11. Palabras

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Luego de artes vinieron materias irrelevantes para mí, si... últimamente la materia que no daba Megara no era relevante para mí. Así pasaron las dos primeras horas hasta que llego Matemática, en lo personal es una de las materias que mas me gustan pero ver entrar a mi padre con su típico portafolios, su camisa de botones blancas, su corbata marron, sus pantalones de traje marrones y sus zapatos de vestir hizo que mi cara parecía el típico poema de angustia. Muchas preguntas aparecieron en mi mente pero antes de que me diera cuenta el se estaba presentando.

Buenas tardes Señoritas, como pudieron percatarse ayer su profesor de matemáticas no pudo asistir –Hizo un leve silencio inspeccionando el salón, hasta encontrarse con mis ojos, lo cual le hizo sonreír levemente, no me culpen mi reacción fue la típica, rodar los ojos lo cual hizo que continuara lo que decía sin rastro de aquella leve sonrisa –Hoy en la mañana nos llamaron del hospital para decirnos que había tenido un accidente y que no se podía presentar en por lo menos un mes, asi que seré su profesor suplente –Dio media vuelta y anoto en el pizarrón su nombre, "JON"

El comenzó a hablar sobre sí mismo, lo que daba en este colegio y cosas sin relevancias, sinceramente el verle la cara me daba asco, pero no podía hacer nada, era mi profesor y para colmo mi padre.

En un momento dado Ema se volteo a verme, me detallo lentamente y sin decir una palabra se volteo, cada dia que pasa me doy cuenta de que esta chica tan timida y linda es también muy detallista, su mirada me había dicho tantas cosas y a la vez nada que sin darme cuenta sonreí viendo por fuera de la ventana.

Cuando la clase termino aquel hombre salió por la puerta no antes sin dedicarme una mirada de ¿reproche?

¿No les parece guapo? –Dice Thalia sacándome de aquel cuadro mental en donde al llegar a mi casa me regañaría por no estar atenta

Ahora que lo pienso lo es bastante –Dice Rose mirándome lo cual me pone algo incomoda, sin decir una palabra comienzo a recoger para ir al receso

En la cafetería nos sentamos en la típica mesa, y me percate que cada vez éramos más chicas, pero que a pesar de que estaban comiendo conmigo no conocía ni sus nombres, sinceramente cuando comenzaron a hablar sobre mi padre no les preste atención hasta que una pelinegra de rasgos finos y ojos café muy claros me saco de mi demencia total

Ahora que lo pienso, Megara y Jon harían una buena pareja –Todo mi coraje se concentro en mi mirada, ya que al dedicársela esta se tenso y trago fuertemente su saliva, todas en el grupo se quedaron calladas al ver tal acción hasta que Thalia se rio

Venga Alissia relájate, es solo un comentario, no es que vaya a pasar –No sé, el simple hecho de aquellas palabras me quito el apetito, me levante haciendo que la silla sonara, toda la cafetería tenía mi atención, me dirigí hacia el bote de basura y tire el resto del alimento de mala gana, pude visualizar que Megara iba llegando a la cafetería y al ver aquella acción sus ojos denotaban confusión, sin decir alguna palabra simplemente comencé a caminar hacia la salida, cuando sentí una mano tomar mi brazo haciendo que me detuviera

¿Qué? –Digo sin alzar la voz pero con rudeza

Disculpa –Dice aquella chica de cabellos negros, sinceramente tenía mi apellido bien atravesado así que me voltee y la mire, el silencio reinaba en la cafetería, lo cual me hizo sonreír arrogante

Ema camino hacia nosotras y tomandome del brazo antes de que le dijera algo que la hiciera llorar me jalo a la salida, casi de inmediato llego Thalia y Rose, la cara de Thalia era un poema, pero la de Rose era completamente tranquila.

El cielo de tus ojos. (Lesbico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora