios como ingeniero en sonido y tiene su propio estudio en la ciudad, ayuda a los artistas emergentes y le va bastante bien con eso, con 23 años apenas, tiene bastante éxito. Luego vengo yo, que me mudé hace apenas tres días y me siento demasiado orgullosa de mi misma. Los mellizos Melissa y Joaquín eran los últimos hijos en la familia, apenas tenían 15 años pero eran tal para cual, peleaban como cualquier hermano, pero se tapaban cada desastre que hacían, eran muy leales entre ellos y se adoraban a morir, aunque frente a sus amigos no demostraban mucho su amor. Y por último mis amados padres, mi mamá es profesora en la facultad de medicina aquí en Los Ángeles y mi padre es dueño de una empresa de muebles. Se conocieron, literalmente por accidente, mi padre le chocó el auto a mamá y después de que papá persiguiera a mi mamá por varios meses, terminaron por salir y siendo novios, luego con los años se casaron.

Revise los mensajes de whatsapp y abrí el de mamá primero.

"👸
Ya son las 10 y entré a tu habitación pero no estabas, encontré tu pieza vacía y juro que me dolió el corazón saber que ya no vivías conmigo bebé 😔

Háblame cuando despiertes bella durmiente, te amo 😙😙😙😙😙"

¡¿Por qué hace eso?!, hace que me entren ganas de llorar al saber que no estoy en casa, y lo peor de todo es que se que era yo quien ayudaba y pasaba más tiempo con ella.

Decidí responderle rápidamente.

"Mami, ya te extraño 😔 aunque aún no extraño tus exagerados gritos por toda la casa 😉 jaja

Te amo y dile a papá que también 😙 y a los dos demonios diles que tienen prohibido visitarme por al menos un mes 😉 o dos 😌"

Reí y se lo envié esperando a que lo leyera pronto. Dejé el celular a un lado y fui rápidamente a darme una ducha, puse música a todo volumen desde mi habitación y cerré la puerta.

—No... —reí y negué con la cabeza, la volví abrir dejándola a todo su tope de abierta.

Me metí a la ducha y sonreí al saber que nadie me molestaría entrando al baño. Después de envolverme en una toalla y amarrar mi cabello, abrí la ventana del baño para que saliera el vapor.

El sonido de mi celular con una llamada entrante cortó la música haciendo que se desconectara de los parlantes. Lo tomé y le conteste a Debra.

—Hola —desconecte el cable y puse el teléfono en alta voz.

¡Hey guapa!, ¿Cómo estás hoy?.

—Cené un trozo de pizza, dormí hasta tarde y me bañé con la música a todo volumen y con la puerta abierta... Puedo decir que bastante bien.

The Interview (Terminada - SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora