Extra *17-(protegiendote 3)

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Pov Rose:
Dos años atrás:

Que rápido pasa el tiempo, apenas ayer conocí a Emma y ya hoy cursamos tercer año de bachillerato. Un año completo en donde he visto cada uno de sus progresos, aún le cuesta interactuar con las personas, pero por lo menos a mi me sostiene la mirada, y ya no se sonroja tan seguido. Sigue teniendo el mismo aspecto frágil, y hasta esta mas delgada, aquello me preocupa, pero no se como decírselo.

Hoy como el primer día de clases decidí preguntarle algo de forma directa, ya que poco a poco la he conocido, ya creo que hay confianza como para que no se sienta incómoda o molesta.

El clima está muy frío, y es normal para esta época, así que me coloco el uniforme, un suéter y bajo.

Vámonos Amelia —digo al pasar por la cocina

Ya va, no he terminado de desayunar —dice levantándose apurada con un sándwich en la mano derecha y el bolso en la izquierda

Últimamente estas más floja —me burló mientras abro la puerta

Mira pioja, que la mayor aquí soy yo —le saco la lengua de forma divertida mientras camino de retroceso al carro, ella me sonrie y cuando me doy cuenta unos brazos toman mis hombro haciéndome voltear a ver

Buenos días —dice sabrina muy cerca mío lo cual hace que me sonroje y me separé de golpe

Disculpa, no te vi —ella se ríe de mí manera de reaccionar —no te preocupes, se nota que se divertían

Río nerviosa y mi hermana pasa a mi lado dándome un lepe por detrás de la cabeza —¡ey!

Vámonos llegaremos tarde —se ríe de mí reacción y entra en el carro

El camino fue con una canción muy random para mi, kiss a girl de katy perry. La cante completa aunque cada vez que sabrina volteaba riendo me sonrojaba. Algo en mi estaba segura de que ella había entendido mi punta hace un año atrás, lo bueno es que su trato hacia mi no cambio.

Me despedí con la mano al bajar del auto y divise a Emma bajándose de la típica camioneta junto a su hermana. Aquella niña era tan diferente a Emma que asustaba, tanto que me caía demasiado mal. La manera en que veía a su hermana es como si le tuviera entre lástima y mucha bronca, eso hacía que algo en mi la repudiara.

Caminé hacia ella y al llegar tuvimos una conversación en donde como todas las mañanas le decía algo que resaltará de ella, no es para conquistarla ni mucho menos con intensiones malas. Sino que fue un consejo que me dio mi hermana, me dijo que leyó una vez en un libro que el afirmarle las cosas positivas a las personas hace que suba su autoestima, y aquello es lo que llevó haciendo desde hace unos seis meses atrás.

Caminamos en los pasillos platicando de cualquier cosa, me agrada que interactúe más que cuando la conocí. Y que siga siendo tan directa como antes, aquel aspecto es algo que no ha cambiado.

Al final las clases transcurrieron con naturalidad, alguna broma de Thalia que nos hacía reír, uno que otro regalo del profesor y bueno, mucho contenido para estudiar.

Al sonar el timbre del recreo como es típico, Thalia salió corriendo del salón a la cafetería, nosotras en cambio sólo caminamos hasta ella. Pero al llegar entendí porque hoy fue con más apuro, estaban vendiendo torta navideña, por supuesto me queje de porque no nos dijo, incluí el plural para no sentirme tan gordita la verdad, ella se excusó con que no sabía que nos gustaba, a los minutos nos sentamos y vemos que vamos a comer.
Thalia tiene unas ocho panquecas en aquella taza que trajo de su casa, y una torta que compró aquí, Emma en cambio es todo lo contrario, tiene un plato hermético en donde sólo trae una comida que se ve muy insípida para mi gusto y demasiado ligera, pero como es normal ya no le prestó tanta atención. Y yo tres sándwich y un vaso de nestea.

El cielo de tus ojos. (Lesbico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora