CAPITULO 38 Negociación.

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---Shinobu---

Me deje caer sobre mis rodillas y comencé a llorar, sentí tanto miedo ante su despedida, nunca pensé que sucedería algo tan grave, no quiero perderlo, no puedo hacerlo.

-¿Shinobu? –pregunto Miyagi y corrí hasta mi lado y me abrazo. -¿qué pasa?
-Miyagi, tenemos que regresar por favor. –solloce.
-¿Qué ha pasado?
-Algo anda mal, si no regresamos pronto algo le sucederá a Satoshi. –lo tome del saco.
-Tranquilo Shinobu, quiero que te relajes un poco, estás muy exaltado. –me abrazo.
-No puedo, tenemos que irnos ya. –lo mire.
-Shinobu-chin, debemos esperar hasta que…
-NO QUIERO ESPERAR, -grite- si tú no te regresas conmigo lo hare yo solo.
-Iré contigo. –me miro.
-Entonces vamos a comprar los boletos. –susurre.
-Ya los tengo.
-¿Nani?
-Ya sabía que algo pasaba por el mensaje que me envió. –suspiro y me mostro su celular.

Miyagi lamento no poderte decir esto en persona, o al menos llamarte al celular, sabes aunque no tuvimos un buen comienzo porque somos rivales de amor siempre te he admirado por tu inteligencia y astucia, solo te hace falta más seguridad y determinación, por favor te ruego que cuides de Shinobu que pase lo que pase siempre estarás a su lado, se que lo amas, así que si él te brinda otra oportunidad no la desperdicies y hazlo feliz, cuídense…
Att: Satoshi


Mis lágrimas no paraban de salir, definitivamente algo grave estaba pasando, algo que no quiere que me entere.

-No llores Shinobu-chin, todo saldrá bien. –me abrazo- Es mejor prepararnos que el vuelo sale en un par de horas.

---Nowaki---

Me levante porque los rayos de sol me estaban lastimando, me di cuenta que no estaba en mi departamento, y más la recordar que mi amado Hiro-san no estaba conmigo. Recorrí las habitaciones y no encontré a Satoshi, por uno momento pensé que había salido a comprar algunas cosas hasta que vi un papel en la mesa.

Nowaki te prometo que te traeré de vuelta a Hiroki, así que no te desesperes y confía en mi palabra, solo quiero pedirte un favor, dile a Shinobu que lo amare en esta vida y en la siguiente, que sea feliz con la persona que elija, cuídate…

Apreté la nota y salí corriendo del edificio con la esperanza de alcanzar a Satoshi.

“No hagas una tontería Satoshi, por lo que más quieras no lo hagas…”

---Hiroki---

Me sentí tan frustrado de estar encerrado, comencé a arrojar cosas para encontrar alguna salida, pero nada. De pronto la puerta se abrió violentamente mostrando a un hombre mayor con una sonrisa en su rostro.

-Ya no puedo más. –se acerco a mí.
-ALÉJATE. –lo amenace con una lámpara.
-Me gusta que se resistan, eso me excita más.
-Es un cerdo.
-Estás muy lindo.

Se empezó a acercar a mí y le aventé la lámpara y él la esquivo.

-Fallaste. –se carcajeo y me aventó a la cama.
-Suéltame, no me toques. –empecé a patalear.
-Será mejor que cooperes. –me acaricio las piernas.
-Ni en su más loco sueño.

Cuando iba a meter su mano por debajo de mi playera alguien le llamo.

-Señor Bardo él está aquí.
-¿QUIÉN?
-Satoshi….
-Mmm, esto será interesante. –me tomo del brazo y me llevo con él.

“¿Qué está haciendo él aquí?”

---Satoshi---

Llegue a esa casa, respire profundamente, y toque la puerta. Uno de sus hombres abrió y me reconoció al instante haciéndome pasar. Estaban a punto de acercarse pero saque un arma que había encontrado.

-Quiero ver a Bardo.

Uno de ellos asintió y subió por las escaleras. A los pocos minutos bajo Bardo acompañado de Hiroki.

-HIROKI.
-Satoshi que… -intentó decir pero Bardo le tapo la boca.
-Así que te atreves a venir a amenazarme a mi propia casa.
-Solo quiero hacer un trueque contigo.
-Mmm, ¿de qué trata? –me miro.
-Se que su hijo quiere a Shinobu pero con Hiroki retenido aquí no lo conseguirá.
-¿A qué quieres llegar? –se desespero.
-Me quedaré aquí en lugar de Hiroki y aceptaré cualquier castigo que me quieran dar. –comente seriamente.
-¿Enserio? –sonrió ampliamente.
-Así es. –baje el arma- Solo déjenlo ir.
-Tú propuesta es muy interesante, -miro a Hiroki- tal vez los castaños no son de mi gusto.
-¿Entonces qué dice?
-Acepto tu oferta, -sonrió- tu es mejor que te largues y no comentes nada o tendré que eliminar a ese peliazul con él que vives.

Hiroki se alejo de su lado y se acerco a la puerta, le entregue el arma y me miro sorprendido.

-Vete y no regreses, ve con cuidado, un amigo te espera en un automóvil azul.
-Gracias. –sollozo y salió por la puerta.
-Ahora vamos.

Bardo me tomo del brazo y me llevo a ese como calabozo que era mi prisión.

-Ahora, -me aventó al piso- tendrás que abrirte de piernas para mí.

Suspire y una pequeña sonrisa se aparecía en mis labios.

-No lo creo…

La Barrera de Nuestro Amor (Miyagi x Shinobu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora