The Interview (Terminada - SIN EDITAR)

Treinta y seis

Gabriela's point of view

El timbre de mi casa sonó por todos lados, al menos unas dos veces, pero estaba demasiado concentrada hablando con Justin por mensajes. Aclarar las cosas con él había salido demasiado bien, y ahora nos estábamos poniendo al día sobre todas las cosas que nos habiamos perdido estas últimas semanas por parte de los dos. El timbre volvió a sonar, y ésta vez si me levanté para abrir la puerta, y al hacerlo, una enojada Debra estaba apoyada en uno de sus pies, con los brazos cruzados y la mandíbula apretada

Me sentí una mala amiga.

—¿Qué tanto hacías que no abrías?, ¿Estabas en el baño, o qué? —dió paso hacia la sala y ni siquiera paró a saludarme.

El no abrir no fue de manera intencional, pero estaba tan inmersa en la conversación con Justin que no estába del todo conciente en que el timbre sonaba, a pesar de que lo escuchaba. No sé si a otras personas les pasa eso, que se desconectan de todo y las cosas pasan a tu alrededor, las ves, pero es como si no.

—Perdón, estaba algo ocupada y no escuchaba el timbre —dije esperando a que creyera en mi respuesta.

Se sentó en el sillón y me quedó mirando con una ceja alzada, pero su mirada viajó a mi celular que justamente había sonado cuando un nuevo mensaje de Justin me había llegado.

—Con que ésto es lo que te tenía ocupada. —tomó mi celular y lo miró unos segundos soltando una sonrisa— Eres una perra. —dijo tomando un cojín de detrás suyo y lanzándolo en mi dirección— Dejas a tu amiga por media hora afuera por estar hablando con tu novio.

—No fue media hora, no seas tan exagerada. —reí tomando el cojín que yacía en el suelo y lo lancé al sillón nuevamente. Me senté junto a ella y le arrebate el celular de sus manos.

—¿Se arreglaron entonces? —me miró con una tierna sonrisa y una mirada expectante, todo lo contrario a como me miraba segundos antes. Asentí.

—Si, me llamó ayer y arreglamos todo. Y hoy no hemos parado de hablar en toda la mañana. —la sonrisa en mi cara no podía ser más grande, y tonta al mismo tiempo— Y lo otro, es que Colton ya se marchó.

—¿Se marchó? —preguntó sorprendida— ¿Por que?, ¿Hablaste con él?.

Negué, pasando una mano por mi cabello— Ayer llegué después del trabajo y vi sus maletas y me dijo que ya había encontrado algo, según él estaba todo listo para irse y me pidió perdón por los problemas que creó.

—Y menudo problema, si te tuvo mas de dos semanas con cara de zombi y llorando por los rincones. —soltó negando con su cabeza— Pero en fin, lo bueno es que ya no está y eso son menos problemas para ti.

—Si. —dije despacio— De todas formas no era la idea que se fuera así, me dió algo de nostalgia todo.

—Tampoco lo echaste como para que te sientas mal, él se fue por su voluntad y era algo que debía hacer si o si. —la miré rascando mi nuca y haciendo un mohín estando de acuerdo con ella.

—Lo sé, pero de todas formas ya está y todo el problema se fué. —hice un ademán con mi mano restándole importancia.

—Bueno, yo venía por otra cosa. —comentó sentándose bien en el sillón y sacando su celular— Hoy llegó Jordan de Francia y quiere ver a tu hermano. Me dijo que no sabe que está aquí y lo quiere sorprender. Podríamos ir hacer una caminata a la playa como antes, o tienes que hacer algo más.

Negué entusiasmada por su propuesta.

Jordan era un amigo de mi hermano, que resultó ser amigo en común con Debra; pero hace un año se fue a Francia a vivir por temas familiares. El chico era muy agradable y solíamos salir bastante cuando vivía aquí, junto con mi hermano y con mis primos cuando venían de visita.