El cielo de tus ojos. (Lesbico)

1. Comienzo

Nací el 12 de Noviembre de 1997, crecí en Caracas capital de Venezuela, cuando cumplí los 17 por situación política me mude al Reino unido.  Tengo una familia algo peculiar, Mi padre Jon lush:  tiene rangos finos, ojos verdes claros, cabello marrón oscuro, es alto y de buen corazón, algo excéntrico y malhumorado también, pero así son la mayoría de los padres después de un día arduo de trabajo... mi madre katy lush: rasgos finos, pelirroja natural, ojos color miel, delgada, si les digo la verdad parece mi hermana en vez de mi madre, creo que por eso nos llevamos tan bien, y yo Alissia lush: pelirroja como mi madre, ojos verdes como mi padre, de una estatura aceptable (1,77 según mi doctora), delgada pero con caderas y una parte de atras envidiable si les soy sinceros.

Me mude a una zona algo lujosa en el Reino unido llamada kensington, gracias a que mi madre era una de las arquitectos mejor pagadas en este país, eso me recuerda el como se iba y no regresaba en unos seis meses o mas cuando vivíamos en Venezuela,  creo que eso es lo que mas me gusta de haberme mudado, el hecho de que podre ver a mi madre todos los días. A mi padre le costo conseguir mas un trabajo, ya que el es educador de ciencias, es decir matemática, química y física. Para mi sorpresa el instituto que me acogió como alumna le acogió como profesor sustituto a el también. 

Lunes 12 de enero del 2017:

Abrí los ojos a las 5am, he estado acostumbrada toda mi vida el despertarme temprano, ya que en mi anterior instituto que quedaba en caracas las clases comenzaban a las 7am, y uno tenia que llegar puntual, me duche con agua helada para despertar mi cuerpo por completo, me posicione al frente del espejo para maquillar un poco esas ojeras, resaltar mis ojos, colocar algo de labial y peinar mi cabello, al entrar nuevamente a mi cuarto, veo el lindo uniforme nuevo que tenia que usar, camisa de botones manga corta, falta de cuadros blanco con negro que me quedaba mas arriba de las rodillas, medias oscuras y mocasines, al terminar  de alistarme bajo por las escaleras directo a la cocina, allí como me lo esperaba estaba mi madre ya lista para salir tomándose una taza de café y leyendo el periódico.

Buenos dias -Digo  al terminar de entrar a la cocina, me acerco y le doy un beso en la frente

Buenos dias mi amor -me dice casi de inmediato- el uniforme te queda hermoso 

gracias ma' -digo abriendo la nevera- y mi desayuno?

Esta en el horno, pero no deberías desayunar tan temprano, tus clases comienzan a las nueve y son apenas las siete -se rie, al ver que no me acostumbro 

No importa, comere dos veces -tomo el plato con mi arepa que estaba en el horno y me siento a comer, a lo que noto que ella termina de tomarse el café y se acerca a mi

estas nerviosa por tu primer dia de clases? -me pregunta mirandome 

si te digo que no... me crees? -le miro mientras mastico un bocado

no... no suenas nada convincente -con su respuesta, no solo ella se rie, sino que yo tambien, el hablar con ella me tranquilizaba, al final de cuentas era un pais nuevo y a pesar de que llevaba dos semanas ya en el, no habia hablado con nadie a parte de mi familia

Pasamos el tiempo hablando, hasta que el reloj marcaban las 8:15am, en ese momento mi madre agarro su cartera, y con un gesto me dijo que me montara en el auto mientras ella buscaba su porta planos, tome mi bolso y me monte a esperarla, el camino a la escuela fue algo largo pero nada tedioso, en la radio sonaba una de mis canciones favoritas "born to die" de Lana del rey, al llegar me despedí de ella y con completa seguridad camine por los pasillos de tan prestigioso instituto, mas de una mirada volteaba a verme, mas de una chica se quedaba con la boca abierta... (creo que no acote que era un instituto de puras chicas, verdad?) llegue al salón, abrí la puerta y para mi sorpresa casi nadie había llegado, me parecía perfecto podía escoger un asiento lo suficientemente lejos del educador, camine por la ultima fila hasta llegar al ultimo puesto pegado a la ventana, me senté no antes sin darme cuenta de la mirada tan pronunciada de la chica que estaba al lado de mi puesto...