Subí con la pesadez más grande que existía, algo dentro de mí se estaba rompiendo con cada paso que daba, todo iba en picada, y yo seguía pensando que tenia oportunidad con esa Diosa, es impresionante la rapidez con la que me vi cegada por su belleza. Tantas cosas en tan pocos Días, tantos recuerdos que atesorare como "El amor que no pude tener pero que me hizo feliz" o algo por el estilo. Ya a la mitad de la escalera mis lágrimas salieron a la luz, y no es para menos, me estoy tratando de despedir de algo que nunca tuve. Es amargo tener todo lo que no se pide, y pedir algo y no poder conseguirlo.
Al entrar a mi habitación me lance en mi cama dejando caer cada lágrima que aguante desde que tenía doce años, me quede allí no sé cuánto tiempo puede que hasta me quedara dormida, pero cuando levante la cara no escuchaba ruido abajo. Termine dirigiéndome al baño, tenía el lapiz todo regado, así que empecé a desmaquillarme, me desvestí poniéndome la primera pijama que vi, consiste en ponerme un short corto, franelilla y recoger mi cabello en una cola alta. Al sentarme en la cama un suspiro muy largo salió por mis labios desplomándome sobre mis fundas.
Creo que no lo he dicho, pero en el techo de mi habitación pegue una galaxia completa que brilla en la oscuridad, así que proseguí aplaudir dos veces haciendo que se apagaran las luces, ver ese mini universo me calmaba de una manera casi impresionante, me dejaba pensar no tanto en mis "problemas" sino que en vez de ello, me pone a pensar sobre teorías que he leído en libros, que aunque son fantásticas son casi inaceptables por razones obvias. En un lapso de veinte minutos cerré los ojos y me puse a respirar suavemente, solo para escucharme a mi misma, pero en vez de eso escucho la puerta abrirse, no me tomo la molestia de abrir los ojos, supongo de una que es mi madre. Al los minutos siento un cuerpo acostado al lado mio a lo que de inmediato respiro hondo y voto el aire fuertemente.
¿Qué pasa mama? –Digo colocando mi brazo sobre mis ojos de forma comoda
Que honor seria el tener una hija tan linda –Dice en susurro a lo que me alzo casi de inmediato sorprendida y volteo a verla allí, acostada al lado mio, a la mujer que me vuelve loca, y por la que llore hace tan poco tiempo
Malditos sueños que parecen reales –Digo volviendo a acostar, y si... pensé que era un sueño, uno de esos que quieres que duren mucho
¿Soy un sueño para ti? –dice riendo levemente
Por supuesto, que haría la mujer que me gusta acostada al lado mio, si no fuera un sueño, no pudiera decirlo tan alto y con tanta confianza –Digo casi como si eso lo hiciera más creíble
Solo puedo escuchar una risa hermosa, a lo que volteo la cara aun acostada para verla allí, con sus ojos fijos en mí y los míos en ella.
Venía a despedirme, ya que soy la ultima en irme... tu mama se puso a conversar conmigo, aunque era más una evaluación –Dice sin quitar esa sonrisa, y cuando le pega la luz levemente que viene de la ventana noto que esta sonrojada
¿Ya voy a despertar? Si te soy sincera no quiero, me gusta mucho este sueño –Digo suspirando a lo que noto que ella coloca su mano en mi mejilla
¿En serio piensas que estas dormida –Dice esta vez muy cerca de mis labios
Si... -Me sonrojo esta vez yo, pero como no me pega la luz supongo que no se ve
Te dire un secreto... -sonrie esta vez chocando su aliento contra mis labios –Los sueños pueden ser realistas, pero no se sienten tanto –al terminar de decir esas palabras sus labios se posaron sobre los míos, haciendo que mi corazón se volviera un fuego artificial, de esos que explotan y hacen figuras hermosas en el cielo. Fue un beso lento, apasionado en donde ella me llevaba a mi, en donde el aire faltaba y las ganas sobraban. Antes de finalizar el beso me mordió levemente el labio inferior para concluir soltándome –sigue en tu sueño –Dice levantándose del lugar y saliendo de mi cuarto
ESTÁS LEYENDO
El cielo de tus ojos. (Lesbico)
RomanceSi lo que dicen es cierto, y uno solo se enamora una vez en la vida, no me había enamorado hasta conocerla a ella. Y es que, no solo tenia una sonrisa espectacular sino que cualquiera se ahogaba con solo intentar nadar en sus ojos azules. Me llamo...