CAPITULO 26 Cerca del enemigo.

787 56 3
                                    


---Shinobu---

Me fui a dormir y desperté temprano para ir a la Universidad. Mi hermano me esperaba en la sala mientras tomaba un café.

-¿Y Nowaki? –pregunte al salir de mi cuarto.
-Se fue al hospital, lo llamaron de emergencia.
-Pobre, casi nunca descansa.
-Lo sé, pero trabajo es trabajo, -suspiro- anda que se nos hace tarde.

Caminamos hacia la universidad y entro a mis clases.

Me quede pensando en el señor de ayer, ya que me dio cierta pena que su hijo haya muerto, me encantaría poder aliviar su dolor, pero lo único que puedo hacer por él es escucharlo y tratar de darle algunas palabras de consuelo.

---Miyagi---

Estaba revisando unos exámenes de mis estudiantes y me empecé a frustrar de solo calificarlos, no sé cómo hacer para enamorar de nuevo a mi niño, tendré que hablar de nuevo con Kusama, él tiene un don innato, y se ve a simple vista ya que tiene enamorado a mi compañero de trabajo y eso que no es todo una blanca palomita.

-Buenos días profesor. –saludo Hiroki.
-Oh my sweet honey, muy buenos días, ¿me extrañaste? –lo abrace.
-¡Profesor! No solo me puede saludar como una persona normal. –se enojo.
-Lo siento, -lo solté- me deje llevar.
-Profesor usted nunca entiende. –comento mientras se sentaba en la silla.
-Kamijou, ya hablando seriamente, ¿Por qué no me dejas acercarme a Shinobu?
-Usted mismo sabe la respuesta. –bufo.
-Por favor Kamijou, respóndeme.
-Ha lastimado mucho a mi hermanito y no quiero que vuelva a sufrir, y creo que lo más conveniente es que se quede con Satoshi.
-Pero yo lo amo.
-Y no lo dudo profesor, pero a veces hay que dejar ir a las personas amadas.
-¿Tú dejarías ir a Kusama?
-Eso es diferente. –dijo nerviosamente.
-No lo es y contesta, -lo mire- ¿Lo dejarías ir si estuvieras en mi situación?

Kamijou quería decirme algo pero no lograba articular palabras, solo miro el piso y se dejo perder en sus pensamientos.

-Tal vez.
-Pero no estás seguro.
-No.
-¿Ahora me entiendes? –suspire.
-Eso creo pero, solo deja que Shinobu decida, no lo presione profesor.

Me senté en el sofá y encendí otro cigarrillo.

“Tal vez no lo presionare más, pero si me acercare poco a poco”

---Shinobu---

En la hora del almuerzo me fui a comer con Satoshi en las áreas verdes. Cuando termine de comer el mío, me recargue en sus piernas.

-Estuvo delicioso. –me beso la frente.
-Me alegro que te gustara. –me sonroje.
-Todo de ti me gusta. –me acaricio el cabello.
-No digas eso. –desvié mi mirada. –Sabes no podré irme contigo hoy.
-¿Y eso?
-Es que, quede de verme con un amigo.
-Está bien Shinobu, no te preocupes, aunque no conozca ese amigo salúdamelo. –sonrió.

Mire para todos los lados y jale a Satoshi de su corbata y lo bese lentamente.

-Te quiero. –me ruborice.
-Yo también Shinobu, aunque no solo te quiero, sino te amo. –me beso intensamente.

Al terminar las clases me dirigí a la cafetería y me encontré al señor sentado en una mesa, hizo señas para que me acercara.

-Buenas tardes señor Bardo. –salude.
-Hola bambino, me alegra verte. –me revolvió el cabello.
-Lo mismo digo. –sonreí.

Me empezó a platicar de su hijo, que era muy joven, le encantaba leer y componer algunos versos, que siempre salía con sus amigos.

En sí todo lo normal que hacen los adolescentes.

Me conto que su hijo murió en un accidente aéreo.

-Sabes bambino a lo mejor es mucho lo que te pediré, -dijo mientras se secaba las lagrimas- ya te había comentado que me hubiera encantado tener un hijo como tú, déjame tratarte como a uno por favor.

Lo mire sorprendido, nunca me imagine que me pidiera ser como su “hijo”, no podía negarme es un señor que parece estar solo y sin ganas de ser feliz, me da tan tristeza.

-Está bien Bardo, entonces tendremos que conocernos más mmm, papá.
-Tan bueno mi bambino.

Platicamos acerca de nuestras vidas para conocernos un poco más, en verdad es una gran persona y caritativa. A las 8 me despedí de él ya que tenía que volver a casa.

-Cuídate mio figlio.

---Francesco---

-Veo que has hecho una gran amistad con tu figlio.
-Así es. –se carcajeo mi padre.
-¿Y cuándo estará en mis manos?
-Te parece que, ¿en una semana?
-Perfecto…

La Barrera de Nuestro Amor (Miyagi x Shinobu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora