Mi despertador sonó como todas las mañanas, pero esta para mi era diferente, posicione mi mano derecha en mi pecho, tocando el anillo que colgaba en el, casi de inmediato en mi cara existía una sonrisa que por donde le miraras gritaba "Amor"
Me dispuse a levantarme, entre al baño realizando mi aseo diario, no se porque razón esta mañana me vestí dentro del baño, pero lo agradezco, porque al salir me encontré con los ojos de mi madre.
Buenos días hija -me sonríe levemente -te quería decir que hoy no podría llevarte, pero me quedé impresionada al entrar y no encontrarte durmiendo, anoche se te notaba muy feliz e hiperactiva, pensé que...
Antes de que me recordará mi momento de torpeza luego de que Megara me dejara le interrumpí -Creo que va a ser un buen día -Digo como si nada -¿por que no me podrás llevar?
Bueno, es que no te iba a llevar si no estabas despierta ya que si no has visto la hora aún no son las 7am -mi madre dejo escuchar una carcajada al notar como caminaba a tomar mi tlf y verificar la hora, según este eran las 8:30, le mire procesando la información y luego de unos segundos terminé riendo
Creo que tengo la hora adelantada -Digo como si nada y me siento en mi peinadora para terminar de arreglarme - entonces... ¿Si me llevarás?
¿No crees que es muy temprano? -me pregunta
No le veo ningún problema -término de delinear mis ojos - aún no soy buena con las calles, no quiero perderme, de paso puedo tomar estas horas para repasar allá
Veo como se levanta, se acerca a mi y me besa la cabeza -¿vas a invitarla a comer?
No se como fue mi cara, pero ella río, y me guiño el ojo.
¿A quien ? -me recompongo casi de inmediato
A tu "amiga" -Hace comillas en la palabra amiga
¿Cual de tantas? -ella bufa y camina a la puerta
En 5min salimos, que tengo una reunión y llegaré tarde -y así como vino se fue, dejándome allí con el corazón agitado y tocando mi pecho, sintiendo el anillo que ahora se encuentra cubierto por la tela del uniforme
Tomo mis dos bolsos, el de gimnasia y en donde guardo mis cuadernos y me encaminó a la cocina. Al llegar, guardo mi desayuno y veo cómo mi madre pasa directo a la puerta, yo le sigo en silencio y al entrar en el auto siento como está levemente nerviosa, posicionó mi mano izquierda sobre la mano que tiene en el volante suavemente.
Todo en esa reunión irá fantástico -ella me dedica una leve sonrisa sin despegar su mirada del camino
Esas fueron las únicas palabras que le dije en todo el camino, al llegar cumplimos con nuestra rutina de monotonía, el típico beso en mi frente para luego perder el auto de vista. Al entrar, note los pasillo algo desolados, había una que otra alumna, iba caminando a la que sería mi primera clase, que aún faltaba una hora para que comenzará, al fondo del pasillo pude ver a mi profesor de educación física, este al notar mi presencia me sonrió y se me acercó.
Extremadamente puntual -dijo con un tono algo divertido lo cual me hizo sonreír -buenos días, arquerita, hoy me dirás si te vas a unir al equipo o ¿no?
En realidad no le he pensado -contestó honestamente - hoy luego de gimnasia me podría mostrar los horarios de práctica, y yo le digo si podré o no -el asintió conforme de mi respuesta pero en mi mente sólo pensaba en que relación tiene este profesor con mi mujer
Me parece grandiosa idea -me sonríe y continuamente me palmea suavemente el hombro y continúa su camino
Yo al cabo de unos segundo también sigo el mio, y al llegar a mi destino abro la puerta consiguiéndose con un aula completamente vacía, me dirijo al que se supone que es mi puesto y al sentarme comienzo a realizar mis deberes de matemática. Con el paso del tiempo van llegando personas al salón, estas me miran, me sonríen y luego me saludan, yo solo les miro, si me caen bien les contestó el saludo, sino sólo asiento y continuó con lo que estaba haciendo. Mi teléfono suena, y por el tono reconozco que es mi novia.
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El cielo de tus ojos. (Lesbico)
RomanceSi lo que dicen es cierto, y uno solo se enamora una vez en la vida, no me había enamorado hasta conocerla a ella. Y es que, no solo tenia una sonrisa espectacular sino que cualquiera se ahogaba con solo intentar nadar en sus ojos azules. Me llamo...