Dieciséis

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Estuvimos abrazados por un buen tiempo, sin decir absolutamente nada. Él acariciando mi espalda con su mano y besaba mi cabello algunas veces. Yo tampoco decía nada, tampoco lloraba; simplemente estábamos en silencio, recostada en su pecho mientras él nos mecía de un lado al otro.

Me separé de él unos centímetros y me enterré en su cuello, sintiendo su olor y apretandolo fuerte contra mi.

—Gracias por estar aquí —murmuré y solté un suspiro cansado.

—Yo también hago una promesa —me hizo reír— cuando soy amigo de alguien, estoy ahí para él, tal como espero que él este ahí para mi.

Me separé de él aún riendo despacio. Era la misma frase que yo había utilizado con él cuando discutimos por primera vez por lo del comentario que le hice. No sabía cómo recordaba lo que dije pero así mismo fue.

—¿Donde dejaste a mi prima? —me termine de separar por completo y caminé para entrar en la habitación.

—Dijo que subiera con confianza y que por favor te hiciera reír mucho —elevo sus hombros— y que se iría a su habitación.

Hice una mueca, habíamos quedado de estar juntas ésta noche.

—Espérame aquí  —bese su mejilla y salí al pasillo hasta llegar a la habitación en donde dormía mi prima.

Toqué la puerta con mis nudillos y pude escuchar un "pase" del otro lado de la puerta. La abrí despacio y la encontré tirada en la cama viendo su celular, cuando me vio entrar me sonrió como el gato de Alicia y se sentó en la cama.

¿Por qué vino a esta hora?, ¿Es su hora para tú sabes... —elevo sus cejas  haciéndome reír y negar al mismo tiempo.

No seas estúpida —me senté en la cama y lamí mis labios— cuando me dijiste que me diera un baño y te fuiste, me llamo por facetime y me preguntó que pasaba. Obviamente no le dije nada y simplemente le dije que estaba bien y que no se preocupara —explique— pero la llorona se ha puesto como María Magdalena sin poder controlarlo mientras él me hablaba y hablaba de que le dijera que pasaba y así. Le corté —mi prima rió soltando un bufido— me llamó y me mandó miles de mensajes pero no le respondí ninguno, no quería tener que explicar el porqué estaba así.

—Y ahora está ahí, en tu habitación, esperando por ti —codeo mi costado y vire los ojos riendo— mejor ve con él, tenemos más días para ver películas y a mi no me importa —acaricio me mejilla— y por lo que veo él sólo tardo un segundo en devolverte la sonrisa.

Mantuve mi sonrisa mientras mordía mi labio algo nerviosa por tenerlo en mi habitación. Jamás se me pasó por la cabeza que vendría hasta aquí sólo para verme y asegurarse de que estaba bien.

Te debo una noche de películas —la abracé y bese su mejilla— buenas noches.

Serán muy buenas para ti .

Golpeé su brazo haciéndola reír y salí de su habitación para caminar hasta la mía. Ahi me encontré con Justin mirando a la cabecera de mi cama, donde había un inmenso collage en blanco y negro con fotos mías, de mi familia, amigos, de mi trabajo, etc. Las miraba atento y ni siquiera se había dando cuenta que estaba a un metro de él.

—¿Qué tanto ves?.

Se sobresaltó y se giró rápidamente, y cuando me vio soltó un suspiro y viró los ojos.

—Me asustaste mucho y no sé por qué —soltó una risa, contagiandome a reír también.

—Se que no tengo maquillaje pero no creo estar tan fea —arrugue mis ojos en sus dirección.

The Interview (Terminada - SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora