El cielo de tus ojos. (Lesbico)

24. libertad

Los minutos pasan, y yo aún estoy parada con aquella hoja en las manos, los oficiales se retiraron luego de citarme mañana al mediodía en una cafetería frente a la comisaría. Apoyo mi cuerpo en la pared y subo la vista perdiéndome en aquel cielo. ¿Que se sentirá sólo flotar y dejarse llevar por el viento? ¿Sera esa la libertad o sólo es una ilusión?

Al entrar me encuentro a mi madre haciendo café y a Megara acompañándola, no se de que va la conversación pero saber que mi madre le saca una sonrisa a mi novia me hace sonreír.

¿Quieres hija? —me pregunta al darse la vuelta, yo solo niego caminando hacia Megara sentándome a su lado

¿Por que tardaste tanto? —me pregunta Meg lo cual simplemente me inclino y le doy un beso en los labios

Por nada, no te preocupes —le término de contestar, ella me observa unos minutos, sus ojos están atravesando mi alma y cuando voy a contestar nuevamente me sonríe levemente. Ella sabe que miento sin embargo me da mi espacio... ¿Como no amarla?

La tarde pasó con lentitud, tanto que son las cuatro  y seguimos en el sillón de la sala sin movernos sólo viendo aquella pantalla que tiene una programación horrible.

Mi madre recibió una llamada dejándonos solas las dos hace como una hora atrás, Jade dijo que vendría más tarde con algunas camisas y pantalones de Meg, nada completamente relevante.

¿Estas segura que quieres ir a trabajar mañana? —le pregunto con algo de preocupación, tratando de que no se me note

En realidad no estoy segura, pero dijiste que tenemos que salir de esto ¿no? —me pregunta mientras juega con los dedos de mis manos

Yo estaré contigo —le término por dar un beso sumamente lento el cual me hace suspirar —sabes, estaba pensando

Eso es raro —aquella broma me hace empujarla suave y ella me sonríe divertida —que pensabas cariño

¿Que es la libertad para ti? —le pregunto y ella me mira un momento antes de levantarse, no respondió mi pregunta, más bien sólo me dijo que lo pensaría.

Esa noche vino Jade junto a Emma trayendo varias maletas llenas de ropas, el cual posicionamos en mi habitación, mi madre llegó a los minutos lo cual consiguió a Jade saqueando la nevera. Fue completamente gracioso el como se asustó y dejó caer la rebanada de pan con mermelada al piso, y como en física, la parte que impacto contra este fue la rellena.

NOOOO —grito al ver su pan en el piso —¿por que la vida es tan injusta? —se coloca de rodillas al frente del pan, la verdad es que ninguna puede dejar de reír, y aquello me hace alegrar ya que Megara necesita esta vibra positiva

Deja el drama —dice mi madre recogiendo el pan —limpia eso y te preparas otro

Pero ... —mi madre le mira y respira hondo tratando de no reír

Pero nada joven —le apunta con el dedo

Terminamos cenando pan con mermelada las cinco. En donde el tema de conversación era completamente irrelevante y monótono pero muy gracioso.

Tenía muchas ganas de acribillar a preguntas a Emma sobre sus momentos a solas con Jade, y sobre esas miradillas que se tiran más de una vez.

Al cabo de unas horas estas se retiran dejándonos otra vez a las tres solas. Antes de que se fueran alcance a decirle a Emma que no se salvaba del interrogatorio que le venía lo cual se puso roja como tomate, algo ya normal para mi verla así.

¿Quieres ver otra película amor? —le digo colocando mis brazos alrededor de su cuello, al principio se tensa pero con el paso de los segundos se relaja