CAPITULO 31 Escape.

648 41 4
                                    


---Shinobu---

Desperté porque la luz del sol me empezaba a lastimar, cuando abrí los ojos me percate que estaba al lado de Miyagi, y él me abrazaba fuertemente. Mis mejillas comenzaron a arder y me separe de él.

-¿Shinobu-chin?
-¿Cómo es que…?
-Te quedaste dormido en el sofá y te traje a la cama para que descansaras mejor. –me miro.
-G-gracias, pero yo, -dije nervioso- me tengo que ir.
-Quédate un poco más, -me tiro de la mano y me volvió a recostar- además tienes que desayunar, prometo llevarte a tu casa después.
-Pero…
-Pero nada, -me abrazo- quiero que estés tranquilo.

Luego de un rato se levanto y me beso la frente, camino hacia la cocina y yo lo seguí, me senté en una silla y lo observe mientras cocinaba.

“¿Cómo te estarán tratando Satoshi? ¿Tu herida ya se habrá cerrado?”

-Shinobu, te puedo preguntar algo. –me saco de mis pensamientos.
-Claro.
-¿Por qué terminaste con Satoshi?
-¿Quién te lo dijo? –me sorprendí.
-Ayer le hable a Kamijou para no preocuparlo, y me comento que te grito porque ahora andas con Francesco.
-Oh.
-¿Qué fue lo que paso? –pregunto mientras colocaba el desayuno en la mesa.
-Me di cuenta que no lo amaba, -desvié mi mirada- que solo fue un error estar con él, y pues Francesco se me declaro y decidí darle una oportunidad.
-Sabes que no te creo. –suspiro mientras encendía uno de sus cigarrillos.
-No necesito que me creas. –lo mire y el tomo mi mentón.
-Entonces explícame porque tus ojos están hinchados, porque tus labios tiemblan, porque tu semblante parece demacrado. –me miro a los ojos.
-Eso no…
-¿Qué te han hecho Shinobu-chin?
-Miyagi, -aparte su mano- llévame a casa por favor.
-¿Qué es lo que te tiene así? –prosiguió.
-No puedo decirlo, por favor respeta mi decisión. –lo mire.
-Está bien. –me abrazo por unos instantes.

Salimos de su departamento y me llevo de vuelta con mi hermano.

-Cuídate. –me beso la frente.
-PODRIAS QUITAR TUS ASQUEROSAS MANOS DE MI NOVIO. –grito.
-¿F-Francesco? –me estremecí.

Francesco camino hacia donde me encontraba y me jalo de la cintura hasta quedar a su lado. Miyagi nos miro sorprendido y le dedico una mirada de desaprobación.

-No deberías tratar tan posesivamente a Shinobu-chin. –gruño.
-Lo hago porque es mi novio.
-Eres un mocoso que no sabe respetar a los demás.
-Y usted es un viejo rabo verde que no deja de mirar a mi NOVIO.
-Serás…
-¿Qué está pasando aquí? –grito mi hermano mientras abría la puerta de golpe.
-Este mocoso que esta de impertinente. –cruzo los brazos Miyagi.
-Este señor anda cariñoso con mi novio y no lo voy a permitir. –rechino los dientes Francesco.
-Miyagi, gracias por traerme, pero ahora me quedare con mi hermano. –susurre.
-Cualquier cosa avísame, -me abrazo- estaré siempre para ti.

Miyagi se despidió y camino hacia el elevador.

-¿Por qué te trata con tanta confianza? –dijo Francesco.
-Es mi ex cuñado. –comente.
-Si claro.
-Francesco, podrías venir más tarde, quiero platicar con mi hermano.
-Sí viven juntos, todo el día se ven. –reprocho Francesco.

Yo mire a mi hermano en señal que no le dijera nada de lo que paso, él me miro y suspiro.

-Por favor, ven más tarde.
-Ya que. –me jalo del brazo y me beso- Vuelvo en un rato, te amo.

Entre a la casa y mi hermano me abrazo, se disculpo por lo que había dicho, y dijo que no me volvería a alzar la vos, que confiara en él.

“¿Cómo hacerlo sin ponerte en peligro?”

---Satoshi---

En todo este tiempo que he estado encerrado, pude divisar una salida bastante amplia por donde puedo pasar, me alegra que esos imbéciles no se hayan dado cuenta. Se encontraba del lado izquierdo de cuarto donde estaba encerrado, luego de varios intentos por quitarme las sogas, lo conseguí aunque me lastime mucho mis muñecas.

Todo me daba vueltas, como pude me arrastre por el piso y me deslice por aquella puerta pequeña, escuche pasos acercarse y me apresure en salir.

Al estar al exterior empecé a correr tratando de buscar ayuda. Mi aspecto era espantoso, me du cuenta al verme en el agua, mi ropa rasgada y con sangre, algunos golpes en la cara.

Me acerque a una señora que paseaba con su hijo.

-A-yudeme. –susurre.
-Joven, ¿Qué le ha pasado? –se asusto.
-Yo… -de pronto sentí como todo se volvía oscuro.

---Externo---

La señora al ver a Satoshi caer bruscamente al suelo, tomo su celular y llamo a una ambulancia. Tardaron varios minutos en llegar, lo revisaron y con mucho cuidado se lo llevaron.

-¿Cuáles son los signos? –comento un paramédico.
-Inestables.
-Debemos apurarnos, lo estamos perdiendo…

La Barrera de Nuestro Amor (Miyagi x Shinobu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora