The Interview (Terminada - SIN EDITAR)

Cuarenta y siete (Final)

-¿Como me veo?, ¿Segura que estoy bien? -le pregunté a Debra por milésima vez en cinco minutos mientras me miraba al espejo.

Solo escuché un suspiro y sentí como se levantó de la cama para caminar hasta mi y apretar mis hombros.

-No es la primera cita que tienen, ¿Por qué estas tan nerviosa? -frotó mis brazos que estaban cubiertos por la tela del enterito de satín que llevaba y me volteó para mirarme.

-No lo sé... -dije negando y pasando una mano por mi cabello que estába recogido- Ésta vez saldremos los dos solos, sin amigos ni nada y es... Raro.

-¿Raro por qué?.

-Porque todo el mundo está hablando de las fotos de ayer, y hoy todo el mundo nos vera cenando y comenzará el caos otra vez y los rumores...

-Que no seran mentira. -dijo cortándome la frase y haciéndome reír.

-Eso no es lo importante. -me volteé nuevamente al espejo y lamí mis labios nerviosa- No quiero que arruinen esto otra vez, no quiero que se entrometan y termine huyendo de ellos como lo intenté hacer.

-Debes dejar de pensar en el resto, sobretodo en el qué diran los demas al verlos juntos. -dijo pasandome un labial rojo oscuro para echarme en los labios- Él y tú merecen salir sin darle explicaciones a nadie, ni a los paparazzis, ni a sus fans... A nadie. Él te quiere, tú a él y por fin Justin está dejando el miedo de mostrarse al público contigo, de agarrarte y darte un beso frente a todos como una pareja normal. -arregló mi cabello y los mechones que había dejado sueltos- Vive el momento, amiga. Si no lo vives ahora te vas a arrepentir mañana.

La quedé mirando fijamente a los ojos y sonreí guardando sus consejos y palabras. Aunque eso no me quitó los nervios de ir a esta cena con él, sentía que era la primera vez que salíamos juntos y eso me hacía tener mariposas en el estómago, o en realidad a este punto ya eran elefantes dando vuelta en mi vientre.

-Te ves hermosa, lo dejarás loco. -dijo mientras me volteaba al espejo y me miraba de pies a cabeza- Si fuera lesbiana ya te habría echado el ojo.

-Debra... -dijo riendo y mirandola con cara de que estaba loca, a lo que ella se encogió de hombros y me pasó el pequeño bolso que llevaría esta noche.

-Debe estar por llegar, guarda lo que necesites que yo lo iré a esperar abajo como una madre preocupada por la primera cita de su hija.

La vi salir de mi habitación mientras mi sonrisa se hacía más grande ante su locura, en serio no podría pedir una amiga mejor que ella.

Retoqué mis labios nuevamente y eché pefume en mis muñecas, cuello y detras de mis orejas. Solté un suspiro mirando mi reflejo y al escuchar el timbre sonar me dió un vuelco en el estómago que hizo que mis nervios estallaran en todas partes de mi cuerpo. Pero cuando sentí su voz y como reía con mi amiga, tomé aire y agarrando mi bolso salí de la habitación intentando regular mi respiración mientras bajaba las escaleras.

-Y ahí está tu chica. -anunció Debra como literalmente mi mamá lo haría.

Sonreí avergonzada llegando al último escalón y mire a mi amiga y luego a Justin, quien se acercó a saludarme y beso mi mejilla por un par de segundos mientra sus mano agarraba mi cintura.

-En serio te ves hermosa -susurró aún con sus labios pegados a mi mejilla haciendo que mi respiración quedara enganchada en mi garganta por un par de segundos hasta que se separó de mi.

-Gracias... -dije tragando saliva mientras lamía mis labios.

Me encontra nerviosa y tener a Debra mirandonos como si fueramos lo más tierno del mundo me daba aún más vergüenza. Sentía que estabamos frente a mi mamá y que en cualquier momento nos sacaría una foto para ponerla en su álbum.